Capítulo Siete.

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SeokJin entró a la casa con pasos silenciosos, sabía que NamJoon era de tener el sueño liviano y si no quería que se enterará de la hora a la que había llegado era mejor no hacer un escándalo.

Lo que no esperó fue escuchar música en un sonido bajo, la casa olía a cigarrillo y alcohol y podía escuchar una que otra vez como alguien sorbaba su nariz.
Se adentró más a la casa dejando antes su abrigo y bolso de hombro, cuando llegó al comedor se sorprendió de ver a NamJoon sentado en una de las sillas, la mesa estaba llena solamente de botellas de alcohol y solo con un vistazo pudo ver tres cajetillas de cigarro ya vacías.

-NamJoon- murmuró llamando la atención de este quién volteó a verlo y dejó de murmurar la canción que se reproducía.

-SeokJin, buenas noches- fingió una sonrisita y volvió a perder su mirada en algún punto vacío.

-¿Qué haces aquí a estas horas?- está vez se sentó en una silla frente al menor quien se encogió de hombros.

-Vinieron los chicos, y yo quise escuchar música un rato más. ¿No te ha pasado? Solo quieres escuchar música y olvidarte de todo lo demás.

SeokJin sonrió triste escuchando la letra de la canción y entendiendo porqué su todavía esposo estaba en esas condiciones.

-Vamos NamJoon, es algo tarde.

-No, tú ve a descansar ¿Cómo te fue en tu cita con ese abogado? Debió ser buena para llegar a esta hora, entonces debes estar cansado.

-¿Qué...?

-Claro que YoonGi me lo dijo- rió sin gracia-. No importa, ¿No lo dijiste tú? Debemos salir adelante con alguien más, y si respeté tu decisión de divorciarte de mí por qué no aceptaría que conocieras a alguien más. De todo modos el corazón ya lo tengo roto.

-Vamos NamJoon, no me hagas esto por favor.

El moreno alzó una de sus cejas con ironía por lo que acaba de escuchar, dejó la bachicha del cigarrillo en el cenicero y no dudó en prender otro.

-Yo no hago nada- se encogió de hombros dándole una calada y cruzandose de brazos y piernas-. Yo no quise acabar con este matrimonio así que no me vengas a pedir de favor que no te diga nada cuando claramente tú tampoco quieres decirme nada de lo que hice.

SeokJin suspiró pesado y recargó sus codos en la mesa de vidrio para frotar sus manos en su rostro, siguiente a eso simplemente recargó su barbilla en la palma de una de éstas y se dedicó a sólo observar al moreno quien también lo observaba

-Qué quieres que te diga- continúo el mayor sin dejar su posición.

-Yo no quiero que me digas nada, sino ya te lo hubiera pedido desde hace mucho, lo que quiero es que tú, por tu propia cuenta, me expliques por qué.

-Por qué qué.

NamJoon se encogió de hombros.- pues no lo sé... Ya ni siquiera estoy seguro de lo que está pasando.

-Vamos NamJoon, no hay mucho que explicar, simplemente las cosas suceden y no podemos evitarlo. No sé qué decirte, ni cómo consolarte-

-Ay por favor SeokJin - interrumpió ya molesto- No me salgas con esas cosas. ¿No sabes cómo consolarme? Por qué no mejor te callas la boca.

-NamJoon cálmate.

-No, es que no me calmo- está vez NamJoon se enderezó y los músculos de sus brazos se tensaron con coraje, aún con el cigarro entre sus dedos-. Todavía me cuentas de un tipo que te pide tu número y te sales a escondidas con él, ¿Entonces qué me das a entender? Yo no creo que me pediste el divorcio porque me odias, pero si tanta era tu necesidad de estar con otro hombre entonces no hubieras empezado esta mierda desde un inicio.

-¿Esta mierda? NamJoon estamos casados, si fuera una mierda entonces nunca hubiera aceptado que así fuera.

-Fue una mierda desde el momento en que decidiste que se acabará-

-Te odio NamJoon- interrumpió y NamJoon sintió un golpe en el pecho-. No te puedes imaginar el odio que te tengo y espero que tú también me odies, porque mi opinión nunca va a cambiar.

SeokJin esperó incluso un golpe, un insulto o que le aventara una botella de vidrio que tenía cerca para que sacará todo su odio contra él, pero eso nunca pasó. En cambio NamJoon sólo se limitó a fruncir el ceño y finalmente las lágrimas no evitaron salir como cascada sobre sus mejillas, sus sollozós eran dolorosos y a veces se tocaba el pecho aún por las punzadas que sentía en este.

Y SeokJin tampoco evitó acompañarlo en el llanto, la música se seguía escuchando y el cigarrillo en los dedos de NamJoon finalmente se terminó de consumir.

-AnaBoleda.




Mi Suegro Y Yo -NamJin.Where stories live. Discover now