Pero, yo te quiero más (Juliantina)

¿Qué estás haciendo?

-Por... ¿Por qué hiciste eso?- la miré un poco molesta

-Eh, cálmate Val, no íbamos a llegar nunca si seguíamos por ahí-

Y cómo por arte de magia, estábamos fuera de esa gran casa, en poco menos de 5 minutos cuando faltaban 25, según la ruta.

-¿Es aquí?- dijo estacionandose-

-Sí, muchas gracias Mel- respondí

-Vamos a entrar- dijo convencida

-¿Vamos? ¿Tú también vas a bajar del auto?- la miré algo incrédula

-Obvio, yo te vine a acompañar- Mel- además, ¿Qué pensabas decir para entrar viniendo tu sola?- levantó una ceja-

-Ya, y entonces ¿Qué vas a decir tú?- me miró despreocupada

-Pensaré en algo, Val

Tocamos el timbre y salió la abuelita de Juliana, se vio muy sonriente y me contagió un poco de su alegría.

-Hola, niñitas- nos miró con sorpresa

-¡Hola!- saludó mi hermana alegremente

-¿Meli?, que guapa y que grande estás, hija- dijo la abuela de Juls

-Tú también estás muy guapa- halagó mi hermana- igual que como te recuerdo

-Ay, gracias- dijo- pero pasen, andenle, no se queden afuera

Nos adentramos ahí

-Mel, Valen- nos llamó una voz familiar desde la cocina

-Vamos- respondió Melibea- oye, pero, es tu oportunidad- dijo en voz baja para mí

-¿Qué?, ¿oportunidad para qué?- dije de igual forma

-Sólo ve arriba- me dió una palmadita y dijo las escaleras- y cualquier cosa yo te cubro

Miré el reloj: 4:20 pm

Faltan diez minutos para que lleguen, sabía que sería así, Juliana es la persona más puntual porque conozco y sé que le gusta calcular el tiempo meticulosamente y tener todo bajo control.

Subí a la habitación que alguna vez fue de Juliana y mía, estaba igual que como la recuerdo, sonreí por tantos recuerdos, la extrañé, que bueno que pronto estará aquí.

Miré mi celular, no tenía ninguna notificación.

"Está bien Valentina, cálmate, seguro que está ocupada o no tiene señal, o algo" pensé

Faltaban solo 3 minutos, entonces me metí al baño, me miré al espejo y me aseguré de que todo estaba en orden, conocía a Juls y noté que es la clase de persona que busca llegar y tener un espacio propio, por eso estaba casi completamente segura de que llegaría a su habitación muy rápido.

De repente escucho risas que parecen venir de abajo, no lo había escuchado antes debido a que estaba muy inmersa en mis pensamientos, pero escucho unos pasos por la escalera, cada vez se escuchan más cerca, mi corazón late más rápido.

Abre la puerta.

-Por fin...- la escucho recostarse en su cama, y suspirar, y el solo escuchar su voz me hace sentir mil cosas.

Me preparo para salir, y, pienso entonces que es rarisimo el hecho de que de la nada alguien salga de tu baño...
¿Le parecerá raro también a ella?- comencé a temblar levemente

-Vamos, Valentina, cálmate- me dije en voz muy baja- okay, respira- y respiré profundo

Abrí discretamente la puerta, procurando mantener el silencio albergado en esa habitación.
Me preparé mentalmente para que Juls me viera, y dijera algo, pero la imágen frente a mis ojos fue más como un Juliana recostada en su cama, con sus audífonos puestos y los ojos cerrados.
Sonreí para mí misma al verla, y puedo jurar que sentí a mi corazón querer huir de mi cuerpo.