Los padres de JeongGuk, al ver que su hijo no hacía nada además de jugar videojuegos, comer e ir al baño para poder seguir jugando videojuegos, deciden inscribirlo a un programa en el que será enviado a una casa en medio del campo la cual no tiene a...
ㅡ¿Ya has pensado en la universidad a la que vas a entrar? ㅡpreguntó SeolHa mientras servía los platos y se los daba a su hijo para que los llevase a la mesa.
ㅡQuisiera regresar a Busan. ㅡrespondió y se fue a la cocina con un plato en cada mano.
ㅡGracias, Gukie. ㅡcanturreó JiEun, quien había ido de visita durante el fin de semana.
JeongGuk le sonrió y dejó el plato frente a ella, regresando a la cocina por más.
ㅡ¿A Busan? ㅡcontinuó su madre, sirviendo otros dos platos ㅡ¿Por qué?
ㅡMe gustaría volver al lugar donde nací y pasar un tiempo con los abuelos. ㅡexplicó, volviendo a la mesa con los dos platos.
SeolHa se les unió llevando el último plato y entonces todos pudieron comenzar a cenar.
ㅡJeongGuk dice que planea estudiar en Busan. ㅡcomentó SeolHa.
ㅡ¿En serio? ㅡdijo YongWoo.
ㅡQuisiera pasar un tiempo con los abuelos...además las chicas de Busan son las más lindas ㅡbromeó y su novia le dio un pequeño puñetazo, haciéndolos reír a todos ㅡ. Oye, sólo jugaba. ㅡse quejó entre risas, sobando un poco su brazo.
ㅡNo me gustan esos juegos. ㅡhizo un puchero.
ㅡVamos, ¿te enojaste? ㅡpreguntó el chico, viendo con atención la linda cara de JiEun.
ㅡUnnie, aprovecha esta oportunidad para pedirle algo costoso a mi hermano. ㅡbromeó SoMi mientras se llevaba un trozo de cerdo a la boca.
ㅡNo ayudas. ㅡdijo con desagrado el chico.
ㅡPídele un abrigo de la nueva colección de Rubbato.
ㅡEn serio, ¿por qué todas las chicas que conozco están locas por esa marca de ropa? Mina hizo fila por dos días la semana pasada sólo para conseguir una maldita bufanda. ㅡse quejó Guk.
ㅡDéjalo, unnie. No vale la pena explicar cosas de moda a quienes se visten como vagabundos. ㅡdijo la melliza en tono despectivo.
ㅡYa basta. A comer. ㅡregañó SeolHa y todos se pusieron a cenar en silencio.
ㅡ¿Entonces vas en serio con lo de estudiar en Busan? ㅡhabló el señor Jeon una vez que habían terminado de cenar, sentado en la sala junto a su hijo y cuñada.
ㅡTotalmente. De hecho hice el pre registro en línea hace un mes y el examen es el mes que viene.
ㅡVaya, me sorprendes. ㅡadmitió el padre, sonando orgulloso.
ㅡHey, ¿estás bien? ㅡinterrogó Guk a su novia al notar que ésta seguía con esa cara triste.
ㅡSí... es sólo que... no me agrada mucho la idea de que te vayas. ㅡconfesó, mirando sus piernas.
ㅡOh, ven acá. ㅡdijo, abrazando a la chica.
ㅡYo también quisiera estudiar en Busan. ㅡllegó SoMi, quien estaba ayudando a su madre a lavar los platos.
ㅡ¿No habías dicho que te quedarías aquí? ㅡpreguntó el padre.
ㅡCambié de opinión.
ㅡPero el pre registro...
ㅡNo es como que haya usado tu computadora para hacer una tarea, me haya enterado de que ti irías a Busan y lo hubiese hecho yo también. ㅡinterrumpió a su hermano.
ㅡCopiona.
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ㅡEntra.
Un oficial abrió la puerta de la celda de TaeHyung. Venía escoltando a un hombre calvo y gordo quien sería el nuevo compañero del antes nombrado.
El calvo se adentró en la celda y el oficial procedió a cerrarlo da nuevo, dando una última mirada a Kim.
ㅡMe llamo DakChul ㅡse presentó, pero al moreno no podía importarle menos, y de más está decir que lo ignoró ㅡ. Me dijeron que eras antipático, veo que es verdad ㅡcomentó, riéndose y dejándose caer en el futón al lado del de TaeHyung ㅡ. De todas formas, no te preocupes, todos aquí saben como te llamas y que eres un pez gordo allá afuera ㅡKim seguía ignorándolo ㅡComo sea, ¿no te da miedo que te secuestren de repente para pedir dinero a cambio de tu vida? ㅡhasta entonces, TaeHyung lo miró, pero lo miró con ojos asesinos que advertían consecuencias si no cerraba el pico, cosa que no pasó ㅡVerás... yo estoy aquí por secuestrar al presidente de ChangWon.
Eventualmente, después de tanto parloteo, DakChul se calló, dando paso al silencio de la noche con el cual el azabache se arrulló hasta quedar dormido.
Luego de unas cuantas horas, un molesto y fuerte pitido lo hizo despertar de golpe.
¿Esa era la sirena de incendios?
Lo era. Lo confirmó cuando vio la siluetas de los demás reclusos pasar frente a la celda a toda velocidad.
Se puso de pie mientras intentaba hacer despertar a su compañero. Al instante un guardia les abrió la puerta para que pudieran evacuar el lugar, pero justo cuando Kim iba a poner un pie afuera, sintió cómo una hoja afilada atravesaba el costado izquierdo.
Se quedó helado, mirando al guardia e implorando ayuda con esos ojos fríos, pero éste sólo le sonrió tétricamente antes de que DakChul volviese a apuñalarlo por detrás.
Una...
Y otra...
Y otra vez.
Hasta que cayó al piso, desangrándose.
En su cabeza se repitieron las palabras de Dong InSeo, haciéndolo arrepentirse de no haberle creído.
ㅡ¿Estás seguro de que las cámaras estaban apagadas? ㅡle preguntó DakChul al policía.
ㅡSí. Ahora sal de aquí.
Antes de salir, el recluso se inclinó hasta quedar cerca del agonizante moreno para susurrarle unas palabras.
ㅡLee YiZhou te manda saludos... dice que espera que te haya gustado su regalo. ㅡy se fue, riéndose.
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