Capítulo Cinco.

2.2K 424 82
                                    

NamJoon vió como la carne chilló después de ponerla en el asador, el día que era caluroso y él con solo veinticinco años se moría de calor de solamente estar parado como menso a un lado del padre de SeokJin.
Era la primera vez que se conocían y el silencio era algo incómodo cuando solamente se limitaba a sostener un pedazo de cartón y echar aire para que el fuego prendiera.

Suspiró pesado, levantando la vista y encontrándose a SeokJin un poco más lejos a lado de su madre, platicando de quién sabe qué mientras que dos niños quienes eran sus sobrinos jugaban alrededor.
Sonrió como estúpido cuando chocó miradas con el mayor y éste le guiño un ojo.

Hasta que recibió un golpe en la nuca por parte de su suegro y lo hizo regresar del mundo del amor.

-¿Qué tanto le ves?- preguntó fingiendo ser celoso-, Pareces idiota ahí nada más paradote, tráeme la carne pero a la de ya.

-Si señor- corrió rápido y cuando se dió cuenta que iba en dirección contraria se regresó notando de reojo la mirada desaprobatoria del señor Kim.

Al final de toda esa reunión familiar, y de que SeokJin lo haya presentado oficialmente como su novio, el día acabó y NamJoon y SeokJin se encontraban en la entrada de la bonita casa de dos pisos.

-¿Te la pasaste bien?- preguntó el mayor y el moreno asintió-. Si no fuera por ti creo que la carne se le hubiera quemado a mi papá.

-Si... Creo que no le caí muy bien- rascó su nuca con una mueca en el rostro y SeokJin sólo rió por eso.

-Él es así, estoy seguro que más adelante te amará. Ahora solo quiere aparentar ser un padre celoso pero no es nada más que un cachorro.

Los dos rieron por eso y finalmente se dieron un beso como despedida.

NamJoon dejó de lado sus pensamientos, su mirada fija en el asador y esa carne que ya estaba más que quemada, incluso no podría llamarse ni carbón.
Levantó la vista y ahora en vez de encontrar a SeokJin se encontró con la compañía de la soledad, no había nadie a su alrededor, la mesa de jardín estaba llena de comida pero las dos sillas vacías, cuando una debería estar ocupada por Jin, quien siempre lo ayudaba a preparar algún cóctel de alcohol para acompañar la carne.

Maldijo por darse cuenta que los domingos de carne asada que se acostumbraron a hacer ya no estaban, y que su esposo debía estar haciendo otra cosa.

Se dirigió al interior de la casa y en la cocina se encontró a SeokJin riendo por algo que veía en el celular. Lo ignoró y de la nevera buscó otro kilo de carne, hasta que SeokJin volvió a reír y aunque él intentó ignorarlo no pudo hacerlo porque el hombre es débil.

-De qué tanto ríes- preguntó fingiendo cero interés.

-No creo que debas saberlo tú.

-Oh vamos, claro que debo saberlo cuando ya te resite en frente mío.

-Bueno si tú insistes...- SeokJin lo vió pararse a un lado suyo y recargarse en la barra de piedra blanca-, Esa noche que salí con JiMin fuimos a un antro, yo iba con unos zapatos muy bonitos y ya me di cuenta que ya todos usan tenis incluso con vestidos.

NamJoon sonrió ya más animado por el tono juguetón del mayor, incluso con la idea de invitarlo a preparar la carne junto a él.

-Él chiste es que un tipo se me acercó y me pidió mi número- la sonrisa de NamJoon se borró lentamente y SeokJin no pudo darse cuenta cuando cerró los ojos emocionado-. ¡Dios! Él es tan guapo, así que nos estamos mensajeando.

-Ah...

Cuando SeokJin abrió los ojos se dió cuenta del rostro del moreno y le bajó dos rayitas a su emoción.

-Sabes NamJoon, tú también puedes conocer a gente nueva, yo no .e molestaré ni mucho menos ¿Está bien? Debemos salir adelante y para hacerlo tenemos que conocer a otras personas.

Dicho esto se enderezó y se retiró escaleras arriba.

Esa tarde NamJoon quemó otros cinco kilos de carne.

-AnaBoleda.

Mi Suegro Y Yo -NamJin.Where stories live. Discover now