Epílogo

243 13 23
                                    

Narrador POV.

¿Alguna vez se han sentido vacíos? Ya saben, esa sensación que sin importar a que lugar vayas, con quien estes o lo que estes haciendo, no se aleja de ti aun si estas haciendo algo que se supone, y sabes, que deberías estar disfrutando...No es horrible pero tampoco es buena, no sabes como describirla pero si sabes una cosa:

Ya no quieres sentirte así...

Pero ¿cómo quitas un sentimiento que no puedes ni describir? Uno puede solucionar la tristeza porque sabe lo que le hace feliz, uno sabe como dejar de enojarse porque sabe lo que lo tranquiliza, uno sabe lidiar con cualquier otra emoción porque sabe como contrarrestarla, porque sabe lo que la origina...pero, ese vacío esta presente cuando ríes, lloras y te molestas de la misma forma sin importar si llegas a contrarrestar aquella emoción, no sabes como categorizarla ni como lidiar con ella...¿porqué? Fácil, no sabes lo que la origina.

No intentas buscar ayuda, crees que es normal y que probablemente todos se sientan igual aunque aquello sea el pensamiento más optimista que puedas llegar a tener, después de todo en el caso de que no lo fuera el anormal serías tú, y no quieres creer eso...no quieres preocupar a quienes aprecias, por lo que te decides a vivir tu vida de la manera más normal posible.

Sonríes, lloras y te emocionas como la gente común, consigues tus propias aspiraciones y poco a poco comienzas acostumbrarte a aquello que te ha acompañado desde que tienes memoria, eso hasta que llegue el día en el que finalmente encuentres una respuesta a aquel vacío que desde hace mucho esperaba ser llenado. Solo quedaba esperar, y eso era algo que un pequeño niño logro saber pese a su corta edad, cortesía de su desarrollado intelecto debidamente formado gracias a aquel que se hacia llamar uno de sus abuelos.

Ringgggggggg

Y ese era el sonido que marcaba el inicio de su día, las vacaciones habían finalizado y esa misma mañana tenía pendiente leer algo que uno de sus aquellos autoproclamados abuelos le había mandado la noche anterior, por lo que después de apagar su despertador instintivamente agarro un pequeño pero considerablemente grueso manual que se encontraba al lado de este, tomando asiento en su misma posición para comenzar a leerlo.

"Manual especial para tu ingreso a tu último año de la academia.

Nota: Boru-chan, espero y este pequeño escrito te sea útil, me tome el tiempo de recopilar todo lo necesario para tu primer día por si llegaste a olvidar algo en tus vacaciones o no lo viste. Pese a que te realizamos un examen para aprobar tu petición de saltarte un par de años, no podía quedarme tranquilo lanzándote hacía una manada de niños grandes hambrientos de una presa nueva, pero, como se que hubiese sido peor que te reprobara aunque pasases, es que te hice este manualcito.

¡Déjalos a todos con la boca abierta!

Te quiere, tu abuelo Iruka~"

El pequeño sonrió enternecido ante la nota de su castaño abuelo, ya durante uno de sus descansos iría a agradecerle por darle la motivación que necesitaba para ese día, no iba a decepcionarlo después de que este se tomara tantas molestias,

_ventajas de ser el nieto menor~_pensó, procediendo a continuar con su lectura, se había levantado más temprano de lo normal y no tenia tiempo que perder_

"Pd de tu abuelo Kakashi: Esfuérzate o yo mismo te regreso al grado en el que deberías estar <3"

_Tan cariñoso como siempre~_

"Capitulo 1. Uso de las armas shinobi

Al igual que como cualquier otra profesión, los ninjas disponemos de distintas herramientas que nos ayudan durante nuestra labor. Desde un simple kunai hasta armas mas elaboradas como papeles bomba o Fūma Shurikens, todas son necesarias y necesitaras dominar su uso básico para lograr convertirte en un ninja.

El destino no lo es todoWhere stories live. Discover now