The summer's wild and I've been waiting for you, Salvatore.

1.1K 74 14
                                    

Milán, Italia.

- Eso sería todo por hoy-. Todos se levantan de la enorme mesa de cristal. Kinn aún está serio por la junta.
Sentando en la silla caoba ve por el ventanal la hermosa vista que puede ofrecer una tarde en italia.
Imagina lo lindo que sería traer a Porsche y ver mas aceitunada la piel del alfa, tambien a Big. Se vería bonito rodeado de flores y con ropa de alta costura.

Otra vez metiendo a Big en sus planes con Porsche.

Negó con la cabeza ante su pensamiento, agarrando el vaso de cristal con whisky. -Jefe, esperan su confirmación para la cena de esta noche-. El subordinado se acerca al mafioso, Kinn asiente y le hace un gesto con las manos para que se retiré.

Al parecer uno de sus aliados, vendió armamento a los rusos.  La sede y donde pondría en su lugar a los mafiosos va a ser en Sienna. Tienen muchos negocios aquí que puede usar para chantajear un rato al grupo criminal.

Aún tiene muchas cosas que arreglar en la bella ciudad.

Pensando en su proximo movimiento; se levanta de la silla para despues rodear la mesa y llegar a la puerta. Saluda a uno de sus nuevos guardespaldas, escogido minuciosamente por Porsche.
Una de las criadas le indica que su habitación recien la limpió y hay un cambio de toallas blancas. El le sonríe y le da un suave gracias; la mucama se sonroja por lo guapo que es el extranjero.
Observa alrededor de su habitación y agradece internamente por el buen gusto que tiene su asistente. Un traje de dos piezas, un negro profundo con detalles dorados por los bordes.
Su marca favorita nunca falla, Dior siempre sabe su estilo.

Al tocar suavemente la tela, se dirige al espacioso baño para tomar una ducha. Al salir del baño, noto que el celular lo dejo en la cama, un poco desilusionado que Porsche no le mando y tampoco le contesto los mensajes. Intenta llamarle, pero manda a buzón.
-Talvez este ocupado ayudando a Big-. Menciona entre dientes, aún tiene un temperamento posesivo con Porsche.
Despues de vestirse escuchó el toque de la puerta. -Jefe ¿está listo?-. Distraído comenta que si.

El hotel entro al panorama, con un estilo art déco, sofisticado con sus paredes blancas y enorme con luces tenues dándole un toque discreto. Casi parece de la realeza, no un lugar de auge para la mafia.

Sonrie de manera confiada al entrar al salon de baile, es un momento interesante.

.

Sus respiraciones son agitadas, acaban de entrar al carro que se encuentra en el estacionamiento del centro comercial, aún sonrojados y un poco avergonzados por su comportamiento. Porsche agarra el volante apretando de manera nerviosa y Big lo observa con un lenguaje corporal extraño, casi temeroso.
-Am, Porsche-. Big habla muy bajito pero apesar de eso, Porsche lo escucha. -Dime-. Menciona de manera distraída el alfa.
-¿Por qué lo haces?-. Dijo Big. -¿Hacer que?-. Porsche contesta.
-No jodas Porsche, el besarme. ¿A caso estas jugando conmigo? ¿Quieres que Kinn me mate?-. Big grita furioso viendo directamente al alfa.
Porsche siempre reacciona a situaciones bajo presion con una sonrisa extraña para luego reir de manera nerviosa, eso estresa a Big. Ese alfa evade sus malditos problemas.
-Me gusta tu aroma Big-. El omega esta apunto de darle un golpe en la cabeza para que reaccione pero al escuchar la respuesta. - ¿Qué?-. Big queda anonado.
- A mi alfa interno le gustas, realmente tengo una lucha interna por mis sentimientos. Amo a Kinn pero tambien tengo esa sensación contigo, es la primera vez que un omega me gusta. Es nuevo para mi. ¿Ok?-. El omega quiere decir algo pero Porsche vuelve a hablar. - Perdoname Big, a lo mejor te estoy hostigando-. A este punto Porsche esta soltando pequeños sollozos, piensa que esta acosando o aun peor forzando a Big.
Es muy raro para el omega ver a un alfa llorar, eso le conmueve pero sabe que tambien el tiene que ser sincero con Porsche, el lo merece.
-Vamos a casa Porsche-. Big no es seguidor del contacto fisico, enserio se esfuerza por darle un rapido abrazo a Porsche.
El alfa asiente y busca las llaves en su pantalon de mezclilla, al encontrarlas se las muesta a Big con una sonrisa húmeda.

Heaven can wait.Where stories live. Discover now