CAPITULO 18: NO PUEDO DEJARTE 4-4

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Sentía que podía moverse nuevamente, al fin dejaría estar viendo su exterior y podría retomar lo que había dejado de lado por encerrarse en su burbuja- tendré que asimilar mi realidad de otra forma- sus ojos con temor fueron abriéndose y vio frente a él a un albino que respiraba de forma tranquila, pero con los ojos hinchados – te extrañé mucho, Victor – quiso moverse, pero el cuerpo le pesaba, apenas pudo mover su brazo a la altura de la cara del albino y lo dejo caer, como peso muerto.

- ¿Qué está pasando? – asustado se levantó al sentir algo que le golpeo de forma moderada en su mejilla miro a todos lados asustado y escucho una risa algo apagada- no es un sueño ¿verdad? O ya estoy muerto y estoy en medio de una utopía- dirigió su mirada guiándose por esa voz apagada, poniéndose nervioso y las lágrimas queriendo salir de sus irises azules, veía que su pequeño omega estaba tratando de moverse- Yuuri, al fin despertaste- con ambas manos, tomó las manos del menor, quien lo veía de forma cansada, pero tratando de sonreír- gracias por despertar- no soportó más y comenzó a llorar como un niño pequeño- aun no asimilo que abriste los ojos y me hablaste-

- Hola victor, gracias por darme mi tiempo y ser paciente conmigo-es lo único que pudo decir el pequeño y pedir un vaso con agua. El alfa, de forma cuidadosa lo abrazó y lloraron juntos por la dicha de que al fin podían reencontrarse.

- voy a llevarte al médico, y hablarte todo lo que ha pasado en estos meses- de forma seria, victor le iba hablando mientras lo cargaba y lo llevaba a la sala – debes saber que Minako... ya no está con nosotros, pero-

- lo sé porque la vi, cómo la enterraban, estuve sentado y no pude llorar por ella- su mirada se perdía en el color neutro de las paredes de la sala- he visto cuando dictaban el testamento y dejaste de lado tu carrera para ayudarme a gestionar todo lo que me pertenece, estoy muy agradecido contigo- su mirada reflejaba cansancio ante la batalla mental que tuvo con el mismo- literal, se casi todos los eventos importantes, he escuchado y visto- dirigió su mirada al albino quien, se le escarapelo el cuerpo por la determinada mirada del más joven- sé que aún hay cosas que desconozco y por ello, abusaré nuevamente de tus conocimiento y cariño para lo que no entienda, sé que soy pequeño y débil, pero espero que sigas creyendo en mi- intentando hacer un gesto de sonrisa, Yuuri esbozó una mueca.

Victor, nuevamente lloró al sentir que esa pequeña mente tuvo que batallar consigo mismo, se veía más determinado y firme, parece que dejó de lado esa mirada infantil- recuerda que siempre debes de ser tú, no dejes que las circunstancias y eventos cierre tu corazón, no seas duro contigo, para eso estoy, te voy a cuidar y proteger, ve a tu propia forma, porque siempre estaré para ti- juntando sus frentes con una voz baja, dijo ello el alfa, quien sonreía de forma tímida- sigue siendo aquel dulce niño, trata de no cerrarte a los demás-

-gracias...- con un sonrojo adornando sus mejillas, Yuuri también trataba de sonreír- no puedo dejarte, ni tu a mí, es uno de los votos que diré cuando llegue el día de nuestra boda – su mirada firme y decidida veía esos azules que estaban impactados por tal aclamación- nos apoyaremos mutuamente, como la pareja que somos-

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- ¡voy a pensar 2 veces antes de preñarme otra vez! – un quejido lastimero resonó mientras un moreno con un abultado vientre andaba que jalaba los cabellos al alfa que tenía a su lado- ¡maldición! ¿por qué los alfas no paren en lugar de los omegas? ¡Ah! – los enfermeros pasaron a su habitación, lo prepararon para ir al quirófano- ¡a la próxima te voy a preñar yo! -

- sr. Altin, va a pasar a cirugía para que le realicen la cesaría- lo pasaron a otra camilla y cambiaron de bata- sería bueno que dejara ir a su esposo- le está arrancando hasta el cuero cabelludo- el enfermero, veía esa escena cómica, pero para el alfa que daba toques suaves a la mano de su omega, para que tratara de calmarse, porque le dolía a horrores la cabeza.

