Capítulo 23: Celos - Parte 6

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Cuando Tobio entró a su casa, notó que tanto su hermana como su madre se movieron con mucha rapidez desde una de las ventanas para acercarse a él.

"¡Hola, Tobio!" Exclamaron las dos al mismo tiempo.

"Hola." El muchacho respondió con algo de extrañeza.

"Yyyyy... ¿Todo bien?" Akira preguntó con una sonrisa extraña. El muchacho la miró confundido antes de responder.

"¿Sí?" Dijo inseguro. "Ya cené así que voy a dormir. Buenas noches."

El chico partió al segundo piso, se lavó los dientes y ya estaba listo para acostarse, cuando alguien toca a su puerta.

"Tobio, voy a entrar." Anunció su padre antes de abrir para entrar al cuarto.

"¿Qué pasa?" Vio que Hiroshi cerró la puerta detrás de él, se acercó a la cama y se sentó sobre ella. El hombre le señaló un lugar sobre la cama para él también se sentara, por lo que obedeció.

"Tu mamá tiene la idea de que te serviría hablar conmigo sobre tus problemas con Hinata." Explicó el mayor con serenidad, frente a lo que Tobio abrió mucho los ojos, sorprendido.

"¿Cómo- cómo saben ustedes-?"

"Hinata vino hace unas horas cuando debería haber estado ya en el cumpleaños de su hermana, y tú no fuiste con él como nos dijiste..." Cuando el joven lo miró confundido, decidió explicarse. "Te mandé un recado con él, y lo habrías recibido si hubiesen estado juntos; le dije que nos llamaras. Y ahora llegas a casa muy tarde junto a otro joven." El muchacho escuchaba aturdido la información. "No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que algo está pasando."

"¿Hinata estuvo aquí?" Tobio preguntó algo ansioso.

"Sí, y no se veía nada de bien." Hiroshi dijo mirándolo directamente, por lo que su hijo bajó la cabeza.

"Estaba molesto, ¿cierto?"

"No." Ante la mirada interrogante el adolescente, el padre continuó. "Se veía nervioso, tal vez algo asustado."

"Eso no tiene sentido... la última vez que hablé con él en la escuela estaba molesto conmigo." Murmuró Tobio más para sí mismo que para el otro.

"¿Y tenía razones para molestarse contigo?"

"No. Yo no hice nada malo. Él se comportó con el idiota que es." Tobio replicó un poco a la defensiva, para luego caer un poco en la tristeza. "Pero tampoco quiero que esté molesto conmigo." Admitió algo avergonzado.

"Entonces, enfrenta a ese enano y aclaren las cosas." Dijo Hiroshi con simpleza, frente a lo que su hijo asintió. "¿Por qué nos mentiste sobre dónde y con quién estarías?"

"No mentí. Realmente iba a ir al cumpleaños de Natsu con Hinata, pero... Hinata se molestó conmigo hoy, y me dijo que no quería que lo acompañara..."

"¿En serio?" Hiroshi se veía genuinamente confundido, lo que le llamó la atención a Tobio.

"Sí... y, bueno, hubo un cambio de planes al último minuto." Se justificó irritado. "¿Por qué les importa tanto si fui al bendito cumpleaños o no?"

"Sabes perfectamente las reglas..." Hiroshi comenzó a decir con seriedad. "Tanto tú como tu hermana deben avisarnos donde estarán. Si hubo un cambio de planes, es tan simple como enviar un mensaje y avisar. Hoy rompiste esa regla."

"Solo me distraje y se me olvidó avisar. No es para tanto." Murmuró de mala gana el joven.

"¿Quién te trajo a la casa?"

"Un..." Pero Tobio se detuvo en su respuesta... ¿Qué era Miya? ¿Un conocido? ¿Un superior? ¿Un rival? ¿Un amigo? Mientras pensaba en su respuesta, comenzó a preguntarse por qué de repente su padre mostraba tanto interés en sus juntas. "¿Desde cuando tengo que dar explicaciones sobre eso? ¿Vas a controlar eso también ahora?" Terminó cuestionando desafiante, haciendo que el mayor frunciera el ceño.

