Capítulo 13.

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—¡Lucas, ¿Ya estás listo?!—Cuestionó Masie mientras corría por toda la casa en busca de todas las cosas que iban a necesitar para el evento. Se había despertado muy temprano para alistarse a ella y a su hijo, además de terminar de preparar las cosas antes de que Cayden los recogiera aquella mañana, pero ahora no encontraba la pañoleta que le habían pedido a Lucas y estaba hecha un desastre.

—¡Mami! ¿En dónde dejaste el regalo?

¿Qué rega...? ¡Oh, sobre tu cajón!—Gritó y en eso sonó el timbre, dando más presión ante su desesperada búsqueda.—Maldición.

Lucas chilló y salió corriendo de su habitación con la pequeña bolsa de regalo contra su torso; antes de que Masie pudiera detenerlo, el pequeño ya estaba abriendo la puerta y saludaba a Cayden con una sonrisa en su rostro.

—¡Para ti!—Gritó y le tendió el regalo, moviéndolo frenéticamente.

—Oh, buenos días Lucas.—Cayden sonrió al ver a su hijo y pasó una mano sobre su cabello, cuidando de no despeinarlo.—¿En serio esto es para mí? ¿Por qué?

—Buenos días, Cayden.—Masie se apresuró hacía la puerta.—En un momento estamos listos, solo tengo que ir por la bolsa y buscar su pañoleta, no recuerdo dónde la puse.

—Buenos días, Masie. No hay problema, decidí llegar unos minutos antes para verlos antes de irnos, así que no te preocupes.—Entró cuando Masie se apartó de la puerta y miró el perchero a su lado.—¿Acaso no es esa la pañoleta que buscas?

Masie volteó y vio la pañoleta de color rojo que sobresalía entre las tonalidades de las paredes; se golpeó mentalmente y sonrió apenada, recogiéndola.—Gracias.

—¿Y a qué se debe esto?—Señaló el regalo, viendo como Lucas volvía a correr a su habitación.

—Le dije que mañana cumples años, y como no sabía si tenías planeado pasarlo con él o venir, decidimos darte un detalle hoy. No es mucho, no pienses que será algo costoso o extravagante, solo es un detalle de nuestra parte y Lucas estaba emocionado queriendo comprarte algo.

Algo en su pecho se removió, conmovido por su acción.—Muchas gracias, realmente no era necesario. Me sorprende haber recibido algo, además de que aún te acordaras de mi cumpleaños, han pasado años...

Masie no contestó rápidamente, desviando la mirada.—¿Por qué la olvidaría? Pasamos varios cumpleaños juntos, no es como si pudiera borrarla con facilidad.

—Cada cumpleaños me sorprendías con un regalo mejor que el anterior, no tenía que ser costoso ni nada, porque de solo recibirlo por parte tuyo ya lo adoraba, fuera lo que fuera.—Confesó, aferrando la bolsa contra su torso, recordando cuántos cumpleaños había pasado en la soledad, sin atreverse a celebrarlo.

—Me gustaba celebrarlo...—Antes de que alguno de los dos pudiera decir algo más, Lucas apareció por el pasillo.

—¿Ya nos vamos? ¡Llegaremos tarde!—Protestó, acomodando su mochila sobre su hombro.

Ambos padres sonrieron y asintieron, Masie corriendo por su bolsa y saliendo de la casa tan pronto como estuvieron todos listos. Dentro del automóvil se sentía una vibra familiar, tarareando la canción que sonaba en la radio y Lucas haciendo preguntas y comentarios cada cierto rato, impaciente por llegar a su escuela y mostrarle aquel fragmento que le tocaba decir. Se había esmerado por decirlo a la perfección, y aunque le costaba decir algunas palabras, estaba seguro que todo saldría bien.

Cayden estacionó tan pronto como encontró un espacio libre, bajaron todos y se encaminaron a la entrada de la escuela donde los profesores los recibían con una sonrisa y les daban la bienvenida. Les entregaron un itinerario donde venían todos los números y actividades planeadas, por lo que fueron a buscar un lugar y apartarlo hasta entonces.

—¿Quieren que les traiga algo? Hay varios puestos de comida y postres, ¿O quieren ir a jugar en alguna de las carpas?—Cayden cuestionó mientras observaba a su alrededor. 

Los padres y alumnos se arremolinaban en todas partes, disfrutando de una sana convivencia antes de que las actividades dieran inicio. Todavía no daban el primer llamado, por lo que se dieron la libertad de ir a comer algo mientras hacían tiempo y seguir viendo los demás puestos, observando todo lo que vendían y ofrecían los propios padres de familia que les habían tocado encargarse de los negocios. Masie sonrió a un par de padres que conocía del salón de su hijo, y no pasó por alto las miradas que atraía al no estar sola como anteriores eventos se encontraba, Cayden de por sí llamaba la atención y ahora que los acompañara acaparaba más las miradas.

—¿Podemos jugar a ese? Por favor.—Lucas pidió con un pequeño puchero, señalando el puesto donde varias personas jugaban cargando una pequeña arma y trataban de tirar todos los patitos amarillos.

—Por supuesto, vamos.—Cayden sonrió mientras tomaba la mano de Lucas y cruzaban el lugar, Masie quedando a unos pasos detrás de ellos.

La imagen que estaba teniendo de ellos dos la atesoraría toda la vida, verlos tan unidos y haciendo el papel de padre e hijo la ponía sensible. Todas la veces que había imaginado ese tipo de momentos en su mente no le habían hecho justicia a lo que estaba vienod en ese momento, no se asemejab en absoluto, era mucho mejor. Siempre se sentía mal porque Lucas observaba en esos eventos a los demás niños, viendo como iban de la mano con sus padres y pasaban un buen rato, mientras que en su caso solo eran su madre y él, se sentía solitario en ocasiones y no le gustaba pensar que su mamá se quedara sola mientras él iba a jugar con sus amigos. Pero aquel día no tenía porqué ser así, ahora estaba Cayden y no estaría más sola.

¿Cayden ya formaba parte de su pequeña familia de dos?


(...)


Para la segunda llamada ya todos los niños se encontraban con sus profesores y formados, a punto de iniciar las actividades planeadas. Había niños que iban uniformados, otros con trajes pomposos que los hacían ver relucientes, otros pocos con ropa normal ya que su presentación no era nada formal, pero Masie solo tenía ojos para su hijo, preparando su celular para tomar fotos y grabarlo.

—¿Cómo te sientes? ¿No estás abrumado?—Cuestionó Masie mientras veía a los demás padres tomar su respectivo lugar antes de que el evento iniciara.

—¿Por qué lo estaría?

—Bueno, considerando que es tu primer evento de Lucas, suponía que te podías sentir un poco fuera de lugar.

Negó con una sonrisa.—Estoy bien, lo estoy disfrutando realmente. Prácticamente me mentalicé de esto ayer cuando fui a dormir, sabía a lo que me atenía y sinceramente me gusta, se siente bien.

Masie asintió complacida con su respuesta, mirando al frente.—Cuando quieras venir a sus eventos, eres bienvenido siempre. Jamás lo había visto tan feliz en este tipo de eventos, y se debe gracias a ti, así que considéralo. 

—Entonces aquí me tendrán a su lado, en todos los eventos a partir de hoy.

Y cuando dieron el tercer llamado, sus palabras quedaron en el aire, con una promesa silenciosa de que así sería. Porque a esas alturas, solo deseaban la felicidad y el bienestar del otro, y habían comprendido que la única manera de que se sintieran así era estando los tres juntos.

➵ Love never felt so good ✓Where stories live. Discover now