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Se acostó en la cama, cargando a Douma encima suyo cubriendo a ambos con las mantas, rodeando la cintura de Douma en un abrazo mientras repartía cálidos besos en el rostro y labios del menor.

-Te amo Douma.-

El corazón del menor se aceleró al escucharlo y sus mejillas comenzaron a arder.

-Y-Yo también te amo Kokushibo.-

Los ojos del adolescente se cerraron y cayó dormido en brazos del demonio, quien sonreía encantado mientras acariciaba cariñosamente su cuerpo repartiendo suaves besos en su rostro, al menos así fue hasta que escuchó el sonido de un biwa.

Con cuidado dejó al menor durmiendo en la cama y se vistió rápidamente.

Una vez más el instrumento musical volvió a sonar y apareció en medio de una sala, sala en donde se encontraban Kaigaku, Nakime y Hantengu.

El pelinegro menor rápidamente saltó sobre Kokushibo y lo abrazó cariñosamente. -Te extrañé papi.-

Nakime por su parte se puso de pié junto a Hantengu antes de volver a hacer sonar su biwa.

Junto a ellos apareció Rui junto con su familia araña, los tres demonios sirenas y Kyogai.

El último en ingresar a la sala sonrió y se acercó a Nakime abrazando sus caderas. -Hola cariño, te extrañé.-

Kokushibo rodó los ojos fastidiado y empujó a Kaigaku lejos de su vista mientras se acercaba a Rui inclinandose delante suyo. -Hola pequeño, ¿cómo están tu y tu familia?- Preguntó con curiosidad el de seis ojos.

-Afortunadamente muy bien maestro Kokushibo, aunque mi madre sigue siendo rebelde queriendo mostrar su verdadera apariencia.- Respondió el albino sintiendo una lágrima caer por sus mejillas. -¿Tan feo soy?-

-No digas eso pequeño.- Cargó al menor en sus brazos y acarició sus cabellos cariñosamente. -Eres hermoso mi niño, pero ya sabes que es difícil para ellos controlar el poder para transformarse, solo dales tiempo, ¿si?- El menor asintió y lo bajó con cuidado dándole un beso en la frente.

Un nuevo sonido de biwa sonó y todos se inclinaron desde el lugar donde estaban. Segundos despues, Kibutsuji ingresó en la sala. -Buenas noches mis demonios. Les tengo malas noticias.- Comenzó sentándose delante de ellos. -Pueden dejar de reverenciarme.-

Todos se sentaron en el suelo viendo preocupados a su líder. -Muzan-sama, ¿qué ocurrió?- Preguntó Nakime preocupada.

-Me temo que Yoriichi regresó. -Todos los demonios pusieron una expresión de terror en sus rostros. -Pero de ello se encargará de explicarles Kokushibo.-

El de traje se hizo a un lado y el de yukata morada se sentó junto a el. -Amigos míos, Kaigaku, Nakime. Hace unos días fui invocado. Todos saben bien lo que pasa cuando alguien invoca a uno de nosotros, se abre una brecha entre esta fortaleza y el mundo humano. Y cuando esa brecha se abre... El despierta.-

Se tomó una pausa para volver a hablar. -La situación es la siguiente. Fui invocado en una fiesta de adolescentes, los cuales ofrecieron a uno de sus amigos como tributo. Actualmente ese chico y yo... Formamos una relación. Sin embargo, no se como mi hermano reencarnó en el cuerpo de un familiar lejano a un idiota que quiere ligar a mi novio. También descubrí que los traidores, Tamayo Kibutsuji y Yushiro siguen con vida.- Finalizó su relato viendo como sus amigos lo veían sorprendidos, asustados y enfadados.

Muzan carraspeo comenzando al habla. -Todos sabemos bien lo que pasó hace 150 años cuando Nakime invocó a Kokushibo. Esos dos horribles años en oscuras guerras... Varios de nosotros se perdieron en el cielo... Pero tengo la esperanza de que lograremos salir de esta situación. Hace 150 años perdimos la batalla, ¡pero este año ganaremos la guerra y viviremos en paz en la prisión donde fuimos encerrados juntos!- Todos comenzaron a aplaudir alegremente.

Mi demonio acosador ||Kokudou|| (R+18)Where stories live. Discover now