-ok...ok. Sí, claro que he pensado. Es mi sueño, aparte del de casarme obviamente.- dije aclarando

-yo también- dijo un poco avergonzado. Me estiré para mirarlo bien.

-¿en serio? ¿Cuántos hijos quieres tener?- pregunté curiosa.

-4-dijo sonriendo. Me enternecí mucho, demasiado diría yo, tanto así que lo besé. Nos separamos y volví a mi posición, él me abrazó fuerte por detrás y yo apreté sus brazos contra mi vientre.

-¿qué quieres primero?- dije enternecida aún.

-varón-dijo rápido.

-yo mujer

-mmm...bueno yo después del varón quiero una mujer y el resto que venga como quieran- dijo y rio al igual que yo.- pero sólo quedará en un sueño.-dijo y su voz se apagó.

-no digas eso- salí de mi posición para ahora estar arrodillada delante de él.

-________ nadie nos va a sacar de aquí, aquí vamos a morir de sobredosis de coco.-dijo sarcástico

-no! yo tengo la esperanza de que alguien nos está buscando allá y nos van a encontrar. Debes confiar.

-¿aun piensas que él vendrá por ti cierto?- dijo molesto.

-aún pienso que vendrán por nosotros- aclaré. Adam me miró fastidiado y miró hacia al mar- no te pongas así. Solo debemos resistir, eso es todo- me acerqué a él para abrazarlo.

-ese es el problema, yo ya no puedo resistir-dijo y me separó de él. Yo estaba arrodillada y él sentado. Así en esa posición yo quedaba un poco más alta que él, acercó mi cara hacia él y me besó. Su beso era lento, y suave, pero poco a poco subía su intensidad, yo sólo le seguía la corriente. Sus manos estaban en mi cintura y mientras nos besábamos el movía sus manos hasta mi espalda, haciendo masajes muy relajantes. Yo por mi parte tenía mis manos en sus hombros pero al sentir sus masajes, subí mis manos a su cabello y empecé a acariciarlo.

Adam empezó a besar mi cuello haciéndome sentir diferente. Sentía algo en mi vientre mucho más fuerte que cualquier otra cosa que haya sentido con Steve. Y Adam sabía que lo que hacía me gustaba porque yo hacía unos ruidos extraños con mi respiración, que por más que quería controlarlos no podía, se salían de mí. Las manos de Adam bajaron a mi trasero y no hice nada para detenerlo. Adam bajó sus manos a la parte trasera de mis piernas empujándolas hacia él. Adam quería que me sentara encima de él, y lo hice.

Yo sabía que estaba llegando lejos cada vez y más pero no podía detenerme. Esta vez no tenía fuerzas para hacerlo. Una vez sentada encima de él. Yo empecé a acariciar su espalda, me sentía dueña de su cuerpo, mi mente empezó a vagar y pensaba en Steve, en lo mucho que hubiera querido hacer esto con él. Imaginaba con los ojos cerrados que en lugar de Adam estaba Steve. Besé a Adam después de recorrer su espalda y dije STEVE con un tono de voz ahogado por las cosas que estaba sintiendo.

Adam me separó de él muy bruscamente.

-¿qué dijiste?-preguntó frunciendo el ceño. ME QUIERO MORIR. No sabía que decir. Quería que la tierra me tragara.- dime ¿Qué dijiste?- repitió molesto. Traté de tocar su cara pero no me lo permitió- dijiste Steve ¿verdad?

-Adam yo...-dije pero me empujó de él haciéndome caer.

-sal de aquí- dijo muy enfadado. Se levantó y se dirigió camino al mar.

-ADAM-grité. No tuve el valor para irlo a buscar y pedirle disculpas. Sólo vi cómo se alejaba de mí muy rápido, como si quisiera romper algo o matar a alguien. La verdad tuve miedo de pedirle disculpas.

SECUESTRADOS (Adam Levine y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora