Capítulo 6

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Terry y Candy se quedaron por un buen rato en la cama, después de hacer el amor. Enredados se seguían otorgando caricias, y hablaban del futuro. Era definitivo se querían uno en la vida del otro. Lo que sentían no era un sentimiento pasajero, muchos menos veían aquello que comenzaba a nacer entre los dos como una aventura. Él experimentaba amor además de placer cuando la hacía suya, y ella se estaba entregando con el corazón, estaban enamorados, era real, y se sentían muy felices por ello. Esa tarde lo habían comprobado. Tomaron la decisión de ser discretos por un tiempo prudencial en el trabajo, para no desatar habladurías, sobre todo porque él estaba "recién llegado" aunque no era literalmente así. Ya tenía casi dos meses dirigiendo la filial.

También decidieron ir juntos a la escuela al ir por sus hijas. Ya no les importaba que los vieran juntos. Porque planearon una cena. Terry quería llevarlas a las tres a un lugar bonito para hablarles a Rose y a Emma de la seriedad de su relación. Darles las buenas noticias de su noviazgo, porque era oficial, eran novios.

Antes de marcharse a la escuela para ir por las niñas, se dieron una ducha juntos, y no dejaron de besarse, de acariciarse bajo el agua tibia que los bañaba. Allí ella con sus piernas entrelazadas en su cadera hicieron el amor de nuevo. Parecían no saciarse el uno del otro.Emma y Rose no podían creer lo que veían. En la puerta del colegio estaban sus padres, mezclados con los otros padres, muy juntos uno al otro. Sonrientes, felices esperando por ellas. A lo lejos ambas niñas se lanzaron miradas, y caminaron una independiente de la otra hasta llegar a donde ambos estaban. Ninguna de las dos saludó simplemente se quedaron allí frente a ellos, sosteniendo las correas de sus mochilas mirándolos. Y no fue difícil para Candy comprender que eran muy evidentes y que las dos pequeñas sospechaban algo.

-¡Hola! sé que puede ser algo extraño vernos juntos, pero qué creen. El señor Grandchester y yo trabajamos juntos, decidimos venir por ustedes también juntos, ya que debíamos venir a la misma escuela. Para qué hacer dos recorridos verdad, yo en metro y él pues en su auto -Candy comenzaba a sonar nerviosa, y divagaba, así que Terry la interrumpió.

-Rose lo que quiere decir tu madre es que, ya que están en la misma escuela, y nosotros estábamos en una reunión de trabajo juntos, porque no acompañarnos y venir por ustedes.

-Eso, es exactamente lo que trato de explicar -Candy se movía de un lado a otro y apretaba las manos en puños, hecha un ocho -Gracias Terrius -dijo entornando los ojos y sonriendo nerviosa.

-Está bien si nos vamos ya, estoy cansada -sentenció Emma de inmediato.-Yo también quiero irme -agregó Rose.

-Porque no vamos por un helado, es jueves, mañana es el último día de escuela. Qué les parece -dijo Terry con el propósito de bajar las tensiones.

-Tengo tarea que hacer -contestó Emma.

-Y yo tengo que leer mi libro mamá, estoy retrasada y el ensayo es para el próximo lunes -respondió por su lado Rose.

-Guao ya veo que son niñas muy ocupadas. Pero insisto en que podemos comprar un helado, y caminar hasta la casa de la señora White mientras lo comemos, y después tú y yo seguimos nuestro camino a casa -explicó Terrius.

-¿Cómo sabes dónde vive la señora White y Rose? -le preguntó Emma a su padre -nunca las hemos visitado.

-Porque... Terry hizo una pausa para pensar bien qué decirle a su hija. Se hallaba descubierto. Porque ella y yo trabajamos juntos, y soy el director de la agencia, sé la dirección de todos.

-¡Es cierto! Además, se lo acabo de recordar de camino aquí. Así que señoritas si ya terminó el interrogatorio, vayamos por ese helado, vamos Rose, el helado es tu postre favorito.

El amor está a la vuelta de la esquinaWhere stories live. Discover now