VI: ¿Es Culpa de los Pingüinos?

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Había llegado en momento.

Estaba en el "en vivo" desde hace un par de...

¿Minutos?

¿Horas?

¿Quién sabe?

Ya había cumplido 4 de los retos. Uno más y habría hecho el mínimo. Pero... Ese reto...

—El último reto es de... Dinosaurio Rawr. Ugh. ¿En serio debo hacer esto? "besa a Tori en la boca" ¿por qué a la commie? de todas las personas, ¿por qué la commie?

Y una explosión de comentarios diciendo que debía hacerlo, algunas amenazas, y un montón de gente fangirleando se hizo notar en el chat.

Habían otros a quienes les desagradaba la idea o decían que si ella no quería hacerlo, no tenía que, pero fueron opacados por todos los demás, por lo que nadie llegó a leer sus comentarios.

—Hey, cálmense. Haré esta ridiculez. Iugh, después de esto voy a necesitar un litro de vodka —Se mostró claramente disgustada, harta del día que estaba teniendo, sólo quería irse a dormir 17 horas—... ¿Pero qué les pasa? Ahora que reviso, hay varios que quieren este reto...

Resulta que, en los comentarios de otros vídeos, y en los correos, salían muchos, (en serio, muchos), usuarios que habían propuesto un reto similar.

Empezó a mencionar algunos de esos 'enfermos mentales', según ella.

El chat, por alguna razón, se calmó lo suficiente para ver un comentario de... Ay, no puede ser.

[Dinosaurio Rawr: Tranqui, Tam! Te va a gustar~ y tenemos un trato, recuerdas? uvu]

Sí, pero con el dinero que había ahorrado bien podía cambiarse el nombre, comprarse un tinte, empacar sus cosas, huir a Yibuti, y que no sepan más de ella.

Soltó un suspiro de fastidio, preparándose mentalmente para lo que se avecinaba.

—Bien, que sea rápido. Pero... ¿cómo lo grabo sin que ella sepa que estoy grabando...? Que humillante.

Después de pensar un rato, colocó la cámara estratégicamente en una estantería para que diera una vista perfecta a su habitación. Procedió a llamar a la de ojos platinados desde su habitación. Abajo, todas las demás chicas que vivían ahí se miraron levantando las cejas.

¿Tamara llamando a Tori? Que raro, casi siempre es al revés.

—¿Crees que esté enferma? —Preguntó al aire la de constelaciones en la piel— ¿O se golpeó muy fuerte la cabeza?

La de ojo-... No-ojos se asomó por las escaleras y le indicó nuevamente a la de extravagante peinado que subiera.

—Yo creo. ¿O quizás son los pingüinos otra vez? —Sugirió la única de pelo cual chocolate en la habitación.

Al no ver más que confusión en cara de quién se supone debía besar, se dispuso a bajar para arrastra a la más alta hasta su cuarto. No hizo falta. Se detuvo al ver que iba a cooperar con ella.

—Tendré que averiguarlo.

¡Te reto a...! [ToriTam]Where stories live. Discover now