I don't know who you are... Do I?

Your world is my world

El sonido del despertador sonó a pesar de que no recordé haberlo puesto.

Apreté mis ojos más fuertes y recordé la noche anterior, ¿Había soñado todo con Justin?.

Sentí un gemido bajo mío, abrí los ojos y noté que estaba acostada encima suyo. No, no lo había soñado. El pensamiento trajo una sonrisa a mi rostro.

Estiró su mano y apagó la alarma de su celular... así que él la había puesto.

-¿No tienes que ir a hablar con tu manager?- volvió a gemir- Justiinn...

Me abrazó más y enterró su cara en mi cuello.

-Me estás echando, anoche no decías lo mismo- su voz se escuchaba ronca... sexy.

-¿Qué dije anoche?.

-Dijiste que me amabas- podía sentir su sonrisa de niño pequeño- luego de que yo lo dije y luego dijiste que era lo mejor de tu vida, que esperabas nunca separarte de mí y que te hiciera mía en la noche.

No puede aguantar la carcajada y él se levantó apoyándose en un codo, me miraba con ojos de chico enamorado y con una sonrisa de medio lado mientras yo seguía riendo.

-Eso.... nunca.... pasó- traté de hablar mientras controlaba mi risa.

-Ah, entonces lo soñé.

-¿Soñaste conmigo?- pregunté sonriendo. Se acercó y besó mi frente.

-Todo el tiempo.

Se levantó de la cama dejándome con una sonrisa tonta en mi rostro. Hasta ahora me daba cuenta que estaba sólo en calzoncillos y podía admirar su cuerpo. Sin voltear a donde mí, me tiró una almohada en la cabeza.

-Cobro por esta vista- y luego entró riendo al baño. Bastardo, sexy bastardo... mi sexy bastardo.

A la mente se me vino James... tenía que terminar con él, no podía seguir con un hombre queriendo estar con otro, no era una cualquiera y también debía respetarlo.

Prendí el tv y estaban dando Harry Potter. A los cinco minutos Justin salió del baño con una toalla en la cintura y con otra se secaba el pelo.

-Estaba pensando- dijo- ¿Quieres acompañarme?- lo miré.

-Va a estar Selena y no quiero encontrarme con ella, como que me odia- me miró atento y divertido.

-¿Ella a ti?

-¿Qué tratas de decir?- pregunté fulminándolo con la mirada.

-Creo que el odio comenzó desde ti.

-Ella me envidiaba... no me toleraba- se acostó en la cama ya vestido y sonrió.

-¿Lo recuerdas?.

-Sí, casi todo, de ti no recuerdo casi nada- alzó las cejas interesado- creo que es porque causas daño a mi corazón- murmuré seria, pero él no dejaba de sonreir.

-Sé que causo un daño a tu corazón, no debería ser legal que cada vez que me acerco comienze a latir como si no hubiera un mañana.

-¡Justin!- me quejé, él comenzó a acercarse y como si fuera una profecía, mi corazón comenzó a latir como loco.

-Dime, ángel- me dio un beso en la frente y unió la mía con la suya- no he dicho nada malo.

-¿Qué voy a hacer?- susurré cambiando de tema.

-¿A qué te refieres?

-Yo... había aceptado darle una oportunidad a James- tensó la mandíbula.

-Lo sé- lo miré extrañada- él mismo se encargó de enviarme un mensaje en la noche, pero lo vi en la mañana luego de estar contigo, fue como el impulso principal para decirte que me casaba.

-Así que todo fue celos... no puedo creerlo- dije explotando en risas.

-Me alegra que te de risa- comentó alzando la ceja.

-Es muy lindo- murmuré ladeando la cabeza- eso de que sientas celos por mí, es como si te importara o marcaras tu territorio.

-No 'es como' me importas- frunció el ceño- creo que debemos ir al médico, luego del accidente dudo que sólo se haya afectado tu memoria, de pronto estés ciega.

-Sí, como digas- reí.

-Iré a hablar con Scooter, ya que no quieres acompañarme, te dejo.

-Justin, me asfixias- fingí abanicándome con una mano- dame un tiempo libre.

Se acercó y me besó la frente.

-Ajá- murmuró y salió de la habitación.

Como medira hora de luego hacer nada, le mandé un mensaje a James diciendo que tenía que hablar con él seriamente.

Mi celular sonó inmediatamente y me sorprendí, sin embargo, no era el celular de Jem el que enviaba un mensaje, era uno desconocido.

'Hay algo que necesitas saber de tu novio, no hablo precisamente de James, si quieres saber la información, un paquete te va a estar esperando en la cafetería que queda cerca de tu casa, llega puntual, a las siete te esperará un señor... no creas en tantas mentiras'

Mi corazón comenzó a latir de lo nerviosa que estaba y comencé a sentir ansiedad. A los quince minutos James había respondido un 'Bueno, amor, ¿Está todo bien?' Pero la verdad era que no podía pensar en otra cosa que no fuera el mensaje del número desconocido.

Estaba entre el debate de ir o no ir y de decirle a Justin o no decirle. Bajé a la sala y él venía llegando con su celular entre el odíso y el hombro, las llaves en una mano y bolsas de compra en la otra. Al verme sonrió.

-Sí, sí, sé que tenemos que hablar con ellos, deben entender que es mi vida y que si acepté alguna vez fue porque necesitaba cambiar de escenario un poco- habló a través de la linea- Bueno, bro, hablamos luego.

En todo ese tiempo yo me había quedado viéndolo con las manos unidas adelante un tanto nerviosa, él se acercó y frunció el ceño, luego tomó mi cintura y me abrazó, no dijo nada, claramente él sabía que lo necesitaba, no tanto a sus palabras, sino que lo necesitaba ahí para mí.

-Justin- murmuré apoyando mi cabeza en su pecho y correspondiendo el abrazo. El rubio acomodó mi cabeza debajo de su mentón y acarició mi espalda un una mano.

-¿Quieres un poco de helado?- reí ante su comentario, me conocía bastante bien.

-Necesito hablar contigo.

-No me gusta esto- dijo en un gemido, pero tomó mi mano y me llevó al gran árbol que tanto me gusta en el patio trasero.

Nos sentamos y él pasó su mano alrededor mío. Tomé una respiración profunda y le mostré el mensaje. Frunció el ceño.

-Deben referirse a mí, supongo.

-No, tal vez se refieran a un muchacho ojos azules que no conoces, no eres el único con quien salgo- me miró por el rabillo del ojo con una sonrisa jugando en sus labios.

-Perdone, señorita, un chico tiene derecho a soñar.

-Alucinas mucho- me recosté en su hombro y sentí su risa ronca- ¿Qué vamos a hacer?.

Bajó su cabeza y me dio un beso en los labios sonriendo.

-¿Qué pasa?- pregunté.

-Me encanta que me incluyas en tus planes- sentí mis mejillas calentarse- vamos a ir- dijo ya serio, yo iré contigo y no acepto un no como respuesta.

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Chicas, perdonen por no subir, es que me vine para Venezuela, Maracaibo y... bueno, ando en la calle y a veces me sirve el wifi, otras no... saludos a las que sean de Venezuela

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