❝ ᴛᴋ / ʏᴍ | 𝗐𝗂𝗍𝗁𝗼𝘂𝘁 𝗹𝗼𝗏𝖾¹ 𔘓 ؛

009: 𝐀𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐲 𝐃𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬.



Siete años atrás.

Jungkook despertó en el silencioso bosque, la brisa fresca lo abrazaba.

Salió curioso de la carpa donde antes yacía plácidamente, hundido en un profundo sueño. Miró alrededor los altos árboles y apreció el canto mañanero de los pájaros, sonrió cuando vió la sutileza con la que estiraban sus alas en el cielo para volar.

Vió a lo lejos a su madre y pensó en seguirla, pero rápidamente fue detenido por uno de sus hermanos, quien entre risas logró asustarlo fácilmente. Esas eran las consecuencias de ser el hermano menor.

Si bien, Jungkook no era el último de los cuatro niños, era el primero al que sus dos hermanos mayores buscaban para molestar, pues su hermana más pequeña a penas tenía seis años.

Otro de sus hermanos se acercó, el más grande de todos, enseguida empezaron a empujarse y reírse como siempre hacían. Jungkook se unió al brusco jugueteo con su hermano mayor, mientras que su hermano del medio interrumpió con una curiosa sugerencia.

-Mamá fué con Molly a buscar leña, ¿saben qué significa eso?

-¿Que al fin vamos a poder poner nuestras manos en el fuego? Tengo frío.-respondió.

-No tonto, que no volverá en un buen rato. Podemos ir al río.

-Mamá dijo que el río es peligroso.-Dijo Jungkook con molestia, no le gustaba desobedecer a su madre, mucho menos cuando había dicho reiteradas veces que no se acercaran al río.

-Pues ella no está aquí ahora.

Jungkook rodó los ojos, no le agradaba para nada la idea de su hermano, pero el más grande de todos daría el veredicto final como siempre, ambos estaban a la espera de su palabra. Jungkook sentía admiración por el mayor, desde que tenía memoria, él había cuidado de él y del resto de sus hermanos y había ayudado a su madre con los quehaceres de la casa cientos de veces, para Jungkook, su hermano mayor era el ángel que su padre les había dejado antes de partir, y era lo único que lo recordaba a él.

-Si tanto quieren ir puedo llevarlos. Tendremos cuidado, ya he ido al río antes con mamá, solo tenemos que cuidarnos entre nosotros. Hay algunas rocas empinadas, pero necesito que me escuchen y hagan caso a lo que les digo, ¿si?

Jungkook asintió aún en la duda, pero siguió a sus hermanos por el camino que llevaba al río, llevaron unas botellas de agua y rocas para no perderse en el bosque.

Iban tomados de la mano por el camino hacia el río, oyendo a los pájaros cantar felices sobre los árboles. Jungkook miraba fascinado a los grandes árboles frente a él, se sentía tan pequeño y vulnerable ante aquella fascinante naturaleza y esos altos árboles de gran porte que lo intimidaban. Con sólo diez años, había aprendido el valor del mundo que lo rodeaba.

Un ruido diferente los puso alerta, se voltearon al escuchar aquello que parecían ser pasos.

-Silencio, detrás de mí.-Dijo Seokjin y los dos niños obedecieron. Pronto un ciervo pasó corriendo frente a ellos, pero siguió su camino escondiéndose en el profundo bosque, los tres se miraron emocionados antes de seguir caminando. Estuvieron callados observando el camino por unos quince minutos.

Finalmente llegaron al río, por alguna razón les fascinaba aquel sitio y el sonido del agua siguiendo la corriente les traía calma. Jungkook fantaseaba con las cientos de leyendas que su madre y su hermano mayor le habían contado sobre el agua y los espíritus que en ella habitaban.

Se sentaron sobre las rocas, Jungkook cerró los ojos apreciando la naturaleza a su alrededor, el sol se colaba entre las hojas de los árboles y sus rayos tocaban el agua creando un hermoso paisaje, miró al otro lado del río donde los árboles continuaban llenando todo ese bosque inmenso que a sus ojos era interminable.

