Capítulo 13: Peligros por doquier - Parte 2

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Después de un duro partido, Karasuno consiguió su victoria. Tal y como Kageyama había prometido, su rendimiento no se vio comprometido por su extraño comportamiento. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos, era más que obvio que algo molestaba al pelinegro. Todo el enojo de unos momentos atrás pasó a ser preocupación por su compañero. Al finalizar, todos se cambiaron para retirarse de ahí.

"Hinata, ¿sabes qué le pasa a Kageyama?" Tanaka preguntó curioso, con cuidado que el aludido no lo escuchara.

"No sé, pero tal vez sea que los escuchó hablando sobre él justo antes del partido." Respondió en un tono recriminatorio. "Ustedes saben como se pone con todo ese tema del 'rey'." Algunos se miraron con diversos grados de culpabilidad. Mientras seguían caminando, Hinata divisó a alguien conocido.

"¿Kageyama-san?" Al oír al pelinaranja decir eso, Tobio alzó la vista. El padre de su compañero también escuchó y comenzó a acercarse a ellos. Shoyo se sentía ligeramente nervioso, ya que sabía que a su pareja no le gustaría que sus padres se aparecieran en sus partidos. Por eso, su sorpresa fue grande cuando notó que Tobio se veía como si lo estuviese esperando.

"Tobio." Saludó el hombre, tan serio como siempre. Luego dirigió su vista al pelinaranja. "Hola, Hinata." Dijo de forma más amable.

"Hola, Kageyama-san. ¿Qué hace aquí?" Ante la pregunta del muchacho, Hiroshi volteó a ver a su hijo. El chico pelinegro solo negó con la cabeza.

"Estoy aquí por trabajo."

"¿En serio? Qué coincidencia."

"Más de la que me gustaría..." El hombre respondió en tono bajo, más para sí mismo que para el resto.

"Papá... ¿Ya revisaron?" Preguntó ligeramente ansioso el adolescente pelinegro.

"Sí, está todo ahí. Tenemos suficientes pruebas para pedir una orden de arresto." Luego de responderle esto a su hijo, se dirigió al resto mostrando su placa. "Soy el detective Kageyama Hiroshi." Todos, excepto Shoyo y Tobio, quedaron mirando al hombre con ojos muy abiertos. "Me temo que el vehículo que utilizaron para llegar hasta aquí es material de investigación, así que será confiscado. Necesito que me entreguen las llaves." El profesor sacó llaves de su bolsillo y se las entregó sin cuestionar.

"Disculpe, detective Kageyama." Ukai replicó ligeramente anonadado. "Pero ¿Por qué es material de investigación? ¿Cómo volveremos a casa?"

"Les conseguí personalmente un nuevo transporte que los llevará a la preparatoria. Si me siguen los llevaré a él." El tono y rostro del hombre seguían inexpresivos mientras hablaba. Dicho eso, comenzó a caminar y los demás solo fueron detrás de él.

"Emmm... Kage- disculpe, detective Kageyama..." Daichi comenzó torpemente. "¿Qué fue lo que pasó con nuestro bus?"

"Recibimos una denuncia de que ese bus tiene varias cámaras que violan la ley de privacidad personal." Al escuchar esa respuesta, se quedaron pensando, tentados a preguntarle más detalles para comprender mejor la situación. Justo en ese momento llegaron a un vehículo mucho más pequeño que el otro, pero con el suficiente espacio para ellos. Otro hombre, estaba junto al transporte esperando, y se acercó al detective.

"Jefe, ya arrestamos al dueño, y fiscalizamos el resto de los buses. Otros seis también tenían cámaras."

"Buen trabajo, Amano. Ahora vámonos de aquí." Amano abrió la puerta del vehículo para que todos entraran. Tobio fue el primero en subir e instalarse dentro, para luego comenzar a llamar al pelinaranja.

"Hinata, ven." Se le escuchó decir delicadamente. Shoyo recordaba ese tono. Era el mismo que usó cuando su padre estaba en el hospital, el mismo que usaba cuando estaba abrumado y necesitaba cariño. Los demás estaban mirando sorprendidos al muchacho pelinegro, mientras Hinata solo los ignoró y partió rápidamente junto a su pareja. Tomó su mano y entrelazó sus dedos, para que después Tobio recostara su cabeza sobre su hombro. Todos iban entrando mientras veían curiosos la interacción del par, ya que era la primera vez que los veían actuando como pareja. Hiroshi, quien se subió al final, se sentó al otro lado de Shoyo. Pronto, el pelinaranja se dio cuenta que la respiración de su pareja había cambiado, dándole a entender que se había quedado dormido.

Crónicas familiares y de flechazos [Kagehina / Hinakage]Where stories live. Discover now