|𝗦𝗢𝗡𝗥𝗜𝗘| 🦋

5.2K 431 90
                                    

|Nea|

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

|Nea|

Lo primero que pensé al verme allí subida fue que estaba loca y que había perdido el escaso sentido común con el que vivía día a día al pensar que embarcarme en esa alta aventura era una buena idea. Planeeé echarme atrás, pero ya era demasiado tarde. La atracción no podía parar y yo ya estaba sujetándome a esas finas cadenas de metal que había juzgado escasos minutos antes. No confiaba mucho en su resistencia, pero no me quedaba de otra. Además, las sillas estaban subiendo, avanzando poco a poco cada metro que nos separaba del firme suelo y esas cadenas eran la única cosa que me daban algo de seguridad por muy poco resistentes que fueran a la vista.

A los pocos segundos, masajeando esas cadenas, visioné una posible escapatoria. Me planteé tirarme al vacío desde los seis metros que llevábamos alzados, sin embargo, ni podía ni quería hacerlo, prefería vivir para más tarde gritarle un poco a Jake e informarle del miedo que me invadía. Así que no me quedó de otra que aguantar e intentar luchar contra mis miedos, por mucho que mi cuerpo no me lo pusiera nada fácil en el intento. Mis sudorosas manos apretaban el metal, tenía los dedos de los pies engarrotados dentro de las zapatillas, la respiración me temblaba en cada bocanada y el estómago lo tenía al revés.

Resumen: Todo andaba mal en mi organismo. Suerte la mía que tenía a un caballero burlón al lado. Ese que me tendía su gran y fuerte mano para hacerme sentir más segura. La estreché bajo la mía, maltratándola contra los eslabones que me oponía a soltar. Él percibió mi nerviosismo y reparó en la fuerza que empleaba para mantener en unión nuestras manos.

—¿Estás bien? —interrogó.

—Tengo un poco de miedo.

—Todo irá bien si no miras hacia abajo.

—No planeaba hacerlo.

Esbocé una sonrisa a su vez, ocultando en ella el pavor que reinaba en mí.

Ni muerta iba a mirar hacia abajo si no lo hice desde un principio, porque a cada segundo que pasaba, más altura habría desde mi posición y peor sería mi reacción. Las cabezas de la gente que hacía fila se verían diminutas, el parque en sí sería como una hormiga, incluso vería la ciudad entera cuando estuviera arriba del todo. Así que, me remitía, ni muerta iba a mirar hacia abajo o a otra parte que no fuera el rostro de Jake.

—Estoy aquí —movió su pulgar sobre mi piel, enviando cosquillas de las buenas a mi barriga—. No va a pasarte nada, pero si pasa, moriré a tu lado.

—¿Pretendes que eso suene bonito desde nuestra posición?

Emitió una corta y risueña risa.

—Pretendo calmar tus nervios porque estoy cagado de miedo por si se cumple alguno de tus disparates sacados de esa serie de médicos. No quiero que se te pare la patata, y menos por mi culpa.

—Me encuentro bien —mentí. A medias—. Solo ando algo nerviosa. Hemos pasado de estar subidos en la montaña rusa de la Patrulla Canina a lanzarnos a montar en la atracción más alta de todo el parque.

𝐌𝐀𝐑𝐈𝐏𝐎𝐒𝐀 ✔ Where stories live. Discover now