¿Qué mier...?

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Un nuevo día, un nuevo comienzo...

Y un culo, la mala leche que traía no la cortaba ni el limón.

Se bajó de la cama y fue directo a la cocina. No tenía el humor para ponerse el delantal y cocinar algo decente, así que sólo sacó unos bocadillos de las repisas con comida basura y se sentó en el sillón esperando encontrar algo bueno en la tele esta vez.

Bueno, un reality show lucía no tan aburrido, así que vería eso hasta terminar su desayuno.

Todo marchaba bien hasta que...

ㅡUn momento... ㅡse dijo a sí mismo, frunciendo el ceño. Se quedó quieto y fue bajando su mirada hasta sus manos. Bueno, JeongGuk tomó el control remoto de la mesita hace unos minutos para poder encender la tele, pero recordaba perfectamente habérselo llevado a su habitación anoche porque le dio miedo regresar a ponerlo en su lugar, así que ¿Cómo diablos había llegado el control de nuevo a la mesita?

¡Lo que faltaba! Además de no haber internet, la casa estaba poseída... ¡Agh! qué rabia.

ㅡBien, no te alarmes, esta casa está casi cien por ciento automatizada, seguro hasta el control... ¿se pone en su lugar por sí solo? ㅡintentó convencerse, pero eso sonó más como una desesperada y muy estúpida excusa ㅡAl carajo, voy a llamar a mamá. ㅡy se paró de un salto, corriendo al teléfono fijo; cuatro timbres y le contestaron.

ㅡ¿Hola?

ㅡ¡Mamá!

ㅡOh, hola cielo, ¿Cómo te está yendo? ¿Dormiste bien? ¿Ya desayunaste?

ㅡMamá, espera, tienes que escucharme. ㅡdijo apresuradamente.

ㅡ¿Qué sucede? ¿Es algo malo?

ㅡ¿Malo? ¡Malísimo! Mamá, creo... creo que hay fantasmas en esta casa. ㅡinformó, aflijido.

ㅡ¡¿Fantasmas?! ㅡla señora Jeon jadeó.

ㅡSí, te lo juro.

ㅡEstá mintiendo para que lo traigamos de regreso, querida. ㅡa lo lejos se escuchó la voz de su padre.

ㅡ¡No miento!... ㅡse defendió ㅡ¡Mamá! ¿Me pusiste en alta voz? ㅡreclamó.

ㅡSí, es que pensé que querías saludar y puse el altavoz para que papá también pudiera escucharte.

ㅡEscuchen, puedo probar que hay fantasmas: anoche me fui a dormir y sin querer me llevé el control del televisor a mi cuarto, pero hoy al despertar me di cuenta de que estaba en la sala ¿Cómo explican eso, eh?

ㅡEscucha hijo, no vamos a tararte de vuelta hasta que terminen las vacaciones, no importa qué mentiras inventes. Te queremos, Guk, pórtate bien, nos vemos el próximo fin de semana. ㅡel padre tomó el teléfono.

ㅡCielo, ¿pero si no está mintiendo...? ㅡse oyó la voz de su mamá ahora un poco más lejos del teléfono. La señora Jeon era supremamente sensible y susceptible los temas de fantasmas, pues de pequeña tuvo algunas experiencias paranormales que la dejaron convencida de que existían, así que saber que su hijo tenía este tipo de encuentros también la puso alerta.

ㅡBien, si siguen sucediendo cosas llevaremos con nosotros a un sacerdote el próximo sábado para que bendiga la casa y espante a los espíritus malévolos ㅡdijo el hombre, haciendo una exageración y notándose cierto sarcasmo en su voz ㅡ¿te parece bien, hijo?

ㅡYo...

ㅡBien, ahora voy a colgar. ㅡy colgó.

ㅡ¡Agh, te odio!ㅡgritó el azabache una vez que ya no estaba en la llamada.

Se quedó en silencio sintiendo esa vibra extraña mucho más fuerte ahora que sabía lo del control remoto. Todo estaba mal, todo en esa casa estaba realmente mal.

Se echó el pelo hacia atrás con una sola mano y suspiró resignado a lidiar con el puñetero fantasma hasta el sábado.

Caminó al baño al sentir ganas de cagar y en automático se puso a buscar su teléfono antes de entrar al baño, pero al instante recordó la situación y se dio media vuelta.

Terminó de satisfacer sus necesidades y fue directo al cuarto a cambiarse con ropa adecuada para salir, al menos intentaría pasar el menor tiempo posible junto al espíritu y caminar un rato por el bosque soleado.

Se estaba colocando sus botas pero al parecer algo no andaba bien...

JeongGuk se quedó congelado por unos segundos, luego se reincorporó aún sin haberse metido la bota izquierda y caminó lentamente a la cama, se acercó a la almohada y con las manos temblorosas, sudando y sintiendo el pecho ser golpeado por su corazón, tomó un pedazo de papel que contenía un mensaje.

JeongGuk se quedó congelado por unos segundos, luego se reincorporó aún sin haberse metido la bota izquierda y caminó lentamente a la cama, se acercó a la almohada y con las manos temblorosas, sudando y sintiendo el pecho ser golpeado por su coraz...

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Esta historia se me ocurrió hace un año durante un viaje a la playa al cual me llevaron A LA FUERZA. Sí, odio la playa, por lo que me quedé en la casa la semana entera mientras mis padres se iban a nadar y asolearse.
Entonces me sentía observada y cosas así jajajaja, y ¡poof! Se me ocurrió escribir esto.

Nadie preguntó, pero me dio la gana decirles.

Por cierto, gracias por apoyar.

I'm out💖



𝐆𝐚𝐦𝐞𝐫 𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 | 🇹​🇦​🇪​🇰​🇴​🇴​🇰​Where stories live. Discover now