27 de septiembre de 2022. Parte III.

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- Pues nada, estoy solo de nuevo... -

Suspiré tranquilamente.

Abrí una vez más la puerta de la casa. La misma puerta en la que casi me terminan volando los sesos hacía un rato, y la misma casa en la que supuestamente vivía un dios. La casa del dios Hermes.

Ante mí se alzaban imponentes edificios en todas las direcciones, las nubes compartían sus segmentos de azul con el Sol y el bullicio de una metrópolis en plena hora punta me susurraba por mi derecha, lugar en el que se acababa el callejón en el que estaba nuestra casa y, comenzaba el mundo real.

Caminé en esa dirección. El aire fresco y la buena temperatura aligeraban mis pasos y despejaban las dudas de mi mente. Con prácticamente una jornada laboral entera para recorrer estas calles, no pude evitar florecer en mi rostro una optimista sonrisa.

- Así que es verdad: mi vida ha perdido todo el sentido y la coherencia que mantenía rigurosamente hasta hace dos días. Estoy aquí de forma oficial, y voy a vivir una aventura, emm, de verdad... Hmm, ¿qué debería hacer primero? Quizás la mayor prioridad sería encontrar una tienda de ropa, llevo los mismos calzoncillos desde que salí hacia el paseo para reunirme con Espada... Sin comentarios... -

Miré mi ropa. Tenía el pantalón un poco sucio por el polvo procedente de los distintos suelos en los que me había caído y arrastrado. Y en mi sudadera, la cual apenas tenía veinticuatro horas en mi propiedad, había pequeñas salpicaduras de sangre procedente de las heridas causadas por la midestia de ayer.

Un desastre.

- Está decidido. Lo primero que debo hacer es ir a comprarme ropa. ¿Quién me iba a decir que yo, Asher Percedal, iría dos días seguidos a comprarme ropa?, con lo que me duele gastar dinero... –

Llegué a la calle principal y, tras observar un poco el entorno, decidí tomar el rumbo de mis tres. A mi nueva izquierda pasaban toda clase de sedanes de última generación y taxis de distintos colores, especialmente naranjas y algún que otro negro.

- Tengo bastantes horas para hacer lo que quiera, debería utilizarlas a conciencia. Después de comprarme ropa, me pasaré el resto del día recorriendo todas las calles que pueda; pues es crucial que me conozca las calles lo mejor posible, así tendré ventaja después. Si no hubiese conocido las calles por las que hui ayer, no sé si podría haber escapado del monstruo con forma de perro... Y obviamente, aparte de comprarme ropa y de realizar un "paseo de reconocimiento", tendré que hacer alguna pausita para comer, hehehe, un descanso táctico. –

Tiendas de tecnología y Cafeterías de todos los colores y formas se fundían en una moderna y limpia calle llena de árboles, con dos carriles de calzada para los vehículos. Caminaba resguardado por enormes torres de cristal, como las que nunca había visto en una ciudad. Podía sentir en el aire la prosperidad económica y el orden en las calles.

- Qué calle tan bonita... Espero tener dinero de sobra para comprar de todo. Dicen que las tarjetas bancarias sirven para casi todos los países, ¿no? No sé cómo funcionará eso de las comisiones... Antes de comprarme ropa, debería pasar por algún cajero internacional y consultar los ahorros que me quedan, ayer también gasté bastante dinero... Bien. ¡Decidido! ¡Qué comience la aventura buscando un cajero para Asher! –

* Me gusta cómo suena eso de "aventura". *

Anduve por aquel barrio. La temperatura, digna de principios de otoño, agregaba esa especia extra a las calles en forma de hojas cayendo de sus ramas a cada suspiro.

* Se nota que está empezando el otoño. *

Fue lo que debimos de pensar yo y el resto de los oficinistas y repartidores que andábamos por aquellas aceras, esquivando los montones de hojas que se formaban de vez en cuando.

Densetsu ni narou: Seoul Nights Vol.1 & 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora