𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟑𝟔: 𝒅𝒊𝒂 𝒅𝒐𝒔, 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒖𝒏𝒐

Comenzar desde el principio
                                    

La oferta de la empresa que llevaba la boda de Grace me ofrecía buenas cosas. Un sueldo de 5.000 dólares al mes, fines de semana libres, un mes y medio de vacaciones pagadas al año, un horario fijo de ocho a tres de la tarde y libertad para hacer lo que me diese la gana sin seguir una línea editorial. Considerando que en Los Ángeles Rising solo cobraba 2.000, trabajaba todo el día y debía seguir los patrones que marcaba la empresa, era un salto profesional escalofriante.

—Tengo una oferta bastante buena. Me gustaría escuchar la tuya antes de decidirme. —Piper retiró la mano, tomando una postura firme y más seria—. Si quieres puedo mandarte mi portafolio para que lo revises. —Esperaba que no me temblase la voz al hablar.

—No me gusta que me rechacen, Wilson. Así que mándame el portafolio, lo revisaré en la playa, pero ni se te ocurra aceptar la oferta de ese calvo gordinflón de Brendon. —Se refería al director de Shining Dreams, la empresa que quería contratarme.

—No lo haré. De hecho... —Volví a abrir el teléfono—. Dame tu email, así lo recibirás ahora.

Piper parecía sorprendida por mi amabilidad y serenidad. Normalmente me ponía tan nerviosa delante de ella que no me salían las palabras, pero debía mantener la calma cuando se hablaba de mi futuro.

Terminamos de desayunar y decidimos que era buena idea reposar el desayuno en una de esas barcas hinchables en las que cabíamos ambas. Olivia se subió primero y yo entré de un salto, agarrando las palas de la barca.

—¿Ha hablado Piper contigo? —Me preguntó, echándome crema en la espalda mientras yo remaba.

—Sí. Quería que firmase con ella ya, pero tengo la oferta de Shining Dreams, así que...

—¿Quieres contarme qué te ofrecen ellos o prefieres que no lo sepa? —Esparció la crema sobre mis hombros, frotando con las manos abiertas.

—Hombre, ya que vamos a empezar una relación, quiero contártelo todo. Me ofrecen cinco mil, buen horario y un mes y medio de vacaciones. Cinco pagas y libertad absoluta. No sé qué puede ofrecerme Piper, pero no tiene pinta de pagarme eso. Es mucha pasta. —Suspiré, dejando de remar cuando supe que estábamos lo suficientemente lejos de la playa, pero lo suficiente para seguir cerca de la orilla.

—Con Piper gano casi ocho mil al mes. —La miré con los ojos abiertos mientras me tumbaba en la barca, sintiendo cómo Olivia se tumbaba junto a mí—. Además, me llevo comisiones de cada evento.

—¿Crees que va a pagarme siete mil al mes? —Mis dedos jugaban con la punta de los suyos, y sus piernas se enredaron en las mías.

—No. Y no quiero presionarte, pero... Medita la opción de Piper. Le dije que no iba a interferir porque quería lo mejor para tu futuro, pero, créeme, el futuro con Piper es tocar el cielo. —Puso una mano en mi abdomen, acariciándome suavemente justo encima de la goma del bañador—. No veo la hora de ver mi nuevo despacho. Seguro que tiene buenas vistas.

—¿Yo tendré despacho?

—No sé, cielo. Depende del cargo que te dé.

—En Shining Dreams soy la directora creativa.

—Bueno, elijas el que elijas, vas a poder permitirte un apartamento digno. ¿Has pensado dónde empezar a buscar? —Apoyó la barbilla en mi pecho, sin cesar las caricias en el abdomen con una sutileza que erizaba hasta el pelo de mi nuca.

—De momento, en lo único que pienso es en ti. —Alzó las cejas en un gesto dulce y conmovedor, haciendo un puchero—. Cuando Piper me envíe su propuesta, hablaremos.

—Voy a presionar para que te de algo mejor, lo sabes, ¿no? —Se incorporó hasta quedar sentada sobre mi entrepierna, apoyando las manos en mi abdomen para sostenerse.

let me be her (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora