-Gracias por acompañarnos- dije sincera mientras me subía a su auto.
-Para mí es un placer- respondió -Hola campeón-
Rafael le sonrió y le chocó los cinco. Ese truco se lo había enseñado Claudia.
-Ahora vámonos porque llegaremos tarde a la consulta-
Ryan encendió el auto y emprendimos el viaje al hospital donde veríamos a la doctora.
-Pensé que te acompañaría Alexander- habló él -¿Dónde está?-
Suspiré.
-Tuvo que regresar a la ciudad, porque tenía cosas que hacer y se marchó ayer por la noche-
Él me miró rápidamente y sonrió.
-Supongo que será difícil lograr que este en la vida de Rafa-
Asentí.
-Estamos organizando nuestras vidas- afirmé
Durante el trayecto no volvimos a tocar ese tema.
Yo no sabía cómo pedirle más vacaciones o decirle que tenía que viajar. Ryan era muy paciente y buena persona, pero sentía que estaba abusando de él y de su confianza. Además, también tenía que decirle a mi padre y Claudia que iría a la ciudad por unos días y no sabía cómo lo tomarían.
-¿Todo está bien?-preguntó preocupado.
-Si- mentí.
-Pues no te ves bien, te ves más nerviosa que Rafael y es él quien va a ir a consulta médica-
Sonreí y miré a mi hijo, quien iba sentado en mis piernas. El niño jugaba con su peluche de caballo amarillo. Lo agitaba rápidamente y reía a la par que su cabeza se movía.
-Él ni siquiera sabe que lo van a vacunar- comenté.
Tardamos muy poco en llegar al hospital. Y nos atendieron rápido.
La vacuna le dolió, pero era necesaria para hacerlo un niño más fuerte. Mientras se calmaba en los brazos de Ryan, el doctor se acercó a hablar conmigo.
-¿Si vas a querer que te cortemos la leche?- preguntó.
La última vez habíamos dicho que este mes podíamos cortarme la leche completamente, pues ya no era el principal alimento de Rafael y podíamos complementar con otras alternativas.
Sin contar que había hecho mi banco de leche para darle leche materna unos meses más, pero ya no directamente de mi cuerpo.
-Si, ya me había preparado para hoy- respondí.
Pasamos a su consultorio y comenzamos con el proceso. La verdad fue muy rápida, solo me hizo tomar una pastilla y me vendó el pecho. Me dio algunas instrucciones del cuidado y tratamiento.
No sabía cómo sentirme. Estaba feliz porque el darle leche materna era algo pesado para mí y para los que lo cuidaban, entonces ahora sería más fácil, pero me entristecía no volver a pegarme al niño a mi cuerpo y sentir su calor y amor. Encontraría la manera de sentir esa conexión.
-Recuerda evitar el estrés y el enojo, porque pasaras por un cambio hormonal y podríamos complicarlo al sentir ese tipo de cosas-
Asentí.
-Muchas gracias doctor- dije para luego salir de ahí.
Ryan cargaba a Rafa y jugaban con el corcel amarillo mientras reían por el movimiento que hacía con su cabeza. También escuchaba como balbuceaban algunas palabras nuevas para mi hijo.
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Siempre Contigo #3
RomantikaElena y Alexander amaron, lloraron y aprendieron. Ahora tendrán que decidir que es lo que quieren para sus vidas, pues ya no eran lo mismo. Nuevamente son ellos contra sus sentimientos y sus nuevos fantasmas. Las historias de amor no siempre t...