Día 20

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Notas antes de leer: este capítulo es algo corto, al igual que con el anterior me sentí algo corta de inspiración con estos dos temas, no logró hacer que las ideas fluyan pero intentaré en los siguientes hacerlos un poco más largos. Sin más que decir espero les guste como a ido hasta el momento la historia, gracias por votar y comentar.

Los días rápidamente se convirtieron en semanas y casi de inmediato paso el primer mes, el castaño aunque deseara pasar más tiempo con su familia tuvo que regresar a su trabajo pues una nueva amenaza habia arribado al puerto de Yokohama al mismo tiempo que el frío de invierno hizo su aparición, la Port Mafia y la Agencia de Detectives tenían que unir fuerzas para evitar bajas una vez más.

Por su parte el ejecutivo pelirrojo continuaba disfrutando de su incapacidad por maternidad que Mori le otorgó o al menos así era como se supone que debería de ser ya que desde el momento en que el padre de su hija partía al trabajo y se quedaba solo cada mañana la ansiedad comenzaba a abrumarlo.

Por un lado estaba cansado debido a la falta de sueño, debajo de sus ojos habían enormes bolsas y su piel se encontraba reseca, pero también odiaba estar encerrado sin hacer más que limitarse a las tareas del hogar como si el hecho de haber tenido una hija lo convirtiera en una frustrada ama de casa.

Por eso cada día buscaba algo que hacer junto a su hija y sus conocidos más cercanos con tal de alejar esos pensamientos negativos de su mente.

- no sabes cuanto me alegra ver que te encuentras bien Chuuya - con elegancia la bella dama llevo la taza de porcelana a la altura de sus labios terminando la bebida de té amargo que les habían entregado tras la llegada de su invitado - también que esta lindura este creciendo tan rápido, no olvides llevarte los obsequios que las chicas tienen para ti -

- claro que no y muchas gracias nee san, a todas - posando su diestra en la carreola revisó a su pequeña quien continuaba perdida entre los brazos de morfeo - creo que es hora de irme nee san, aun debo encontrarme con Mori san -

-¿Mori san? ¿ocurre algo malo? - no pudo evitar preocuparse, acaso ¿habia pasado algo por alto durante su conversación? si lo veía agotado pero era normal hasta cierto punto, nunca dijeron que tener una hija era algo sencillo.

- no, todo está muy bien - negó con la cabeza sin borrar la sonrisa en su rostro - es solo que quiero volver a mi trabajo-

- ¿no crees que es muy pronto? Fumiko recién cumplió el mes de nacida ¿con quien la vas a dejar? - ella estaba dispuesta a cuidar a la castaña si así se lo pedían pero aún era muy pequeña y necesitaba de su madre, nisiquiera habia sido destetada y estaba encontra de que le diera biberón otra vez, era demasiado pronto.

- la llevaré conmigo, se que aunque solicite volver a trabajar solamente me permitirá estar en la oficina y está bien para empezar a menos que la situación empeore con los extranjeros - necesitaba volver a ponerse en forma antes de regresar al trabajo de campo porque aunque no tenía nada de información sobre la nueva amenaza quería proteger la ciudad en la que crecería su hija, quería crear un lugar seguro para ella y que tenga la oportunidad de vivir una niñez normal.

- no importa lo que diga verdad, no te haré cambiar de parecer - debía resignarse, su aprendiz conseguía todo lo que se proponía, tenía una fuerte convicción cuando se trataba de lo que sentía o quería.

- ya me conoces nee san -

De un momento a otro un fuerte aroma inundo el aire a su alrededor, ambos mafiosos sabían de que se trataba incluso antes de que la castaña comenzara a gimotear.

- parece que a alguien le urge un cambio de pañal ¿puedo Chuuya? - la pelirroja se levanto sacando de la carreola a la menor y colocarla sobre el largo sofa

- claro nee san es toda tuya - de la maleta que llevaba le entregó un pañal y las toallas húmedas, además de una muda extra en caso de que se haya ensuciado de más

- dime una cosa Chuuya ¿tu haces todo con referente a los cuidados de Fumiko o Dazai te ayuda? - jugaba con las manitas de la infante para hacerla reír y distraerla mientras la cambiaba recibiendo ligeras risas y pataletas de su parte.

- no, bueno la mayor parte del tiempo si lo hago pero hay veces en que Dazai me ayuda por las noches - elevó sus hombros restándole importancia a lo que estaba confesando como si se tratase de algo bastante común - no le pido demasiado porque también llega cansado de la Agencia, tiene bastante trabajo que hacer -

- ya veo - volvió a colocarle la prenda inferior a la niña una vez terminó entregando el pañal sucio a uno de sus subordinados para que se deshaga de el - supongo que tienen más trabajo ahora pero Chuuya si te sientes cansado o necesitas hablar ten en cuenta que siempre podrás venir y visitarme, te ayudaré con esta linda niña -

- si nee san lo tendré en cuenta gracias - la cargo volviendo a recostarla en la carreola - debemos irnos, realmente necesito hablar con Mori antes de la hora del almuerzo de Dazai -

- cuidate Chuuya y no te descuides, alimentate bien ¿entendido? - con delicadeza acarició una de sus mejillas antes de verlo partir siendo hasta ese momento en que su sonrisa se difumino.

Nakahara había olvidado por completo que la mujer con la que trataba lo había cuidado durante ocho años por ende era capaz de ver a través de la máscara que llevaba, noto su cansancio y como intento cubrirlo con el maquillaje, noto como de cierta manera empezaba a repeler a su hija cuando está lloraba, parecía harto de alguna manera.

Tenía que hablar con Dazai urgentemente antes de que suceda algo de lo que se pudieran arrepentir.

Agosto de m-preg 2022 ☆ Soukoku  Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin