Mi Suegro Y Yo -NamJin.

Capítulo Nueve.

La vista para SeokJin era un poco cruda, y apesar de que tuvo que huir del lugar simplemente subió a su antigua habitación y después de sacar un suéter que dejó la vez pasada bajó para acompañar a los demás, claro que no faltaron sus bufidos ni las malas mirada hacia JungKook quien solo volteaba a otro lugar sin mucho interés.

Fue así que en la puesta de sol y después de comer y estar llenos disfrutaron de la vista, sentado en una silla de playa metros atrás de su padre observaba cómo él y JungKook se reían, Jeon entre las piernas del señor Kim recostado en cu pecho cara a cara mientras hablaban muy entretenidos y a veces se daban uno que otro beso tímido por estar en frente de otros. NamJoon sentado en otros silla a su lado, algo tenso de tenerlo tan cerca después de la conversación, por primera vez habló.

-Se ve que están bien juntos- SeokJin solo soltó un sonidito con la garganta.

-No me gustaría aceptarlo, pero no puedo evitarlo de todos modos.

-No debes de pensar en cómo va a terminar algo que aún no ha empezado, dale una oportunidad a JungKook, recuerda que antes de ser pareja de tu padre era nuestro amigo.

-Dejó de serlo después de esta traición- se cruzó de brazos con el ceño fruncido.

-Sabes que JungKook también se siente mal, le duele que nos hayamos alejado de él solo porque no pudo evitar enamorarse de alguien a quien no debía amar.

-Entonces si sabía que no debía enamorarse de él por qué lo hizo, fue su culpa y ya no hablemos del tema porque me enfado más.

NamJoon simplemente asintió dejando el tema de lado, y cuando parecía que el sol se pondría oscuro decidieron retirarse.
Se despidieron algo tensos y con bolsas de comida, pues había sobrado mucha carne y podían llevarla para el trabajo en vez de gastar dinero en restaurantes, los dos se dispusieron a ir en el auto del moreno.

-Me duele la cabeza- siguió SeokJin después de llegar a la casa, tomando un vaso de agua mientras veía a NamJoon meter la comida a la nevera-. Realmente me estoy volviendo viejo.

-Incluso tu papá resistió tres copas de vino, me sorprende que con dos tú ya estés mal.

-¿Enserio te burlas de mí? Estoy seguro que tú aún sigues mareado.

-Yo me tomé una botella entera y antes de que llegarás ya llevaba tres cócteles de Bacardí, obvio que estoy mareado y fue muy irresponsable de mi parte manejar en este estado.

Los dos rieron levemente, NamJoon terminó con la comida y cuándo cerró la puerta de la nevera volteó hacia su aún esposo.

-¿Estás mareado también?- preguntó y SeokJin asintió.

-Sólo un poco...

El lugar quedó en silencio, los dos se veían fijamente con ojos tímidos y antes de decir cualquier otra cosa ya estaban comiendose las bocas.

Caminaron con pasos torpes hacia el sillón largo de la sala y se tumbaron en este, la ropa comenzó a desaparecer, las respiraciónes agitadas eran lo único que se escuchaban y los gemidos de SeokJin solo ponían más duro a NamJoon quien no dudó en penetrarlo con un movimiento desesperado.

Sus pieles chocaban, sus frentes perladas en sudor y los chasquidos de sus lenguas al jugar entre sí mientras las estocadas eran más fuertes con el pasar de los segundos. SeokJin enterró sus uñas en la espalda ancha del moreno y cuando pensó que no podía sentirse mejor NamJoon besó su cuello, ahí donde sabía que era su punto débil, y finalmente se corrió soltando un gemido cuando sintió al menor hacerlo dentro de él.

Sus respiraciones ahora empezaban a calmarse poco a poco y como cuando estaban juntos no duraron en permanecer juntos.
NamJoon enterró su rostro en el cuello de SeokJin y este simplemente acarició su espalda.

-A veces...- comenzó el moreno-. Pensaba en cómo sería formar una familia contigo, me gustaría tener muchos hijos porque sé que se parecerían a tí, igual de bonitos y tiernos...

SeokJin no habló y simplemente lloró en silencio, aún con la respiración de NamJoon en su cuello.

-Serían tan bonitos que todo el crédito te lo quedarías tú, porque yo soy tan torpe y horrendo que nadie creería que son mis hijos. Sí me hubiera gustado vivir así a tu lado y perdón si divago es que aún estoy mareado y muy enamorado...

-AnaBoleda