Diferente a lo conocido

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Dalla

Mi nombre es Dalla, como mi abuela, soy una raquira también llamados media sangre dragón debido a que nos parecemos mucho a ellos. Tenemos alas en la espalda como un dragón, escupimos fuego y tenemos escamas en algunas partes del cuerpo, incluso algunos tienen cola, por suerte yo no soy de ellos.

Durante el amanecer sobrevolaba una pequeña aldea, no había nada en ella para mi, iba a seguir muy camino pero un Nadder Mortal azul me ataco, mientras peleaba un Pesadilla Monstruosa me atrapo entre sus garras y me llevo a una especie de prisión para dragones y me encerró en una de las jaulas, no podía liberarme lo único que pude hacer fue escupir la mayor cantidad de fuego que pude hacia el cielo con la esperanza de que se asustaran y huyeran, lo cual no paso, solo logre hacer que se enfurecieran mas.

Durante unos mi minutos me oculte en las sombras, me sentía aterrada sin poder escapar de ese lugar; cuando escuche la voz de un hombre, tal vez me liberaría o me mataría, preferí no arriesgarme y me mantuve en las sombras. Fuera quien fuera no estaba solo ya que parecía que hablaba con otras cinco personas, los dragones no me dejaban ver cuantas personas eran, hasta que se empezaron a alejar a orden de algunos jóvenes vikingos quienes abrieron paso a un chico delgado de cabello café quien al parecer era su líder.

"Se ve pequeño para ser el lider" pensé.

El chico intento acercarse pero un dragón negro se atravesó entre la jaula y el, tirándolo al suelo, se ve gracioso, pero también lindo...que estoy pensando...es un humano y yo una raquira...pero es lindo.

-Ya basta-grito mientras se levantaba y se acercaba a la jaula, tal vez me deje salir, o no, de cualquier forma preferí segur oculta en la obscurida -no puedo ver nada, pero parece que hay algo en las sombras

"No puede ser, me vio" pensé mientras me pegaba mas a la pared como si quisiera atravesarla. El joven tomó pescado cosido y uno crudo y extendió su braza dentro de la jaula, tenia miedo pero también estaba hambrienta, decidí acercarme un poco a el para tomar el pescado cosido, pero no lo suficiente como para que viera mis alas, el se extendio mas para darme el pescado y volví a ocultarme.

-¿Como te llamas?- pregunto- ¿que haces aquí?, ¿sabes hablar?-podría haberle contestado pero de donde vengo se cuentan historias sobre guerras entre raquiras y hombres.

-Que linda es-dijo otro joven fornido- ¡yo la pido!

Pedirme, se ha vuelto loco si cree que puede pedirme como si fuera un objeto; soy una persona.

-No puedes hacer eso, Patán- dijo una joven rubia -es una persona.

Ella me defendió sin saber nada de mi y con las mismas palabras que pensé, tal vez pueda llevarme bien con ella.

-Una linda persona que caerá a mis pies-dijo el conocido como Patán, es desesperante.

-Callate Patán, la están asustando-dijo ese joven para luego voltear a verme-tranquila no te pasara nada, puedes confiar en mi.

"Puedo confiar en ti, pero eres el enemigo" pensé. Había dragones gruñendo alrededor de la jaula, era peligroso, no pensaba salir de la jaula, al parecer el joven se dio cuenta y dio la orden a los otros de que alejaran a sus dragones y abrieran la jaula, entro a ella y me ofreció su mano. "Puedo confiar en ti" resonaba en mi mente, al final tome su mano sin salir de la obscuridad, el quería que saliera e intento jalarme con fuerza pero no se lo permití no podía, tenia miedo, ni siquiera intente disimularlo, era parte de ese plan alocado para escapar, el se giro y les hablo a los demás

-No saldrá a menos de que los dragones se alejen- me sentía extraña con el, era como si nos entendiéramos sin hablar - ya estas segura los dragones no te dañaran.

Aunque tenia miedo sus palabras me reconfortavan, era una sensación que no puedo describir, como si pudiera confiarle mi vida a pesar de que nunca antes nos habíamos visto.

