》ʏᴏ ɢᴀɴᴏ《

51 7 0
                                    

5 años antes - Edad: 12 años

Desde que Kim Jisoo había descubierto que le gustaban las chicas la secundaria parecia también saberlo porque todas las chicas le sonreían cada vez que caminábamos por los pasillo, mi mejor amiga parecía acostumbrarse rápido porque correspondía a las sonrisas de manera natural, de más esta decir que las nuevas amenazas a mi amistad con Jisoo no me estaban agradando mucho.

—¡Rápido Jisoo, se nos hace tarde! —Arrastre detrás de mi a una coqueta Jisoo que le sonreía demasiado a una rubia un año mayor que nosotras, mi nueva misión era salvarla de todas esas depredadoras—

Cada vez estaba resultando más difícil ahuyentar a todas las chicas en los pasillos, mucho más cuando Jisoo no ayudaba y seguía con su actitud de conquista. Una vez de camino a la cafetería mi enojo pudo más que yo y le hice la escena de celos más grande mi vida.

Solté bruscamente la mano de Jisoo en cuanto la vi coqueteando con una morena de nuestro salón que estaba recostada en las barandas del segundo piso, me crucé de brazos mirándola con el ceño fruncido con clara ira en mis ojos.

—¡Deja de mirarla, Jisoo! ¡Todo el tiempo estas mirando a otras chicas y haces que lleguemos tarde a todos lados! —Golpeé mi pie contra el frió suelo de porcelana, todos al rededor parecieron callarse, mis mejillas se tiñeron de un rojo intenso pero no me podía callar, no ahora cuando la ira subía por mi garganta exigiendo salir— ¡O dejas de mirarlas o te olvidas de almorzar conmigo!

Ya estaba dicho. Me arrepentí al instante, mi mejor amiga no merecía tal castigo, pero era demasiado orgullosa en ese momento para retractarme, moví impaciente mis dedos sobre mis brazos, Jisoo me miraba con los ojos abiertos, completamente estática.

—Ross, ¿por qué estas haciendo esto? Todos nos miran. —Susurró mirando a nuestro al rededor, sin importarme me encogí de hombros caprichosamente—

—Que vean todo lo que quieran. ¡Que todas escuchen tu decisión! —Abrí mis brazos señalando todo a mi alrededor— ¿Y bien? ¿Ellas o yo?

Era demasiado, lo sabía, seguramente mañana ni siquiera tendría el valor de pisar la escuela por la vergüenza que iba a sentir, pero ahora mis venas estaban llenas de adrenalina y no controlaba mis palabras.

Jisoo me tomó de la mano caminando a paso rápido hacia las escaleras que conducían a la cafetería, para mi fue clara la respuesta, yo ganaba, por lo que sonreí en grande y miré mal a cada chica a mi al rededor.

—Esta bien, Ross, tranquila. —Jisoo me sonrió caminando dentro de la cafetería— Te elijo a ti, ¿de acuerdo?

Sonreí con mi mentón en alto, yo gano.

Demás esta decir que al día siguiente le rogué a mis padres que me cambiaran de escuela, o si se podía, de ciudad y convencer a los señores Kim de que se fueran con nosotros también, la vergüenza invadía todo mi cuerpo.

—Nadie lo recuerda, Rosie, no te preocupes. —Jisoo palmeó suavemente mi espalda dándome ánimos mientras caminábamos a la escuela, yo negué cubriendo mi rostro con mis manos—

—Dios mio, ¡por favor! —Miré hacia el cielo esperando que se abriera y me llevara con el— Haz un terremoto, un tsunami o algo por el estilo, pero por favor, no dejes que abran la escuela hoy.

Mis plegarias no fueron escuchadas porque la escuela estaba en perfecto estado y todos entraban tranquilamente, negué tratando de correr de nuevo a mi casa pero Jisoo tomó mi mano fuerte.

—Vamos Ross, sabes que nadie podrá siquiera dirigirte la palabra si estoy a tu lado, te lo he dicho muchas veces, ¿recuerdas?