- Pichit, sería bueno que hicieras ejercicios de respiración antes de querer dejar calvo al padre de tu hija- sintió el agarre más fuerte- trata de recordar, por favor- pequeñas lágrimas salían de sus ojos- me vas a arrancar la cabeza- con todo el dolor de su corazón, apretó la muñeca de su joven omega- al fin

Llorando, Pichit se fue en la camilla jalada por los enfermeros, quienes iban en silencio. Otabek estaba con una cara de póker, pero en realidad estaba asustado por los gritos de dolor de su pequeño e inofensivo omega- así ya no quiero tener más hijos, a la próxima me va a dejar calvo de verdad.

-¡maldito bajin, te voy a preñar yo esta vez! – se escuchó luego el llanto de un bebé dentro del recinto- ¡lo juro!

Otabek sabía que las palabras de ese omega iban a ser ciertas- supongo que estaré en abstinencia medio año- suspiró terriblemente- ahora ver a la nueva integrante – Eleine

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Aun no podía creerlo, aun en su corazón le decía que algo andaba mal, el ver esos ojos verdes le hacía estremecer, no por amor sino de miedo, su cuerpo se tensaba y se sentía agobiado – esto debe de ser a lo que llaman, la memoria olvida, pero el cuerpo recuerda, esto es extraño – de forma cautelosa, se dio cuenta de que tenía que actuar de forma sumisa y paciente ante aquel chico rubio, a quien lo tenía sobre él.

- ¿a dónde estás mirando y murmurando? – como si fuera un ronroneo le susurraba al omega debajo suyo – sabes que tu prioridad ahorita es complacer a tu marido- comenzó lamiendo la oreja y dejando besos por su cuello, presionó su miembro sobre el cuerpo del omega, y empezó un vaivén, los suspiros no esperaron y llegaron a Jean, quien se estremeció ante ello- recuerda que eres mío, quiero que lleves a mis cachorros lo más pronto posible- succionando uno de los pectorales que pronto producirían leche- pronto tendremos hermosos bebes, que se parezcan a mí... y a ti- un dedo el cual estaba jugueteando con el miembro del omega ingresó a la humedecida entrada- aquí pondré mi semilla, mira ya estás lubricado- alzo las piernas del moreno y bajó a mirar la puerta que los haría ambos sentir placer, mucho placer-

- me siento extraño, me da vergüenza- sintió una lengua en su flor- no, está sucio- gimió de forma aguda- no por favor- sentía el segundo dedo- la vergüenza me va a matar- ¡ah! -

- te tengo que preparar bien antes de entrar, hoy es un buen día, no quiero entrar en celo para tener sexo a lo bestia- te estoy atesorando- metió el tercer dedo, mientras besaba a Jean, sus gemidos fueron acallados con aquel beso.

- por favor, ya mételo-

- como ordenes- ni corto, ni perezoso, el rubio comenzó un vaivén, cuando su miembro al fin ingresaba en aquel puerta virginal- con esto ya no podrás escapar de mi- mi querido Jean, tenemos toda la semana para hacer bebes- con una sonrisa malvada comenzó a embestir con fuerza al pobre omega, quien sentía una ola de placer indescriptible- ¿qué se siente ser inducido al celo? Mi amado omega- en ese momento, Jean no se había dado cuenta de que aquel joven alfa le había inyectado en la pierna una poderosa medicina.

- Yuri, por favor, más...-no era consciente de lo que decía solo quería que su alfa le diera, lo que sus instintos le dictaban- quiero tener a nuestros cachorros... ¡ah!

I DON'T WANNA LIFE FOR EVERWhere stories live. Discover now