"Aunque a ti te parezca difícil de creer, las reglas y límites que impongo no son para joderles la vida..." El joven rodó los ojos, no creyendo las palabras del adulto. "Son para protegerlos. Veo demasiadas cosas horribles en mi trabajo como para estar tranquilo respecto a ustedes." Esto sí llamó la atención de Tobio, que lo miró de reojo. Su padre nunca hablaba de su trabajo... Tal vez esa era la razón... "Me interesa saber quien es, porque parece ser alguien relevante en tu vida, pero no estoy seguro si lo has mencionado. Y me parece bastante extraño considerando que es alguien a quien le tienes la confianza suficiente como para dejarte abrazar por él durante 5 minutos afuera de nuestra casa cuando puedo contar con una mano la gente que le dices donde vivimos y más aun que permites que te abrace... ¿Es suficiente explicación para ti?"

¿¡Su padre había visto eso!? Se comenzó a sentir avergonzado. Pero más allá de la pena, debía aceptar a regañadientes que Hiroshi tenía un punto...

"Miya Atsumu. Lo conocí en el último campamento al que fui. Le conté lo que pasó con Hinata y me quería hacer sentir mejor con un abrazo." Dijo, intentado restarle importancia. "No sé si somos amigos, en realidad... Es alguien raro, y le gusta molestarme... Y como vive en Hyogo la verdad no nos hemos visto... pero me sirvió hablar con él sobre lo de Hinata."

"Ah, por eso te abrazó..." Tobio asistió en silencio con su rostro ardiendo. "Y, de casualidad, ¿Hinata sabe que estuviste con él durante toda la tarde?" La pregunta extrañó al muchacho.

"Supongo. Fue a buscarme a la escuela hoy y se lo presenté antes de irme con él... ¿Por qué preguntas?" Para sorpresa de Tobio, Hiroshi lanzó una pequeña risa mientras se masajeaba la frente.

"Ok, ok... Eso explica mucho." Señaló mientras se levantaba de la cama e iba hacia la puerta. "Mándale un mensaje a Hinata diciéndole que ya llegaste a casa. Y te sugiero que te asegures de dejarle claro que estás acá solo." Antes de salir de la habitación habló nuevamente. "Mañana te diré cual es tu castigo por no avisar donde estarías."

"Pero- ¡Papá!"

"Buenas noches." Dijo Hiroshi con una suave sonrisa antes de cerrar la puerta. Tobio lanzó un resoplido ofuscado, antes de recordar algo importante por las palabras de su padre. Sacó su celular, el que por estar en silencio no revisó en toda la tarde. Se sorprendió al notar que tenía varias llamadas perdidas de Hinata, junto a unos mensajes. Así, leyó los primeros dos.

"Recuerda llamar a tus padres."

"Kageyama, ¿podríamos hablar? Entiendo si estás enojado conmigo, pero quiero que arreglemos las cosas."

Esto último lo confundió... ¿No era Hinata quien estaba enojado con él? Dejando eso de lado momentáneamente, leyó el mensaje más reciente del pelinaranja, que había enviado hace poco menos de 30 minutos.

"No olvides que te quiero mucho, aunque a veces sea muy muy idiota. Por favor, no lo olvides."

Tobio comenzó a sentir una presión muy incómoda en el pecho después de leer aquello. Siguiendo el consejo de su padre, se puso a escribir un mensaje de respuesta.

"Acabo de llegar a casa. Nos encontramos mañana en la azotea. Debemos hablar."

Sin pensarlo mucho, solo envió el mensaje. Después de todo, mañana aclararía las cosas con Hinata.

Crónicas familiares y de flechazos [Kagehina / Hinakage]Where stories live. Discover now