Esta vez salí de la jaula por mi propia cuenta, sabía que los demás lo respetaban y podía usar eso a mi favor usándolo como escudo. Nunca olvidare sus rostros de sorpresa al ver las alas sobre mi espalda.

-Por Odin-dijo un hombre grande con la mano izquierda de un gancho- es una raquira. Mira eso Estoico, son reales.

-¡Si!-dijo una joven rubia con emoción-¿que es una raquira?

-Son personas de una antigua leyenda vikinga- esos hombres sabían lo que era, pero me miraban sorprendidos, como si nunca hubieran visto alguien como yo- mi abuelo me contaba historias sobre ellos, pero siempre creí que eran cuentos para entretener a los niños.

También a mi me contaron historias parecidas, solía sentarme en las piernas de mi abuelo para escuchar aquellas historias de los ancestros.

"Cuando tenía tu edad-recordé las historias de mi abuelo- mi abuelo; tu tatarabuelo me contaba que cuando el era niño los hombres y los raquidias vivíamos en paz, por una alianza contra los dragones. Aunque tenemos sangre de dragón no podemos ser aliados, ellos nos ven como amenaza. Debes tener cuidado, si vez un dragón algún día debes temer, ellos te atacaran si se los permites, no les des la oportunidad."

Lamentablemente mi abuelo fue asesinado por un dragón, un Pesadilla Monstruosa lo ataco, el intento escapar pero el dragón fue mas rápido, yo misma intente ayudarlo pero mis padres me detuvieron. Abría muerto de no ser a que ellos me impidieron correr a ayudarlo. Mantuve un luto de un mes a solas en mi habitación lamentando su perdida hasta que comprendí que era lo mejor, el ya había vivido una buena vida y estaba listo para dejar este mundo e ir al valhalla.

El que al parecer se llamaba Estoico extendió su mano hacia mi, la abría tomado, pero el era atemorizante, no solo por su tamaño sino por que traía una espada en el cinturón. Sigendo mi loco plan para escapar, me escondi detrás del chico y me aferre de su brazo.

- Tranquila-dijo el tomando mi mano y llevándola hacia la de Estoico- el no te hará daño.

Estreche su mano y mire hacia la entrada, estaba libre podría salir volando. El plan acomodándose perfectamente, era tiempo de llevarlo a cabo.

Tome la mano de Estoico entre las mías y sonrei tratando de no levantar sospechas, después usando todas mis fuerzas lo lance por el aire hacia una pared y extendi mis alas para salir volando.

Abría escapado para no volver de no ser por un Nadder Mortal azul y un Pesadilla Monstruosa; los mismos que me capturaron esa mañana, me atraparon de nuevo y me llevaron de regreso a las jaulas. Entraron volando y me lanzaron de nuevo a la jaula, el hombre del garfio la cerrode nuevo.

-Es mejor así-dijo las raquira son muy peligrosas.

-Lo mismo pensaban de los dragones y ahora todos vivimos juntos.-dijo el joven de cabello café.

-Es diferente-intervino Estoico- ella se quedara en esa jaula hasta que decidamos que hacer.

Que mas podía hacer, mi plan había fallado rotundamente y ahora estaba encerrada otra vez, tal vez no tenga oportunidad de escapar de nuevo.

-Debo atender algunos asuntos de jefe-dijo Estoico alejándose-cuando vuelva quiero que ella siga en esa jaula, no hagan nada estúpido.

-No hay problema papa.

Papa, el chico al que le confíe mi vida es el hijo del que lance por los aires. No puede ser, esto va de mal a peor.

Ya no era necesario que me ocultara, ya sabían lo que era y de seguro también como deshacerse de mi; no había nada que pudiera hacer, me acerque a la puerta y me recargue en ella, no dejaba de pensar si había echo lo correcto, empecé a resbalar por la puerta hasta quedar sentada. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no reaccione al sentir una mano en mi hombro, era el joven de cabello café quien también tenia unos hermosos ojos verdes que me recordaron un poco a mi abuelo.

-Tranquila no te pasara nada-dijo sonriendo- por cierto me llamo Hipo.

"Gracias Hipo, por todo" dije para mis adentros.

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Titulo idea de dramatical_09

Media sangre de dragon (HipoxDalla)Where stories live. Discover now