CAPÍTULO 4 - REUNIÓN "LYON SCHOOL"

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Llevo unos 20 minutos dentro de mi uber, por fortuna mi conductor es un joven muy paciente y claro está que voy a darle 5 estrellas y a pagarle el tiempo que llevo sentada en el asiento de atrás sin ser capaz de salir. Sabía que esto iba a pasarme, no sé para que vine. Cierro los ojos y suspiro, al cabo de unos segundos siento su aroma y su presencia cerca de mí. Como desearía que él pudiera tomar mi mano ahora mismo.

- "Tú puedes Frannie". - Me susurra al oído y abro los ojos para encontrarme con sus ojos verdes y su hermosa sonrisa.

- No puedo. - Confieso.

- Mmrrr. - El joven conductor se aclara la garganta. - Señorita, no me molesta quedarme aquí el tiempo que lo necesite, pero si me permite darle un consejo y con todo el respeto que se merece, hoy luce radiante, hermosa y no debería desaprovechar eso. Esta puede ser una noche mágica y divertida.

- "El niño tiene razón Frannie". - Sonrió. - "Vamos amor, tú puedes, sé que te vas a divertir". - Me anima Marcos y no puedo amarlo más por estar aquí conmigo.

- Gracias. - Le susurro a mi fantasma y dirijo mis ojos al conductor. - Gracias...

- Sergio. - Me recuerda amablemente su nombre.

- Sergio. Voy a darte 5 estrellas.

Le transfiero el pago, le doy mi puntuación en la aplicación y bajo del auto. Respiro profundamente inundando mis pulmones del suave y cálido aire de esta noche de septiembre, miro al cielo oscuro lleno de estrellas brillantes, acompañada de una enorme luna y me aliento a caminar el sendero que me lleva al salón principal del "El Club".

A medida que me acerco al lugar, soy recibida por un adorno ostento de globos verdes, dorados y negros, un enorme cartel que dice: "Reunión de exalumnos Lyon School". Al entrar al salón hay un túnel hecho con lucecitas blancas donde hay colgadas algunas fotografías viejas, que no me detengo a mirar. Cuando salgo del túnel me reciben dos ex compañeras, Elizabeth y Martina que me saludan amablemente, me preguntan cómo estoy y me dan un cartelito con mi nombre "Francesca Sierra" como si pudiéramos olvidarnos de las personas con las que compartimos tantos años de nuestra vidas. Le agradezco y me adentro más en el salón que está excesivamente decorado con colores verdes, dorados y negros. Hay mesas redondas con manteles verdes, una barra libre, al fondo del lugar hay un área iluminada con lucecitas blancas donde hay un cartel que dice Memories y las paredes estan repletas de más fotos viejas de nuestros años de secundaria, que tampoco deseo ver, por ahora, y un DJ.

Estoy por ir a sentarme a una de las mesas más alejadas y así pasar desapercibida, pero no logro mi objetivo. Mis ojos dan con dos personas que apenas me ven sonríen y corren hasta mí mientras gritan de alegría. Carajo.

- "¿Amigas tuyas?" - Me susurra Marcos.

- Si, lo eran. - Susurro.

Lourdes y Tania, son dos rubias hermosas y super intensas que fueron mis "mejores amigas" en mis años de secundaria. Las tres fuimos las abejas reinas del colegio, presumíamos de nuestro dinero, fuimos algo malas y todos nos aman y respetaban.

- ¡FRANCESCA! ¡AAAHHH! - Las dos gritan al unísono atrayendo la atención de todos. Adiós a pasar desapercibida.

- ¡Lu, Tania! - Finjo alegría por verlas y nos abrazamos. Por un momento volví a tener 17 años.

- Que alegría verte... Estas super delgada perra. - Esa el "Lu".

Lourdes Cruz, hija de empresarios famosos e influencer. Tiene millones de seguidores en Tik Tok, Instagram y Twitter. Tiene una larga y hermosa melena rubia, ojos celestes y obviamente es poseedora de una belleza única y de un cuerpo envidiable. Lleva un increíble vestido corto, rosa pálido, que brilla demasiado... Y lo de llamarme "perra" es normal en ella, así le dice a todas y por lo que se es su marca en redes sociales, todos sus videos en Tik Tok comienzan con un "¡Hi, perras!".

Después de ti (Terminada)Where stories live. Discover now