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La mañana había llegado cristal se encontraba con Alisa bajo otro estado de sueño, Edward la observaba con atención y nostalgia aquella mujer era su alma gemela, aquella mujer que tanto amo y sigue amando, la cómplice de sus locuras y ahora era su compañera el amor que se tuvieron trascendió a la inmortalidad y se hizo un lazo aún más fuerte

— Cómo podré vivir sin tenerte a mi lado — se dijo en su mente acercándose a ella y acariciando su rostro para luego dejar un beso en su frente

Al separarse sintió el aroma de bella llegando a casa, y luego escucho sus gruñidos al sentir a cristal en la casa, así que fue a su encuentro antes de que la molestará

— Bella, no hagas ruido — dijo el

— Que no haga ruido?! Estás denuevo con esa maldita!!! — dijo con enojo mientras intentaba ir a la habitación donde estaba cristal

— Bella basta! — dijo el tomándola del brazo para sacarla de la casa, al llegar ahí la soltó mientras bella le daba un empujón

— Por que sigues tras esa perra! Por qué todos la aman ella estuvo apunto de matarnos a todos deberían odiarla!!! — gruño con enojo

— Bella esto es suficiente! — dijo con fuerza — No quiero seguir con esto, seguí a tu lado por el bien de nuestra familia pero ella es mi compañera, no puedo alejarme de cristal, nunca lo podré hacer — dijo bajando la mirada

— No es cierto esa Maldita te lavo el cerebro, si nunca hubiera aparecido tu seguirías conmigo, no mirarias a ninguna mujer! Ella es la culpable de todo!! — dijo bella con enojó

— No lo es bell! — alzó la voz edward para luego bajarla — Perdóname bella pero no puedo seguir ocultando las cosas nunca te Vi a ti realmente lo siento mucho pero tú me recordabas un poco a Cristal en tu forma de ser, tu amabilidad era un destello de la de ella, aunque quiso convencerme de que no era así, de que realmente te amaba.... Yo lo siento se que e Sido el peor ser de todo el mundo, se que as dejado mucho por mi, pero no puedo bella talvez tu algún día puedas entenderme y perdonarme. Bella tu encontrarás a tu compañero y sabrás lo que es no poder estar lejos de el — dijo Edward bajando la cabeza

— No es cierto edward, tu no sabes lo que dices — dijo negando la cabeza con angustia — esto es culpa de esa maldita si ella muere todo volverá a ser como Antes, ella nunca debió aparecer ella debió morir ase mucho tiempo!!! — grito con enojo

— Basta bella!!! — grito Edward con enojo — Si ella muriera yo no sería el mismo, desde que ella desapareció de mi vida jamás fui el mismo ella siempre fue mi luz... — dijo cuando bella le dió una cachetada

— Yo soy la madre de tu hija, soy tu esposa y eso es más que el estúpido lazo de compañeros que tienes con ella! — dijo con enojo

— Aunque fueras mi compañera nada hubiera cambiado por qué yo la amo y nunca deje de hacerlo — dijo levantando la mirada apenado — perdóname bella — dijo con tristeza

— No! No te perdono por qué no pienso dejar que estés con ella, no lo permitiré me escuchaste Edward tu eres mío y te tendré devuelta así tenga que matarla — dijo con odio para luego irse

Edward se quedó viendo por dónde se fue bella para luego soltar un suspiro y volver a la casa, encontrándose con todos que lo miraba pero no sé atrevían a decir nada

— Creo que será hora de levantarlas — dijo subiendo al cuarto de cristal

Al llegar vio a las dos chicas durmiendo, se acerco a cristal sentandose en la orilla acariciando su rostro mientras le susurraba

— Cristal, es hora de levantarte — susurraba con cariño, pero ella no parecía despertar, el soltó un suspiro mientras sonreía recordando cuando eran humanos, las veces que cristal se enroscada en las sábanas para no despertar y lo mucho que el luchaba para sacarla de la cama. Edward miro a Alisa y no pudo sentir opresión en su pecho mientras sus ojos se cristalizaban pensando que haci hubiera Sido su familia si nunca hubieran pasado todas esas desgracias.

A Pesar Del Tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora