TOMA 21 LA CHICA DE CHOI SIWON

Start from the beginning
                                    

-Idiota.

-RiAhn, ¿es eso suficiente para ti?-insistió.

-Lo es. Es suficiente para mí-admití al fin.

En respuesta a mis palabras una sonrisa se apoderó de su rostro. Por primera vez en las últimas semanas volví a respirar tranquilamente. Siwon, él era mío de nuevo. Y yo era suya, y ya nada podía hacerse al respecto. Aquel inicio que tanto había soñado al fin podía tocarlo con mis manos.

-Ya no trataré de ser la luna de Choi Siwon, ya no más-dos pasos al frente fueron suficientes para rodearlo con mis brazos-. Ser la chica de Choi Siwon suena mucho mejor.

-Suena mucho mejor-me correspondió el abrazo.

Cálido. Un sentimiento de calidez lentamente cubrió todo mi ser. Me aferré con más fuerza a su espalda ancha y por primera vez, después de tantas semanas, lo vi por primera vez; y me permití pensar en él como un chico. Un atractivo chico. Respiré profundamente y su aroma llenó mis pulmones, un aroma que no puede ser comparado, es sólo Siwon. A pesar de ser más alto que yo, de alguna manera, mi cuerpo se adaptó al suyo muy bien. Ser las dos únicas piezas de un puzzle en esta ocasión nos venía bien.

Rompí el agarre de mis manos y me atreví a tocar su cabello. Profundamente negro y suave, mucho más suave que el mío. Él se removió con timidez por mi avance y que retrocediera de pronto me hizo sentir como una pervertida. No, no Siwon, no pretendo avanzar más. Le miré a los ojos tratando de darle ese mensaje.

-Está bien-me susurró.

-S-sólo tocaba.

-Está bien.

Con sus manos aún en mi cintura se separó lentamente y cerró los ojos. Un gesto íntimo. Leí entre sus acciones un “estoy en tus manos” y no pude evitar sentirme emocionada. Sí, él estaba en mis manos. ¿Qué debía hacer? Desenrede mis dedos de su cabello y tomé su rostro entre mis manos. Su tez tan blanca hizo contraste con la mía más oscura. Noté curiosas sombras debajo de sus ojos.

-¿No has dormido bien?-la pregunta nació sin darme cuenta.

-No-respondió quedamente.

Abrí la boca para preguntar por qué y entonces me detuve. Sabía la respuesta. Por mí. Por nosotros. Él había estado preocupado por lo que se suponía debía pasar. Me sentí mal al instante, había dejado que él cargara con la mayor parte. Es cierto que él no me había permitido entrar, que él me ha apartado pero yo también era responsable, me había detenido, había dejado de intentar, no lo había intentado con la suficiente fuerza. Simplemente lo dejé decidir por los dos. Siwon, Siwon, Siwon. Mi hermoso chico llamado Siwon.

Él sonrió de pronto, mis pulgares tocando sus párpados le provocaron cosquillas. No me detuve y observé atentamente cada uno de sus gestos. Frunció el ceño fingiendo enojo y me pareció adorable. ¿Por qué habíamos dejado pasar tanto tiempo? ¿Por qué nos habíamos repelido de tal forma…?

-¿Has terminado ya?-interrumpió el rumbo de mis pensamientos-Es mi turno-abrió los ojos y me asustó. Había algo en ellos que no logré identificar.

-¿Por qué?-dije sin tartamudear.

-Hay algo que quiero intentar.

Cerré los ojos de inmediato en acto reflejo. No estaba tratando de imitarlo, es sólo que no podía sostenerle la mirada. Eso que estaba en sus ojos me inquietaba por completo. ¿Cómo le podía llamar? En sus ojos negros aquello se veía como fuego líquido. Se rio, su risa hizo a mi cuerpo hormiguear, como una reacción natural. Soltó mi cintura al fin y llevó ambas manos a mi rostro.

-No te muevas-ordenó.

Me sentí inquieta y formé puños con las manos para distraer mi atención.

-Siempre he querido tocar tu cabello-se acercó más, su aliento me provocó cosquillas.

Sus manos tocaron mi cabello y me relajé al instante. Lo tocó como si lo estuviera peinando y me hizo sentir tímida de nuevo. En ese instante recordé aquel libro de la biblioteca que decía que en la antigüedad tocar el cabello de una mujer era algo que sólo podía hacer el prometido. Siwon, ¿se estaba prometiendo conmigo? Era una lástima que ya no pudiera escuchar mis pensamientos, o tal vez era mucho mejor así. ¿Qué pensaría si aún pudiera escucharlos?

-RiAhn-me llamó dulcemente, ¿por qué lo hacía? Yo estaba aquí con él, no lejos-, RiAhn.

-Siwon, estoy aquí-abrí los ojos.

-“Del sol he nacido y la luna es mi refugio. Mi brillo la alimenta y la hace más fuerte. Su sombra me arropa en las frías noches. El sol a la luna puede acudir siempre…-sus manos buscaron las mías y las sujetaron con fuerza-… La luna ha nacido para el sol y es su refugio, se alimenta del sol, lo protege y juntos se hacen fuertes. El brillo del sol produce sombra que los arropa en las frías noches. La luna al sol puede acudir siempre.”

Aquél verso era hermoso. ¿Se le había ocurrido en este instante? De alguna manera cada una de sus palabas se habían apoderado de mí. Nuestras miradas, profundamente conectadas, se fundían lentamente. Aquel fuego líquido parecía también estar en mis ojos porque Siwon me miraba embelesado. Absolutamente hermoso. El chico que frente a mí me había cautivado y hacía, al mismo tiempo, que mi corazón doliera.

-También haces que mi corazón duela-confesó.

-Siwon… ¡Mis pensamientos!

-Estoy dentro de nuevo-explicó mientras rodeó nuevamente mi rostro con sus manos-. Este es el juramento.

Se acercó lentamente y una alerta se activó en mí. La alerta que toda chica tiene y se enciende cuando va a ser besada. Retrocedí por la impresión pero segundos después tenía a Siwon sujetándome con fuerza. Me sentí torpe y mareada por los miles de pensamientos que se arremolinaban en mi cabeza. Siwon se detuvo a milímetros de mis labios.

-Eres hermosa-me sonrió antes de depositar un beso casto en mis labios, un beso que a diferencia de lo imaginado había durado menos de un segundo-, y mía-sentenció al fin.

Me aferré a sus brazos con más fuerza de la necesaria. Sentía que iba a caer y él sólo me miraba entre divertido y apenado. ¡No te burles de mí!

-No lo hago. Lo siento. No quería asustarte. Sólo tenía que recuperar el lazo.

-Nuestro lazo… ¿Cómo?

-RiAhn, tú eres la elegida de Dios para combatir la Oscuridad, y yo soy la espada creada para que puedas realizar tal tarea; pero RiAhn, tú también eres la chica que amo, y yo soy también el chico que amas, así que elijo ese destino por encima del primero. Esa es mi conclusión después de todo este tiempo. No puedo prometerte que podemos cambiar ese destino que vimos en sueños pero te juro que moriré antes que hacerte daño.

Sus palabras, aunque eran débiles y sin ningún fundamento, renovaron la confianza perdida. Él y yo lo sabíamos, que no podíamos impedir que aquello destinado a pasar sucediera, pero él y yo lo intentaríamos, para no tener que vivir una vida con arrepentimientos.

IN THE LIGHT OF YOUR HALOWhere stories live. Discover now