Asentí con miedo, sin embargo no tuve más opción que entrar detrás de mi mejor amiga con la cabeza baja, podía sentir las miradas de todas las personas en los pasillos, cuando entramos a la primera clase me relajé cuando me senté en la silla al lado de mi pelinegra amiga, recosté mi cabeza en su hombro suspirando toda la ansiedad que recorría mi cuerpo. En el marco de la puerta vimos a Lisa, que junto con Alex me señalaban y reían, cerré mis ojos avergonzada.

🐰

Esa misma noche decidí quedarme en casa de Jisoo, porque aún estaba enojada con mis padres por no cambiarme de escuela. Ambas charlamos distraídamente mientras hacíamos los deberes para mañana, en un punto nuestra conversación llegó para hablar del día de ayer, Jisoo no entendía mi arrebato de celos.

—No sé, Chu. Solo me dio rabia y dije cosas sin pensar. —Sonreí sin poder creer todo lo que les había dicho a las chicas.— Fue tan estúpido.

Yo reí, Jisoo miraba al suelo mordiendo el interior de su mejilla.

—Alex... Alex dice que te gusto. —Soltó sin más, me quedé con la boca cerrada— ¿E-es así, Ross?

La miré impactada, después negué rápido con la cabeza, de repente las manos me sudaban y mi corazón latía más fuerte.

—No, no, Jisoo. Ya sabes como es Alexander, él solo dice estupideces. —Dije rápido, era claro que estaba nerviosa— No le creas.

Jisoo asintió sin expresión volviendo a escribir en su libro de inglés, la miré con miedo antes de volver a escribir en mi propio libro, pero ya la concentración o intensión de hacer la tarea se habían ido.

—¿Estas molesta? —Dije suavemente sin mirarla— ¿Te incómoda que me puedas gustar?

—No es eso, Ross. —Se apresuró a decir Jisoo— Es solo que tengo miedo que las cosas entre nosotras se arruinen por esos rumores, no quiero que te sientas incómoda ahora que sabes que me gustan las chicas.

Yo negué rápidamente mirándola.

—No me siento incómoda contigo, Chu. Contigo es con quien me siento más a gusto que con nadie en el mundo.

Ambas sonreímos, Jisoo asintió y suspiró aliviada.

—Bien, no quiero seguir haciendo tarea, ¿vamos a dormir?

Asentí sonriendo y cerrando el libro, la tarea había quedado en segundo plano.

Jisoo y yo nos acostamos en su cama, una al lado de la otra dándonos la espalda, hablamos sobre temas que se nos cruzaba por la mente y antes de darnos cuenta nos quedamos dormidas.

Esa noche me soñé en el colegio, en el baño para ser especifica, con Jisoo sentada en los lavados y conmigo frente a ella, tomando el puesto de Evelyn, ambas hablábamos mirándonos fijamente, muy cerca una de la otra, y antes de que pudiera pensar estaba yo besando a Jisoo, besando a mi mejor amiga. Disfrutando de aquel beso y sintiéndome tranquila, porque ya no era nadie más que yo la que besaba sus dulces labios.

Presente

Abrí los ojos, me había quedado dormida sobre la mesa de la cafetería sin darme cuenta, miré a mi alrededor encontrándome frente a mi a mi ex novia, Kim Jisoo, mirándome con la cabeza apoyada entre la palma de su mano.

—¿Qué haces aquí? —Me levanté aturdida, sintiéndome desorientada por la pequeña siesta—

—Ya tenemos que ir a el teatro a tomar nuestros lugares, y tu no aparecías, vine a buscarte. —La pelinegra se levantó también— Mira Ross, de verdad siento lo de esta mañana.

—No lo sientes, esta claro con la forma en que la besabas. —Dije con rabia apretando mis dientes, de nuevo las ganas de llorar eran presentes— Te dije que no me dirigieras la palabra.

Caminé hasta la salida, antes de poder abrirla Jisoo detrás de mi abrió la boca.

—No me equivocaba hace unos años, incluso con el cabello corto te ves hermosa. 

Hice un esfuerzo sobrenatural para no girar y abrazarla, apreté mi mano en un puño y salí en dirección al teatro.

Tonight ~Chaesoo~Où les histoires vivent. Découvrez maintenant