𝟑𝟏: [𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐩𝐚𝐫𝐚]

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Un 10 de diciembre por la mañana.

Las fuertes brisas de viento enfriaban la habitación, era un día realmente maravilloso para los amantes del frío.

No obstante, Tatsumaki no es de aquellas personas que les guste pasar frío. Con un manejo rápido de sus poderes cerro la ventana y las cortinas. La poca luz que tenía la habitación se fue casi en su totalidad. Siendo iluminada solamente por un pequeño espacio entre las cortinas.

Tatsumaki suspiro, y se volvió a recostar. Siendo rápidamente abrazada por la espalda, los brazos de su pareja la calentaban bastante bien. Su calidez, su afecto, su tacto, su amor la hacia sentir bien. Era una sensación reconfortante, como si sus latidos rápidos y acelerados disminuyeran en ritmo para ahora ser una simple melodía clásica, cálida y pacífica.

Tatsumaki volvió a suspirar, pero esta vez por la alegrías y tranquilidad que le daba tener a su lado a un hombre como Saitama. Seguía incrédula por la situación en la que estaba, por la nueva vida que tenía ahora.

Hace unos 3 meses, era la misma de siempre. Era "Tornado del terror" una heroina de la más alta categoría, clase S rango dos. Algo digno de admiración y respeto.

Antes ella solamente era una chica que seguía las reglas de su ideal impuesto en la niñez, un ideal que ganó gracias a su salvador, el héroe que estaba por encima de ella en la clasificación.

Y asi, como si nada, llego Saitama. Y de un fuerte golpe derribo ese ideal erróneo que tenía sobre el mundo y las relaciones.

¿Como lo hizo?, ofreciéndole su amistad sincera. Se comprometía a ser su amigo, su primer amigo en ese entonces. Algo que nadie jamás habia hecho por ella. Ya sea por su autoridad o por su molesta actitud.

Aun lo recuerda, viéndolo jugando y divirtiendose en la arena. En ese día que ambos fueron a la playa. Alejados de los demas, solo eran ellos dos. Una de sus muchas salidas, salidas que comenzaron a ser más frecuentes cuando empezaron a ser novios.

La brisa del mar, el aire, la luz del sol, sensaciones que combinadas daban un efecto de calidez, pero sobretodo, de felicidad. Más que nada por estar disfrutando de esto junto a la persona que amas. Esa es la verdadera magia.

Lo que realmente la hacia feliz, pese a que su vida sea completa diferente a la que tenía antes.

Por fin había encontrado en Saitama aquello que siempre estuvo buscando.

Alguien en quien confiar...

Después de un bostezo involuntario, Tatsumaki se percato de que nuevamente se había perdido en sus pensamientos. Así que despejo su mente y se concentro en seguir durmiendo, antes de que suene su despertador.

"Ring ring" Sonaba el despertador, haciendo que Saitama abra los ojos de inmediato. Aunque fue en vano, ya que los volvió a cerrar al instante. En señal de que al parecer quería seguir durmiendo.

Por otro lado, Tatsumaki se levanto de la cama, disgustada por la idea de tener que separarse del cálido abrazo de su pareja.

Dando una rápida mirada a su hombre, que descansaba tranquilamente. Tatsumaki sonrió, lista para salir del cuarto y hacer el desayuno para los tres.

No obstante, grande fue su sorpresa cuando vio como Saitama abria los ojos y se quitaba las sábanas para levantarse de la cama.

De inmediato, Tatsumaki tomo una postura más firme. Vio a Saitama sobandose los ojos un rato, antes de que empiece a hablar.

"Yo haré el desayuno Tats, tranquila, tu puedes seguir durmiendo" Exclamó Saitama sin mostrar señales de estar cansando. Con una leve sonrisa de tranquilidad.

"¿𝐂𝐚𝐬𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐨 𝐏𝐫𝐞𝐦𝐢𝐨?" [𝐇𝐚𝐫𝐞𝐦]Where stories live. Discover now