28 de septiembre de 2022. Parte I.

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- ¿Qué hora es? –

Despegué la cabeza del almohadón. Al igual que ayer, la luz del Sol ya coloreaba mi habitación en el momento en el que abrí por fin los ojos.

- Aún no he podido digerir todo lo ocurrido anoche. Madre mía, ayer en general fue un día surrealista. –

Murmuré mientras me daba la vuelta sobre mi colchón, aprovechando para retorcer mi cuerpo lo máximo posible como en todo buen estiramiento matutino, escurriendo cada uno de mis músculos en el proceso.

- Diría que todo lo que pasó ayer fue un sueño, pero tengo suficientes agujetas como para constatar que todo aquello pasó de verdad. Ayer, en aquel callejón, me libré por poco... Así que aquella cosa que me tendió una trampa era un Mifler... –

Recordé la secuencia en la que casi acabé siendo cazado por aquella criatura y el rostro de aquella chica rubia que evitó que me devorase.

Acabé tumbado bocarriba, observando cómo las partículas de polvo sobrevolaban mi habitación, iluminadas por la luz de la ventana.

Palpé mi pecho. No solo por la presencia del cristal, sino por el miedo racional que tenía a que este se detuviese en cualquier momento. Temía que llegase el día en el que el motor de mi cuerpo me dejase tirado, en el que no pudiese soportar más la presión de la Meosnemia y del resto de cosas que me afectaban. Rezaba por resolver todos mis asuntos antes de que aquel día llegase.

- Al menos sigo vivo. Aunque solo sea de momento. –

Bostecé y reflexioné un rato sobre lo ocurrido.

* Anoche fue un caos. Primero que nada, ¿qué demonios hacía ese chico bajito, Tofu allí? ¿Era él de verdad? Estoy cien por ciento seguro de que era él... ¿Cómo pudo sobrevivir a lo que vi hace un par de días? ¿Sabrá él algo en relación al chico del brazo robótico que protagonizaba aquel Eco del cristal? Es obvio que todo un misterio envuelve mi cristal y su Eco, justo como El Vigilante me había hecho saber... ¿Sabrá él que Tofu está vivo y en Seúl? *

- No sé qué pensar. Parecía ser él el que huía de las midestias, pero, cuando intenté ayudarle él me disparó aquel rayo de luz raro. Fue todo tan rápido... Menos mal que no me hirió, ya hubiese sido el colmo. En fin... -

Me desperecé y salí de la cama. Me miré reflejado en el pequeño espejo de mi cuarto para hacerme una coletilla y, de paso, para observar el estado de la herida en mi ceja provocada por mi pelea con Leon.

- Me gustaría dormir más, pero hay demasiadas cosas que me gustaría hablar con Hermes. Especialmente después de lo que me pasó con Andrew. No sé si a Hermes le parecerá bien o no, pero debo dejarle claro que este me abandonó pese a lo que nos encargó Lanza. –

Aprovechando que anoche no me había cambiado debido a mi cansancio, aproveché aquel momento para cambiar de ropa al fin.

Me deshice de mis pantalones vaqueros y de mi camiseta. Mi sudadera blanca estaba ya apoyada sobre una silla desde anoche, toda sucia de polvo, agua, aceite, babas de midestia y sangre de al menos tres seres vivos distintos.

En cuestión de instantes, me vestí con algunas de las prendas que había adquirido la mañana anterior en mi paseo por la ciudad. En concreto, me puse una camiseta roja con un logotipo genérico y unos pantalones cortos de deporte. Las mañanas de aquella ciudad todavía permitían que vistiese de corto.

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2022 ⏰

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Densetsu ni narou: Seoul Nights Vol.1 & 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora