Capítulo 12.

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El día en la oficina estaba tranquilo cuando Masie se dirigía al piso de arriba en busca de Cayden mientras jugaba con sus manos en un acto nervioso. Se mentalizó que no estaba haciendo nada malo y que solo sería un pequeño intercambio de palabras, nada formal y se podría ir. Pero la verdad es que desde antes de dormir había creado un diálogo improvisado de como invitar a Cayden al festival de Lucas y solo parecer de que lo quisiera cerca para su hijo, no porque ella quisiera volver a pasar más tiempo con él.

Desde que habían terminado el proyecto solo coincidían en las mañanas y cuando él iba a visitar de Lucas, pero de ahí en fuera ya no compartían momentos juntos. Eso le soltó un suspiro y las puertas del ascensor se abrieron, dando vista a un piso del cual no estaba tan familiarizada. 

Caminó entre la hilera de puertas hasta que encontró su nombre grabado en una de las placas que reconocía a cada cubículo. Sonrió y con un suave golpe esperó la respuesta.

—¡Adelante!

Abrió la puerta con cuidado y asomó su rostro primero.—Buenos días, Cayden.

—Oh, Masie. Entra, ¿Qué te trae por aquí?—Quitó la mirada de los papeles y sonrió al verla entrar por completo a su oficina.

—Quería ver como te iba en tu nueva oficina.—Cerró la puerta y miró el lugar con algo de asombro.—Es la primera vez que subo a este piso y entro a una oficina, se ven demasiado amplias y elegantes.

—No lo creas, ya la decoré como me llegó a gustar, pero realmente te las entregan en blanco.—Sonrió y apoyó su barbilla sobre su mano.—¿Cómo están tú y Lucas? No pude ir este fin de semana a verlos.

—No te preocupes, estamos bien. De hecho es por él la razón del cual estoy aquí.—Confesó con una sonrisa tímida y tomó lugar en uno de los sillones que se encontraban en el extremo de la pared, sintiéndose cohibida.

—¿Todo bien?

Asintió.—No es nada malo, solo que Lucas tendrá un evento esta próxima semana donde nos invitan a los papás. Se pone divertido a veces, hay espectáculos hechos por cada grupo de niños, los juegos y la comida que ofrecen nunca decepciona, pensé que te interesaría ir y así poder pasar un rato juntos, que te sientas integrado a las actividades escolares de Lucas ya que la escuela ya sabe que eres su padre y demás.—Las últimas palabras parecían más para convencerse de sí misma de que era una invitación exclusiva de Lucas que el querer pasar más tiempo con él.

—Oh, por supuesto que me gustaría asistir, solo dime el día y la hora, ahí estaré sin duda alguna. ¿Lucas tendrá una presentación?

—Me dijo que a su grupo le tocó recitar un poema, lo estuvo ensayando pero no quiere que lo escuche, así que anda todo misterioso conmigo.—Soltó una carcajada al recordar las actitudes indiscretas de su hijo y volteó su mirada para verlo.—Te haré llegar la invitación electrónica que nos mandaron por parte de dirección, ahí vienen todos los datos.

—Perfecto, ¿Quieres que pase por ustedes ese día o nos vemos en la escuela?

La pregunta la tomó desprevenida, sorprendida.—Oh, no quisiera que te tomaras dicha molestia, podríamos vernos allá directamente.

—Aunque si saben que soy el padre de Lucas, lo mejor sería que llegáramos todos juntos. Pasaré por ustedes, solo definamos la hora ya que tenga la invitación en mi correo, ¿Te parece?

—Claro, si así lo quieres estará bien para nosotros.—Se levantó del sillón y señaló la puerta.—Tengo que ir a terminar mis deberes, solo quería venir a decírtelo en persona y aprovechar para saber como te encontrabas en tu nueva área.

—Debo de confesar que no es de mis áreas favoritas, todos mis compañeros trabajan con números y nos catalogan como números, pero no me puedo quejar por ahora ya que sigo siendo el nuevo.—Hizo una mueca de aburrimiento pero la reemplazó por una sonrisa.—Gracias por venir, ya extrañaba poder ver a alguien conocido

—Bueno, cuando quieras escapar siempre estará mi oficina, o cualquiera del piso de abajo.—Ambos rieron por la aclaración y Masie lo tomó como su momento para retirarse de ahí.—Entonces nos ponemos en contacto, nos vemos.

