Capítulo 12

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POV ELENA HELLS

Volví a correr la cortina para poder visualizar la calle.

-Es la quinta vez que te veo en la ventana- comentó mi padre mientras le cambiaba el pañal a Rafael.

-Estoy nerviosa, sé que va a venir y sé que tengo que hablar de una vez con él- respondí regresando a su lado.

Mi hijo sonrió al verme.

-Mamita- logró decir entre risas.

Sonreí mirándolo.

Una vez mi padre terminó de ponerle el pantalón, lo tomé entre mis brazos. Su sonrisa se ensanchó, pero rápidamente fue remplazada con un puchero y sus ojitos se llenaron de lágrimas.

-Te doy un poco de lechita y bajamos a comer verduras- avisé.

Me senté en el sofá que teníamos en nuestra habitación y acerqué mi pecho a su boquita. No tardó en comenzar a tomar leche.

-Iré a doblar la ropa que salió, te espero abajo- dijo mi padre saliendo de la habitación.

Me quedé unos pocos minutos ahí con él. Ya no tomaba mucha leche, incluso el doctor me había dicho que si yo quería en unas semanas podíamos cortar la leche y hacer mas completa su alimentación. Y yo había aceptado, pues creía que ya podíamos comenzar a avanzar. Sin contar que ya no se llenaba solo con mi alimento, pues ahora comía como si no hubiera comido en todo el día.

Debido a la poca atención que Rafael les daba a mis pechos, ya no daba tanta leche como al inicio.

Cuando acabamos, bajamos para poder seguir comiendo.

Al llegar al ultimo escalón, noté que mi padre estaba en la ventana de la cocina. Miraba hacia afuera sin notar mi presencia.

-¿Todo bien?- pregunté mientras dejaba a mi hijo en su sillita.

-No- respondió -Una camioneta se acaba de estacionar enfrente-

Mi corazón comenzó a latir rápidamente.

Ya no tenia que ser una cobarde. La platica con mi padre me había hecho pensar muchas cosas, y tenia razón. Alexander merecía tener la oportunidad.

-¿Podrías darle de comer al niño?- pregunté ansiosa.

Él se acercó a nosotros y tomó mi rostro entre sus manos.

-Claro que sí, y recuerda que todo estará bien-

Solté el aire retenido en mis pulmones. Y un beso fue puesto en mi frente.

-Gracias- susurré.

El timbre sonó por toda la casa. Él había llegado.

Con las piernas temblorosas, el corazón en la garganta y la mente llena de ideas, me acerqué para abrir la puerta.

Cuando llegué, giré para ver a mi padre. Había tomado al niño y ahora estaban en la cocina.

Yo le había dicho a mi padre que no quería presentarle a Rafa hasta que estuvieran las cosas claras, y que estuviera segura de dejarlo entrar a nuestras vidas. Debido a que desde la puerta se veía el comedor, ellos habían ido a la cocina donde no pudiera verlo, aún.

Tomé la perilla entre mis dedos y me armé de valor para girarla.

Alexander se encontraba de pie ahí. Un pantalón negro, camisa y suéter gris. Un peinado tan impecable como su porte. Sus manos en sus bolsillos y su espalda recta. Un rostro difícil de descifrar y un aura de superioridad.

Como siempre.

-Buenas tardes, Elena- saludó.

-Buenas tardes-

Siempre Contigo #3Where stories live. Discover now