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Las lagrimas negras de sus mejillas no dejan de salir, sus labios estan secos su cara palida, No queria hacerla llorar, es la única mujer la cual aun tiene fe en él, pero ahi esta detras del cristal, en las visitas de la carcel de seguro reza todos las noches para que su hijo salga cuánto antes

—Lo Lamentó perdoname—Sollozo

—No es tu culpa mamá, es mia

Lleva toda la vida culpando a los demás si sigue tomando el papel de víctima jamás se hará responsable de sus acciones, Papá tiene razón la carcel lo esta reformando poco a poco. Sus padres ya no pueden pagarle a Edmond por cuidar de el, despues de lo que hizo el apellido y la empresa diamante esta manchado, nadie quiere comprarle a unos estafadores, hay una enorme crisis económica en el negocio familiar, se acabo  ahora es presa de los demas depredadores

—Estare bien—Sonrió frente a el cristal calmando el llanto de su madre

—Mareana me llamó por teléfono, esta preocupada por ti, es buena niña nos esta ayudando a recolectar el dinero para poder pagar por tu seguridad—Dijo limpiando las lagrimas de sus Mejillas—Es una buena niña

—pensé que me odiaba y que no queria verme nunca jamás

—Al parecer aun sigue enojada no planea regresar contigo, pero no puede abandonarte, debes tratar de recuperarla

Sus labios se curvaron—Soy tan poca cosa para ella—Se rio con cinismo—Tan poco hombre

Es una de las razones por la cual le gustan tanto los mujeres, ser tan leales a las personas que aman. No ha visto a su Ex prometida en meses, Mareana no es el tipo de mujer que se humillaria por dinero pero si lo haria por amor, si el estuviera en su lugar le escupiria en la cara por todo lo que le hizo, pero ella sigue ahí una patética mujer enamorada de un hombre que no vale la pena y lo poer de todo es que desde que entro a la prisión la olvido por completo porque sus ojos avellana no son ni un cuarto de la mitad de hermosos que el color Azul ciruelo de los ojos de su compañero de celda

La visita se acabo, Madre y Hijo se despidieron con lagrimas en los ojos, la prisión, las celdas, los guardias todo se siente tan malditamente inrreal, su mente esta nublada, despues de la depresión y culpa carcelera, ahora esta pasando por la Etapa de la resignación, en estos momentos todo le da completamente igual si Edmond deja de cuidarlo, si lo golpeen o lo humillen los demas reclusos, incluso si tratan de asesinarlo todo se siente tan ajeno a el.
El echó que quiera que un hombre se lo folle lo hace sentir asco, su ideología misandrica, machista y Homofóbica lo hace sentir asco cada vez que esos pensamientos pasan por su cabeza, trató de hundirlos en lo profundo de su ser, pero ellos flotan causandoles neusias, Tal vez sea el simple estado evolutivo humano o la nesesidad de sentir adrenalina las recargas de Dopamina adictivas, pero aunque su mente lo rechaze, su cuerpo no puede evitar sentirse atraido

Al llegar a su celda vio su reflejo en el pequeño espejo, no podia permitir que su madre viera la marca de asfixia en su cuello, que dejo Edmond cuando lo follo en las duchas, asi que lo Cubrió usando aquella franelilla negra de cuello de tortuca que dejaron entrar junto con sus cosas personales, bajo el cuello de la tela se ve bastante mal las marcas rojas de las manos y las llemas de los dedos de Edmond estan impresas en su blanca piel e incluso la palma de sus mano se ve tallada, en un enorme hematoma alrededor de su cuello arde y escueza, alrededor del hematoma su piel está ligeramente inflamada con un tono verde y morado a la vista. se voltio al sentir la presencia de alguien, su compañero de celda esta apoyando en el marco de la puerta

—¿Como te fue en tu visita?—Se cruzo de brazos

Maldición como puede ser tan condenamente sexy, sus hormonas de mocoso le impiden pensar claramente en su presencia.
—Mis padres ya no pueden pagarte, lo lamento—Subió la tela negra para cubrir la marca de su cuello

—Lo se—Colocó una de sus rastras detras de su oreja—Ya me habian informado

—¿Porqué no me dijiste?—Se sentó en el la cama de abajo

—Pensé que lo mejor sería que ellos te lo dijeran—Se Inclinó frente al rubio—Estas en mi cama—Afirmo mas no fue una orden para que se apartara, bajo la tela de la franelilla de el cuello de tortuga negro del rubio y deslizo su pulgar por el hematoma que dejo en el cuello del Menor—¿Duele?

—Bastante, escueza también—Sus ojos avellana se dirigieron a ver las ojos de el hombre frente, siente culpa y vergüenza si orgullo no puede permitirle que se siente tan malditamente hipnotizado por otro hombre

—Interesante—Alzó el mentón del rubio coloco su mano sobre la marca en su cuello, sus dedos encajaron en ella a la perfección—No eres mas que un niño rico promedio—Giro su rostro—No eres femenino, ni si quiera te pareces a una mujer ¿No tendria mucho mas sentido, que un hombres heterosexual dudara al ver un hombre femenino y parecido a una mujer? Ese no es tu casó, eres un hombre de pies a acaba, deberia sentirme asquiado, no confundido

Apretó sus labios, los dedos de Edmond estan sobre el hematoma su piel arde y se siente caliente, al hacer presion suelta un pequeño gemidito de placer involuntario, Edmond alzo una ceja
En situaciones como esta el mocoso sigue siendo demasiado procaz

—Aun puedes pagarme, supongo que ya sabes a lo quiero, pero si me dices que si, no abra vuelta atrás ¿Sabes a lo que me refiero? Si ser una puta es demasiado vulgar para ti, solo tienes que negarte

—Si quiero, porfavor—Vocalizo de inmediato, ni si quiera se molesto en pensar en las consecuencias que traera. Ser su puta de verdad, ser solo un juguete que el utilice solo para meter su verga, dejar de Fingir y ser su ramera a cambio de protección justo como todos piensan, le gusta ser su Zorra, le
encanta

Edmond curvo sus labios en una sonrisa maliciosa ¿Como puede ser tan tonto?

BarrotesWhere stories live. Discover now