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◇◇◇

No estaba seguro de si había sido una buena idea consumir el éxtasis. Había consumido drogas antes, pero no lo hacía a menudo, y en realidad no sabía si le gustaba o no. Había pasado la noche en la casa de Zayn, lo sabía, pero se dio cuenta que no podía recordar gran parte de la noche. Podía recordar aproximadamente la mitad de la noche, o eso creía. Recordaba sentirse más ligero, recordaba a Zayn haciéndolo reír, los dos sentados en el suelo de su habitación. Recordaba no sentir náuseas ante la idea de que su madre viera lo que había visto. También recordaba haber hablado. Mucho. Había aturdido las orejas de Zayn. Sobre Louis. Sobre sus ojos, su cara y también probablemente sobre lo bien que se veía desnudo. Zayn prometió que no había hecho ni dicho nada estúpido y lo obligó a hidratarse todo el día después. En ese momento el éxtasis había sido un alivio, pero un par de días más tarde todavía seguía teniendo escalofríos.

Regresó a su casa el día después de besarse con Louis justo en frente de su madre. Ella no estaba en casa. Su padre estaba allí, pero no mostró indicios de que algo hubiera cambiado. Harry se coló directamente a su habitación y cerró la puerta, con el corazón acelerado. Gemma no había llamado, lo que significaba que probablemente tampoco se había enterado. Significaba que su madre no le había dicho a nadie. No sabía si eso era bueno o malo. Definitivamente no había estado en casa desde el día anterior.

"Se está quedando en casa de Lucy," murmuró su padre cuando Harry se atrevió a preguntar al otro día.

No sabía si se arrepentía o no. En cierto modo, era más fácil respirar cuando entraba a la escuela. Su madre sabía que era gay, al igual que su mejor amigo. No sería tan difícil si alguien más se enterara. Sin embargo, se arrepentía de la forma en que lo había hecho. Había querido lastimar a su madre, escandalizarla, así que supuso que se merecía un par de días para digerir lo que había visto. Sin embargo... necesitaba hablar con ella al respecto. Pronto. Necesitaba saber lo que ella pensaba.

Dos días antes del primero de febrero, su madre entró en la casa. Harry estaba sentado frente a la televisión, mirando otro documental de animales, y su padre estaba en la cocina. A Harry se le subió el corazón a la garganta y miró aterrorizado cómo su madre entraba en la habitación muy determinadamente. Estaba vestida con un abrigo beige, sus uñas estaban arregladas y su brazalete dorado estaba alrededor de su muñeca. Ella mantuvo la barbilla en alto.

Harry inhaló. Deseó estar de vuelta en los fríos azulejos de su baño.

Llevaba un ramo de flores. Parecían tulipanes; un ramo de coronas anaranjadas y moradas. También cargaba bolsas de papel llenas de artículos. Harry no podía decir lo que eran, y su padre se aclaró la garganta mientras asomaba la cabeza en la sala de estar, de pie en el umbral de la cocina.

"Hola, cariño."

"Buenas tardes, querido." Su voz era un chirrido arrollador.

"¿Qué está pasando?"

"¡Tenemos que planificar!"

"¿Para...?"

"La cena de cumpleaños de Harry, por supuesto."

Harry lo había olvidado. Era su cumpleaños en sólo dos días. No culpaba a su padre por olvidarlo, porque él mismo apenas lo recordaba.

"¿Cena?" preguntó en voz baja. Sus hombros estaban estirados, no queriendo llamar la atención sobre sí mismo.

Su madre no lo miró. "Sí, ¿por qué?" Sus ojos estaban en las flores que estaba colocando en un jarrón. "Va a venir toda la familia."

"Genial," dijo su padre.

bloodsport ⚽️ [terminada] [harry's pov]Where stories live. Discover now