Tied • jb [Terminada]

Capítulo diez

Leed la nota del final, es importante.

Abbie's POV:

Un carraspeo a mis espaldas rompió la burbuja que se había creado alrededor de Justin y de mí mientras bailábamos.

Justin levantó la vista y se tensó al ver a la persona que se encontraba detrás de mí. Me giré, extrañada por su reacción.

-¡Kyle! -exclamé asombrada al verle.

-¡Sorpresa! -sonrió.

-Pe-pero... ¿qué haces aquí?¿y tu abuelo?

-Bueno, ayer por la tarde ya se encontraba bastante mejor y me dijo que debería volver a casa ya. Así que pensé en venir aquí por sorpresa -explicó mientras me acercaba a él-. Aunque veo que estás bien acompañada -dijo esto último mirando a Justin.

-Kyle -le saludó éste secamente-. Mejor os dejo solos, ya nos veremos Abbie.

Dicho esto dio media vuelta y se perdió entre la masa de gente que aún seguía bailando. Me quedé mirando por donde se había ido, aún confusa por lo que acababa de ocurrir durante ese baile.

Noté como Kyle pasaba sus brazo por mi cintura para abrazarme por detrás.

-Tenía razón -habló en mi oído-. Vas preciosa. Pero no te sonrojes, eh... -bromeó.

-Imbécil -sonreí.

-Encima de que me pongo elegante para venir a verte -se hizo el ofendido.

-Es verdad -me giré hacia él-. ¿Cómo has podido entrar? Pensaba que hacía falta que te invitasen.

-Vamos fuera y te lo explico.

Kyle agarró mi mano y me guió, a través de la gente, hasta una gran puerta de cristal que daba a la terraza del hotel. Ya había anochecido y no se vería nada si no fuese por unas pequeñas luces que se encontraban esparcidas por el lugar.

En cuanto salimos inspiré hondo, llenando mis pulmones de aire fresco. Todo el bullicio de gente y ese baile con Justin me habían dejado bastante aturdida.

Sacudí mi cabeza, intentando olvidarme de lo sucedido. Ahora estaba con Kyle, no creo que pensar en Justin fuese lo más adecuado.

-¿Y bien? ¿Cuál ha sido tu gran plan? -dije en un intento de distraerme.

-Cuando el médico nos dijo ayer por la tarde que mi abuelo estaba mejor y que le darían el alta hoy por pensé en avisarte -empezó-. Pero luego se me ocurrió la idea de aparecer aquí por sorpresa. Pensé que te gustaría -me miró esbozando una tímida sonrisa.

-Me ha encantado -sonreí.

Era verdad, me pareció un gesto muy dulce por su parte; aunque no hubiese aparecido en el mejor momento.

-Pero entonces me di cuenta de que no tenía invitación ni nada así que llamé a Heather y-

-Espera, espera -le interrumpí-. ¿Cómo tienes el número de Heather?

-Tengo mis contactos, nena -dijo en un tono chulesco.

-Ya veo...

-Bueno, como iba diciendo... Llamé a Heather y empezó con sus: "Oh Dios, que bonito" y "Que adorables sois" -puso de voz de pito y empezó a mover las manos haciéndome reír-. Cuando dejó su momento loco me dijo que ella se encargaba de todo.

-¿Y acabas de llegar ahora? -fruncí el ceño extrañada, hacía por lo menos tres horas desde que el evento había empezado

-Sí, es que he esperado hasta que le diesen el alta a mi abuelo para llevarlo a su casa y después tuve un pequeño problema con el coche -hizo una mueca-. Me quedé sin gasolina -explicó al ver que le miraba esperando que lo soltase.