004: 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬.

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—¿Y bien? ¿Cuál es tu favorita?

—Uhm...es difícil decidir, realmente me gustan todas pero...creo que por los colores... el otoño.

—Bien, entonces pintemos esa primero, bonito.

Taehyung sonrió y tomó el pincel que Jungkook le tendía, lo mojó en esas pinturas cálidas e hizo su primer trazo sobre esa blanca y aburrida pared que tanto odiaba.

Hace un mes, Jeon Jungkook había llegado, cambiando el mundo de ese jóven introvertido lleno de curiosidad por el mundo exterior, Taehyung más que nunca sentía que por primera vez, las cosas dejaban de ser tan simples, monótonas y aburridas. Jungkook le había hablado del cielo, de las estrellas, de los planetas, de la lluvia, las tormentas, los animales, las estaciones.

Pasaban sus noches charlando, imaginando y hasta dibujando un mundo que no podían ver, ese que Jungkook sí había visto pero que Taehyung no, quería que el mayor lo viera también, por ahora usaba sus recuerdos para mostrarle el mundo a Taehyung pero cada vez que Jungkook veía sus ojos brillar, deseaba más que pudiera verlo con sus propios ojos.

Tan solo un mes había pasado y se sentían más unidos a alguien que nunca, pasaban todo el día juntos, como si de lo único de lo que no pudieran aburrirse en aquel lugar espantoso, fuera de ellos.

Incluso los demás chicos en el agujero lo habían notado, se preguntaban qué le había hecho el chico nuevo a "Número 7" , más conocido como "el chico callado de la 113", susurraban en los pasillos que lo había hipnotizado, que estaba poseído o cualquier otra teoría poco probable, pero Taehyung y Jungkook ni si quiera se habían dado cuenta de todas esas miradas cada vez que reían juntos, o cada vez que jugaban con sus manos, cantaban canciones al unísono o se abrazaban.

Estaban completamente sumidos en ese mundo que ellos habían creado, diferente al mundo real, en ese mundo imaginario se tenían mutuamente.

Para ambos, había sido como encontrar el mar en el desierto y la satisfacción de saciar la sed de aprender del otro, no se comparaba a ninguna.

Lo cierto era que aunque Jungkook le enseñaba cosas del mundo a Taehyung y él le mostraba cómo funcionaban las cosas en el agujero, había algo más en Taehyung que Jungkook apreciaba de él, para él, el mayor era un ser del que facilmente podías aprender lo más importante, lo que no se ve a simple vista.

Taehyung no había visto, y por eso cada vez que hablaba de las estrellas como si no fueran solo meteoros en el cielo, Jungkook se sentía fascinado. Como si esa mente de diamante lo cautivara una y otra vez, mostrándole la importancia de las cosas sin importar su tamaño, para Taehyung, hasta la más simple hoja cumplía una función primordial en el universo. Sentía que él era quien más aprendía, lo mejor de todo, era que el mayor ni si quiera se percataba de su forma maravillosa de imaginar.

Jungkook a su lado, se sentía un simple humano inexperto, y eso que había tenido más experiencias afuera que el castaño a su lado, a quien admiraba mientras pintaba con suavidad los árboles con sus hojas anaranjadas, no eran como las típicas hojas de otoño, sus hojas tenían una forma particular, se veían como gotas cayendo del árbol.

—¿Por qué tienen forma de gotas?

—Yo...creo que cuando las hojas caen en otoño es porque los árboles se sienten tristes, decepcionados de la raza que los extingue—Agregó señalándose a sí mismo —Asi que lloran, dejando sus hojas caer como lágrimas, pero adivina qué.

—¿Qué?

—Cuando la lluvia caiga, un nuevo árbol crecerá en el lugar de esa lágrima, porque así es la vida, ¿no?—Jungkook lo miró, hablaba concentrado en su dibujo, mientras trazaba finas líneas en sus hojas.—Después de la lluvia, siempre sale el sol.—Dijo terminando de pintar y mirándolo con una sonrisa.

Jungkook sonrió, comprendiendo que era eso lo que lo maravillaba de él, esa forma de hacer que todo tuviera un significado que nadie jamás hubiera pensado, era esa capacidad de ver con su imaginación y hacer que uno deseara quedarse allí para siempre, ni el mundo real parecía ser tan hermoso.

—¿Y qué hay del invierno?

—Bueno..supongo que a veces las cosas buenas tardan en llegar, el invierno significa que a veces la lluvia puede convertirse en una gran tormenta pero no por eso las cosas serán siempre así ¿sabes qué viene después del invierno?

—La primavera.—Dijo y ambos sonrieron.

—¿Ves? hay tormentas que duran semanas, meses y hasta años, pero no pueden durar toda la vida.

Al escuchar aquello Jungkook sintió un pequeño golpe en su corazón, como si se hubiera sorprendido por las palabras y quisiera hablar por él.

Taehyung tenía razón, tenía razón para quejarse de su tormenta que llevaba diecinueve años y contando, tenía razón para querer ver la primavera aunque sea por un minuto, tenía razón para llorar. No como él, que esperaba cada noche a que se durmiera para llorar incontrolablemente en silencio, deseando volver a casa, cuando ya había vivido todos sus veranos y primaveras.

Era su turno de vivir el otoño y el invierno, y no le importaba sacrificar sus primaveras por ese chico de grandes ilusiones y sueños, por Kim Taehyung, Jungkook sentía que era capaz de enfrentar un invierno eterno.

Lo que Jungkook no sabía, era que él con su sonrisa con dientes de conejo y sus ojos negros y brillantes, en poco tiempo se había convertido en la estación favorita de Taehyung.
Y con él a su lado, no le importaba si afuera era invierno, otoño, primavera o verano, Jungkook se sentía como todas las estaciones juntas.

No había nada que pudiera compararse con eso.

No había nada que pudiera compararse con eso

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❝ ᴛᴋ / ʏᴍ |  𝗐𝗂𝗍𝗁𝗼𝘂𝘁 𝗹𝗼𝗏𝖾¹ 𔘓 ؛Where stories live. Discover now