37.TE AMO. Y YO TE AMO TAMBIÉN

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Después de unos días de su paseo en barco, los sentimientos de Franz eran un desastre; todo en él era confusión. Necesitaba tener relaciones con alguien más y poder confirmar lo que tanto había estado pensando y que tanto le incomodaba. Así que pensó en aceptar la invitación de tres amigas para tener sexo. Tenía mucho tiempo que ellas le habían insistido en tener una orgía, y esta era la oportunidad para hacerlo y salir de dudas. Primero pensó en ir solo, pero luego consideró que Minho debería unirse al grupo.

El celular de Minho sonó.

#—¡Hallo!

#—¡Hallo, baby!   — contestó Minho.

#— ¿Sargento, estás ocupado el fin de semana?

#—Mmm, necesito revisar mi agenda. Hay una chica que me invitó a cenar a la luz de las velas, pero no...

#—No juegues, Minho.

#—¿Minho? Vaya, creo que alguien está algo serio.

#— Mira, en concreto, hay unas amigas que quieren una orgía conmigo desde hace tiempo y pensé que quizá te interesaría. ¿Te unes?

#—¡Ahhh, qué directo eres, Franz! Pues te diré, tanto como que esté interesado en una orgía... Nah... Pero yo te aviso. Tengo tiempo tras esa chica y no me gustaría perder la oportunidad de salir con ella.

Franz sintió como una mentada de madre las palabras de Choi, el estómago se le revolvió y quería mandarlo a la mierda. Pero no lo hizo, se comportaría o, por lo menos, lo intentaría.

#—¡Ohhh! así que el Sargento ya tiene prioridades, me alegra que estés aprendiendo a vivir.

#— Aprendo rápido, Franz, has sido un buen profesor.

#—Pues como tu Lehrer* (profesor), te digo que tres mujeres pueden enseñarte más que una sola.

#—De verdad lo siento. A mí me gusta la calidad, no la cantidad. Quizá en otra ocasión. Y disculpa, no quiero ser descortés, pero tengo a un chico ahora mismo hincado frente a mí.

Minho cortó la conversación sin despedirse. Franz gruñó y aventó su celular contra el sillón de su departamento. Unos ladridos no se hicieron esperar... "Guau... Guau..." 

— ¿QUÉ? No pedí tu opinión, Kaiser*. Será mejor que no sigas defendiendo a ese marine o te regalaré con él.

Y mientras Franz hacía su berrinche, Minho literalmente tenía a un chico arrodillado frente a él, pero eso se debía a un castigo impuesto por Kim. Le estaba lustrando las botas concienzudamente.

—Taeil, será mejor que te vayas.   —Pidió Minho.

—Señor, no he terminado todavía.

—Te he dado una orden y debes obedecer. Cuando el Sargento Kim pregunte, le diré que lo hiciste bien. No tientes mi mal humor.

El soldado obedeció con prontitud, hizo un par de reverencias y se marchó, dejando al Sargento Minho solo, como él lo pidió.

"Jodido Franz, ¿por qué me haces enojar? ¿No soy más que un juguete para tus malditas folladas? ¿Qué voy a hacer contigo? ¿Qué va a pasar con nosotros?"

"Cabrón Marine, ¿te crees perfecto? Pues no lo eres, también tienes muchas fallas. Me importa una mierda si te la están chupando ahora mismo. Ojalá se indigeste el idiota ese con quien estás cogiendo". "¡AGHHHHHHH!"

Franz cerró los ojos debido al escozor que sentía en ellos. Estaba a punto de llorar, su pecho dolía mucho. Tenía una mezcla de sentimientos: frustración y celos. Pero eso no le impediría ir a esa cita con las trillizas. Ahora más que nunca, lo haría. Ya lo había decidido. Después de todo, no necesitaba a Minho para eso.

DJ VÖN  (2 MIN)🔞⚠️⚠️ 🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora