Soulmates || Jeremy Martín & Tú. [✅]

Extra Final.

Jeremy.

La noticia de mi rompimiento con _____ fue la nota del día. Todos hablaban de nosotros en los pasillos; unos decían que tenía la culpa ella, otros la defendían y me culpaban a mi, nadie sabía que nos habíamos besado, nisiquiera Joseph o Noah. Y eso me hacia feliz.

A la hora del almuerzo todos nos dirigimos al comedor, todas las miradas estaban sobre nosotros, era obvio. Íbamos seis personas riendo, ¿de qué? Ni yo sé. Nos sentamos en una mesa de enmedio. _____ ignoraba todos los comentarios que se decían de ella, todo estuvo tranquilo hasta que la presencia de la única persona que la irritiba se sentó a mi lado.

—¡Hola, Jeremy!—

—Hola Corrine—.

—Oye— enrollo uno de sus mechones de cabello en su dedo—, ¿es cierto que _____ y tú terminaron?—

—La verdad es que...—.

—Es algo que a ti no te importa, Corrine— acoto _____.

—Claro que me importa, así Jeremy sería para mi—.

—Nunca fue tuyo—.

—Claro que lo fue— sonrió—. O ya olvidaste que salió conmigo antes del debate—.

—Como voy a olvidarlo— ironizo—, si ese día llegó tarde al recital de su hermana—.

—El me eligió—.

—Eres de lo peor— mascullo.

—Bueno no importa— se volteo a mi—, Quería saber si estás libre esta tarde—.

—No. No lo está, saldrá conmigo— respondió de nuevo _____.

—¿No habían terminado?— cuestiono con un tono de burla.

—No. Sólo fue una tonta discusión, ya sabes, algo normal en una relación— ella le sonrió.

—No lo creó—.

—Bien. Deja te lo demuestro a ti y a todos ellos— señalo a todo el comedor.

—Demuestralo— se cruzó de brazos.

Puso sus manos sobre la mesa y se levantó de golpe, llegó hasta dónde me encontraba; empujo a Corrine, tomó mi mandíbula e hizo que que la viera. Me regalo una linda sonrisa y fue acercando nuestros rostros hasta que unió sus labios con los míos.

No podía observar el rostro de Corrine o el de todos en el comedor, sólo estaba concentrado en los labios de _____ sobre los míos, puse mis manos sobre sus mejillas y profundice aún más el beso. Sentía que sus mejillas quemaban, creo que la entendía, nunca nos habíamos besado en público. Bueno, sólo cuando le pedí que fuera mi novia y fue un segundo. Al cabo de unos segundos se separó de mi y sonrió.

—Te amo— susurró.

—Y yo a ti—.

No pude contenerme, pase mis brazos sobre sus hombros y la atraje a mi cuerpo. Necesitaba abrazarla y demostrarle lo mucho que la extrañaba, no se resistió al contrario paso sus brazos por mi torso y coloco su rostro en el hueco de mi cuello.