Fue interrumpido cuando escuchó unos murmullos a lo lejos, cuatro hombres vestidos de blanco se acercaban al otro lado del río distraídos en alguna conversación, cuando notaron la presencia de los tres niños se alertaron, aquella conducta llamó la atención del hermano mayor.

-Algo anda mal, ellos parecen interesados en nosotros. ¡Tenemos que irnos ahora!-dijo Seokjin y los tres asintieron antes de echarse a correr por el bosque.

Pronto escucharon un motor, y en menos de dos minutos una camioneta frenó a metros de ellos, más hombres bajaron de ella, uno llevaba una red y Jungkook sintió pánico. Corrieron un poco más sumergiéndose en el bosque, pero aquellos hombres habían empezado a perseguirlos y no les llevaban tanta ventaja, fue entonces cuando se detuvieron ocultándose por un momento tras unos arbustos.

-¡Son demasiados! ¿Qué haremos?

-Tenemos que separarnos.-Dijo Seokjin.

-¡No!-gritó el menor demasiado asustado, los hombres estaban cada vez más cerca.

-Tranquilo Jungkookie, todo saldrá bien ¿si? Confía en mí.

Jungkook asintió reteniendo unas lágrimas, nunca había estado tan asustado.

-Bien, debemos encontrar a mamá. Ella siempre guarda leña en la cabaña, si no me equivoco, la cabaña está no muy lejos de aquí solo hay que seguir ese camino de flores, mamá las plantó para no perdernos hace mucho tiempo, ese camino lleva directo a la cabaña.

-Está bien, a la cuenta de tres corremos hacia allá lo más rápido que podamos. Ellos nos han perdido de vista así que con suerte, tardarán en vernos correr hacia esa dirección.-Dijo Félix y Seokjin asintió.

-Uno.

-Dos.

-Tres.-Dijeron al mismo tiempo echándose a correr, no fue hasta después de unos segundos que Félix notó que uno de sus hermanos no le seguía el paso. Miró hacia atrás a Seokjin a unos metros de él.

-¿Qué haces? ¡¿No vendrás con nosotros?!

-Lo siento, de otra forma ellos los encontrarán a todos.

-¿Qué dices? ¡Ven aquí ahora!

-Jungkook, Félix. Los amo hermanos.-Dijo antes de echarse a correr en la dirección contraria, rápidamente fué visto por los hombres de antes, que no tardaron en perseguirlo.

-¡No! ¡Seokjin!-gritó Jungkook a punto de seguirlo, pero fue detenido por los brazos de su hermano mayor que lo tomaron por la fuerza alzandolo en el aire a penas, en los brazos de su hermano, Jungkook no dejó de mirar a su hermano más grande perderse con los hombres vestidos de blanco, las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos.

-No....Seokjin. Vuelve...

Taehyung despertó luego de oír la voz afligida de Jungkook, quien parecía estar teniendo una pesadilla, no dejaba de repetir un nombre, "Seokjin." Sus ojos estaban cubiertos de lágrimas y justo cuando Taehyung estaba a punto de despertarlo de su pesadilla, Jungkook los abrió, sentándose rápidamente sobre la cama.

Miró a Taehyung a su lado, que lo observaba bastante confundido y se abalanzó sobre él sin dejar de llorar. Taehyung lo recibió como siempre con los brazos abiertos, nunca había visto mal a Jungkook, nunca lo había visto llorar, nunca había escuchado su voz tan destrozada. Jungkook estuvo así por veinte minutos, Taehyung intentaba calmarlo con caricias, no quería decir ni preguntar nada, solo quería que el menor dejara salir todo eso que lo atormentaba que sin decirlo, Taehyung sabía que correspondía a su vida pasada. La vida que le había sido arrebatada, arrancada de sus manos sin ningún tipo de permiso o advertencia.

Él sin saberlo, lo entendía. Entendía ese dolor, intentaba hacerlo propio aunque no tuviera conocimiento alguno de esa vida anterior.

Jungkook pronto dejó de ser el chico que siempre sonreía, el que siempre creía en salir de ahí, el que no dejaba de recordar un hermoso y mágico mundo.

Taehyung entendió esa noche que incluso el sol tenía días oscuros.