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—Mi nombre es Lucía Michelle y se que piensa y no, no soy la perra traicionera que defiende a un narcotraficante, soy una abogada honrada, ustedes también lo harian si les ofrecieran una suma asi de dinero ¿No? Ademas si yo no defiendo a estos tipos ¿Quien lo hará? Ellos merecen un abogado decente—Estipuló si discurso antes de empezar

El juez, el abogado defensor, el alcaide y seis guardias, ni si quiera Edmond pudo asistir a su propio juicio según los lineamientos previos no querian al bastardo cerca, Lucía como su abogada solicitó confidencialidad y ya que se trata de la vida de un infante y una muy importante, no se lo negaron en absoluto. No es un juicio es una negociación a base de una extorsión no puede salir a la luz publica por ahora se puede decir que Edmond y la señorita Lucía tiene agarrados a el sistema judicial de las pelotas y amenazan con castrarlos si no escuchan sus exigencias

El abogado defensor que actualmente defiende la contra parte observo a la señorita lucía con una expresión despectiva, la mujer al frente de el es una ofensa contra la ley—¿Porqué finge que esto es un jucio justo?—Excusó—Podria ir a la carcel señorita

—¿Yo? No, solo defiendo a mi cliente como todos los abogados decentes—Alzo sus manos—Pero por su acaso—Saco de su portafolios una pila de hojas bastante extensa—Ustedes aceptaron firma en contrato de confiabilidad lo mas antes posible por el bien de la pequeña hija del alcaide no hay escusas en la página 156 podran ver que hay un cuadro que redacta perfectamente la inmunidad para mi y para mi cliente

—Esto es ridículo—Hablo el alcaide, el hombre de mediana edad esta hecho un desastre, bañado en sudor y con los nervios de punta—Tuvieron que darle la pena de muerte a Edmond hace mucho tiempo, dios mio ¿Porqué no permití que los rusos se llevaran a Edmond? Las carceles rusas también son bastante seguras, pero yo y mi maldito egocéntrismo de tener a un reo de ese calibre en mi prisión ¡Que alguien me traiga un cafe!—Llevo las manos a su cabeza su peluquin se movió

—Calmese señor—Dijo el abogado colocando su mano en el pecho del hombre—Le va dar un infarto

—Prosigue—Le dijo el juez a la señorita Lucía

—Por supuesto, mi cliente ofrece  regresa a la niña a la cual tomamos prestada para canjearlo por su libertad con un precio bajo a pagar

—¿Prestada? Porque no le dice como lo es ¡Secuestro y no es canjeé, esto se llama extorsión—Dijo el abogado defensor

—El contrato dice canjear—Sonrió ladina—Prosigo con permiso del juez, como ya dice sea el resultado de este juicio que no tiene nada de los indices y acuerdos estipulados de lo que es un juicio, aplicó una clausula de emergencia o asi le digo, que les quede claro señores que no les conviene que esto salga a la luz publica, por eso me nega a que hubiera audiencia en este jucio, lo Cuestión señores es que llega a salir a la luz yo voy a contratar dejando muy mal al sistema de justicia y profesionalismo de esta carcel

—¿De que habla exactamente?—Dijo el alcaide—Mi prisión es lo
suficientemente ética con los reos

—Edmond es la victima de este sistema carcelero corrupto, hace unos meses sufrió un coma y como consecuencia una amnesia severe, todo es su culpa, un guardia le hizo eso—Respondió la señorita Lucía

—¡objeción!—Dijo el abogado—Se me informó del asunto, Edmond cayo cinco pisos abajo aturdido por el gas lagrimogino fue un accidente y cabe aclarar que ese mismo dia dos reos escaparon y se cree ¡Que Edmond es su complice!

—Patrañas—Dijo la señorita contratacando—El caso ya esta cerrado fue sospechoso para salio impune, no hubo pruebas de que Edmond fuera su complice, pero yo si tengo pruebas de que una de sus guardias ataco a mi cliente—Saco de su portafolios una pequeña grabadora—Se nombre es mauricio es un Ex militar que fue contratado como guardia para íntimidar a los reos, aunque se lo tomo muy literal—Presionó el botón de play en la grabadora y el audio sonó fuerte y claro—"Soy Mauricio guardia de la prisión estatal, admito mi culpa, yo ataque a Edmond y a su esposo en el dia motín, yo fui el causante del coma de Edmond ¡Pedi perdón lo lamento!—La grabación se corto—¿Ven? Edmond es la victima

—¿Que le hicieron al pobre hombre?—Pregunta al alcaide la voz del sujetó detras de la grabación se escuchaba al borde del llanto y con mucho miedo—¿Esta bien?

—Por supuesto, esta vivo y sin ningún rasguño, colaboró de buena manera—Dijo señorita

—¡Objeción!—Dijo el abogado—¡Le amenzaron de muerta para que hablara!

—Por supuesto que no—La señorita lucía fingió sentirse ofendida—Fuimos muy amables con él

—¡Obviamente no dira nada, lo amenazaron de muerte!—Protestó. Miro al juez—¿¡Señor diga algo!?

—No tengo poder aquí—Dijo el juez deslizando el martillo de madera sobre la mesa resignado—Edmond es culpable claro esta, pero el bastardo nos esta jodiendo, lo que yo diga no importa—Miro a la abogado—Porqué esto no es un jucio

—Madre de Dios—El alcaide aflojo su corbata—Si debi darle a Edmond a los rusos, seria su problema no el mio

—Señores no es tan malo, solo terminen de firma el contrato, Edmond les devolvera la niña a sus padres a cambio de su libertad y nunca saldra a luz el incidente del motín que fue negligencia de la carcel y por supuesto si hipoteticamente algo le pasa a mi cliente voy a responder y creenme señores no van a querer eso

—Si lo hablamos podrian dejar salir a Edmond bajo libertad condicional—Dijo el juez—No tiene antecedentes de homicidio

—¡Pero es un homicida, es demasiado astuto simpre se sale con la suya y esta vez no va a hacerlo, no podemos soltar a un criminal a el publico—Dijo el alcaide—Madre mia ¡Mi puto cafe donde esta!

—Edmond no hara nada tiene mi palabra, ni contra la niña ni contra algun civil, una vez que salga quiere tener una vida tranquila con su esposo—Dijo la señorira

—¡No hay garantia de eso!—Dijo el abodado

—¡No van a ganar!—Dijo el alcaide, golpio la mesa y se levanto dominante tratando de intimitar a la señorita pero ella reacciono con indiferencia—¡La policia la Dea, todo el puto departamente de crimenes e incluso detectives seguiran mis ordenes y encontraran a lo niña, moveré cielo y tierra si es nesesario

—¿Seguro?—Dijo desafiante la señorita—Bien, 42 horas entonces—Cerro su portafalios—Ya no hay nada mas de que hablar—Se levanto de la silla—42 horas para buscar a la niña, si en esas 42 no la tienen mi cliente y yo subiremos las exigencias

—¡Exigencias ¿a poco hay mas?!—Se levanto el abogado defensar—Pues nosotros solo escucharemos las exigencias a cambio de pruebas de que la niña este viva

Sonrió—Por supuesto, me despido señores

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