—Hasta luego, Masie.—La despidió con un gesto de mano y la vió marcharse, cerrando la puerta con cuidado al salir.

Se quedó viendo la puerta por un lapso de tiempo, sintiendo un tirón en su pecho. Sin duda la visita sorpresa de Masie había mejorado su día, por lo que en toda la jornada de trabajo y hasta en la salida tuvo una pequeña sonrisa tirando de sus labios, sin poder borrarla.


(...)


Lucas chillaba mientras las burbujas le hacían cosquillas en su nariz; y es que le gustaba tanto poder tomar una ducha en la bañera porque de esa manera podía jugar con sus muñecos de acción y hacer burbujas tal y como en esos momentos lo estaba haciendo.

—Termina de enjuagarse o te convertirás en una pasita, cariño.—Masie murmuró mientras salía a buscar la pijama de su hijo, preparándolo para irse a dormir.

El niño emitió un quejido pero siguió jugando, haciendo ruidos de explosión y golpes contra sus muñecos hasta que vió a su madre volver a entrar en el cuarto de baño.

—¿Cayden aceptó venir a verme para el festival?—Cuestionó con un brillo en sus ojos, esperando una respuesta.

—Claro, pasará por nosotros y nos iremos todos juntos.—Sonrió mientras quitaba el tapón a la bañera y sacaba los juguetes del agua.—¿Te emociona verlo ahí?

Asintió con una gran sonrisa, la cual a Masie le recordaba tanto a Cayden.—Él me cae muy bien.

—¿Ah, sí? A él también le caes muy bien.—Pasó una toalla por su cabello y rostro, haciéndole cosquillas.—Cariño, ¿Qué piensas de papá?

—¿Papá?—Preguntó de vuelta con una mirada llena de curiosidad.

—¿Qué piensas sobre tener un papá? ¿Llamar a alguien por el nombre de papá?—Reformuló la pregunta, mirándolo a detalle.

Lo pensó por un momento, ¿Qué era lo que debía de responder? Jamás pensó en su papá porque su mamá siempre cumplía el rol de ambos, no cuestionaba donde se encontraba papá porque su mamá siempre estaba ahí para él, cumpliendo el labor de dos personas. ¿Qué podría pensar de tener un papá?

—¿Cayden puede ser mi papá?

La pregunta la tomó desprevenida, casi creyendo que lo sabía.—¿Quieres que Cayden sea tu papá?

Asintió con entusiasmo.—Él me cae muy bien y pasa mucho tiempo a mi lado, quiero que sea mi papá.

—Bueno, cariño... aunque así no sucedan las cosas, creo que podríamos meditarlo mejor. No podemos ir y decirle directamente que sea tu papá, debe de existir una conexión entre ustedes y que lo sientan mutuamente.—Aunque eso no parezca algún problema.

El niño procesó las palabras de su madre mientras era envuelto en una gran toalla y era sacado de la bañera. ¿Podría ver a Cayden como un padre? De eso no habría duda, la forma en que lo trataba lo hacía sentir querido y adorado, le gustaba jugar con él y que lo consintiera, tanto como su madre lo consentía. ¿Cayden aceptaría ser su padre?

—¿Y cómo se hace eso?—Preguntó cuando ya se encontraba acostado y Masie lo arropaba.

—¿Crear una conexión?—Asintió.—Bueno, es algo más que se sienten entre ambos, lo descubrirás con el tiempo.

—¿Y si no lo siento jamás?

—Créeme, lo harás.—Besó su frente y apagó las luces de la habitación.—Pero ahora es momento de dormir, no te mortifiques con ello, solo lo sentirás, amor. Buenas noches, descansa que mañana nos espera un día lleno de trabajo.

—Buenas noches, mami.—Vió a su madre irse por la puerta de la habitación y se dedicó a ver el techo con curiosidad.

¿Cómo podría sentir una conexión con Cayden? 

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A esta historia le quedan apróximadamente 3 capítulos para concluír ;).

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