[18: Letting Go]

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Un suspiro ensoñado se cuela por sus labios ante la imagen de un pálido pelinegro que duerme plácidamente a su lado, cubierto por edredones gruesos, debajo de estos su cuerpo aferrándose al suyo en un abrazo que le es comparable como el de un cach...

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Un suspiro ensoñado se cuela por sus labios ante la imagen de un pálido pelinegro que duerme plácidamente a su lado, cubierto por edredones gruesos, debajo de estos su cuerpo aferrándose al suyo en un abrazo que le es comparable como el de un cachorrito mimoso. Desde ahí aprecia sus rasgos perfectamente, la noche anterior apenas tuvo chance de procesar cada detalle en las antiguas fotografías, ahora sí le es posible alegar que el pequeñito con grandes mofletes y sonrisa de conejito, era ese mismo que ahora luce como todo un modelo esculpido por los dioses Griegos. Además, considera a la mujer que posaba junto al infante, realmente se parecía bastante al muchacho.

La madre de Soobin fue hermosa, la fotografía era vieja y no se apreciaba del todo, y como dijo, tampoco pudo verla prolongadamente, pero enmarcaba a una mujer con rasgos justos como los de su hijo, preciosos y pulcros, era impresionante el parecido. No ha visto fotos del padre del menor, pero no duda que la mayoría de su herencia física viene de la progenitora.

Yeonjun se debate brevemente si despertarlo, sin embargo, desiste y se levanta con cuidado, con un mejor plan para empezar la mañana, riendo bajito cuando el menor gruñó adormecido por su ausencia, tanteando con su gran mano entre las sabanas; lo reemplazó con una almohada que le pasó en silencio. 

Se caminó y cepilló sus dientes para ir descendiendo por las escaleras hasta la primera planta, yendo rumbo al comedor donde únicamente estaba un Beomgyu desayunando solo y tranquilo. Al divisarlo, el dongsaeng sonrió con un saludo escandaloso bastante innecesario, pero que le hace sonreír por inercia.

–¿Cómo estás? Anoche nos quedamos preocupados por lo que pasó. No pudimos hablar – va sin rodeos pero cauto, no saciando su inquietud ante el asunto. Revisó hace un rato y su amigo no retiró la publicación de su cuenta, y ahora le extrañaba verlo ahora tan normal –. Nos asustamos mucho cuando escuchamos los gritos, pero mi mamá dijo que era mejor que lo resolvieran entre ustedes, y después en el pasillo ambos lucían ocupados.

La vedad, es que al salir del tercer piso se toparon con sus amigos bastante consternados, les aliviaron con una breve evasiva y se metieron a la habitación del Choi alto, sin explicaciones. Era de esperarse que este interrogatorio sería imposible de evitar.

Sin embargo, las cosas no marchan como esperaba, pues Yeonjun siente su rostro más caliente al instante que Gyu viaja su vista hacia su cuello, teme a que tal vez exista una visible marca de las "atenciones" de Soobin en su desenfrenado estallido de anoche. Intenta aparentar serenidad con una tosecita.

–Estoy bien, me calmé con una charla honesta que tuvimos. ]Justo salíamos de tenerla cuando los hallamos en el pasillo.

Beom no dejaba de ver el mismo punto de la piel del mayor, con más gracia.

–¿Sólo fue una charla?

–Beom, hubo unos besos, nada más. Ninguno está listo para ir más allá, si eso quieres saber – bufa subiendo el cuello de su suéter con cierta diversión ante las muecas sugerentes del contrario –. Fue muy lindo conmigo anoche.

Maze In The Mirror | SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora