𝑶𝑪𝑬𝑨𝑵'𝑺 𝑬𝒀𝑬𝑺, 𝚜𝚎𝚝𝚑 𝚌.

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CAPÍTULO CERO

Forks, el pequeño y lluvioso pueblo de Washington.

Cassie no conocía la ciudad pero ya la odiaba. La hereje odiaba los viajes largos y lamentablemente Anthony decidió esconderse en la ciudad más extraña de los Estados Unidos.

Su viaje estaba siendo demasiado largo.

Del aeropuerto de Londres a la ciudad de Nueva York fueron 12 horas de vuelo, del aeropuerto de Nueva York a la ciudad de Seattle fueron otras 5 horas de vuelo y aún tuvo que conducir durante 2 horas y media hasta que finalmente vio el cartel de Forks, lo que hizo que ella llegará al pequeño pueblo en medio de la noche.

Cassandra al salir de Seattle notó el gigantesco cambio de escenario, Seattle era una gran ciudad con poco bosque alrededor, y cuanto más se acercaba a Forks más se tragaba el bosque y la espesa lluvia.

Un bosque oscuro que, junto con la lluvia que comenzó a caer tan pronto como salió del aeropuerto, le dio al bosque un aspecto oscuro y embrujado, lo cual era un poco irónico ya que Cassandra era un ser perteneciente a una historia de terror.

La hereje se rió entre dientes al pensar que los niños tenían pesadillas sobre vampiros y brujas, en su opinión, era muy irónico, ya que ahora conduce bajo una fuerte lluvia para ir a la boda de su viejo amigo.

Esta lluvia se hacía más fuerte cada segundo, si no fuera por la aguda visión de vampiro sería imposible ver algo.

Bastardo, maldito bastardo, en qué ciudad te fuiste a meter.

La dirección de la invitación no estaba necesariamente en la ciudad de Forks, la casa estaba más lejos, en lo profundo del bosque. Lo cual tenía sentido, ya que Edward era un vampiro frío y los fríos brillaban a la luz del sol.

Al adentrarse más en el bosque, Cassandra logró ver una hermosa casa llena de ventanas de vidrio, a pesar de la fuerte lluvia, la casa se veía hermosa.

Una vez dentro de la mansión de los Cullen, los vampiros se sorprendieron al escuchar el sonido del motor de un automóvil acercándose, especialmente porque Alice no había previsto la llegada de ningún visitante.

Cassandra detuvo su auto en la entrada de la mansión tomando rápidamente su bolso con su celular e invitación dentro, se bajó del auto corriendo hacia la puerta de la casa.

Tan pronto como los vampiros dentro de la casa escucharon el timbre, Esme corrió hacia la puerta y con su típica cálida sonrisa la abrió, encontrándose a la joven vampiro un poco mojada.

—Disculpe, ¿ésta es la casa de Edward Cullen?

—Oh, sí cariño, entra, soy Esme Cullen, es un placer conocerte.

—Siento haber aparecido así, de imprevisto, pero Anthony no dejó un número de contacto en la invitación de la boda.

Los otros vampiros en la casa, al escuchar la forma inusual en que la hereje llamaba a su hermano, todos se dirigieron a la entrada de la casa para darle la bienvenida a la joven.