7- Conociendo Secretos

Start from the beginning
                                    

Ese no era su padre, aquel que la abrazaba y brindaba de caprichos, ese no era el hombre que vio como un salvador en el orfanato, aquella vez hace ya tantos años.

-¿Cómo pretende que elija...? - murmuró abrazándose las piernas para enterrar su cabeza en las rodillas.

-¡Sayumi! - gritó una voz haciéndole alzar la mirada para ver como Ayato entraba corriendo al balcón, chocando bruscamente su abdomen con la barandilla y moviendo desesperadamente la cabeza como si buscase algo.

-¿Ayato...kun? - preguntó la morena mirándole desde abajo, atrayendo su atención.

En menos de dos segundos sintió como Ayato le alzaba por un brazo, para abrazarla con fuerza contra su pecho, podía notar a través de su mejilla, como temblaba el cuerpo del pelirrojo, mientras una de sus manos se aferraban a su espalda y la otra en su cabeza, enterrando sus dedos en el pelo de la pequeña.

-¿Na-nani...? - susurró contra el pecho con las mejillas levemente sonrojadas.

-¡No vuelvas a salir sola a ningún balcón!¡Nunca! - gritó haciéndole pegar un bote, y cuando está trato de separarse con el ceño fruncido, Ayato se dejó caer sobre las rodillas para poder enterrar su rostro en el cuello de la niña volviendo a aferrarse a ella, dejándola estática - No vuelvas a hacerlo...- susurro Ayato rozando con sus labios la piel de la niña, poniéndosela de gallina.

-Ayato...-murmuró la morena antes de abrazarle por el cuello, haciendo que el pelirrojo la abrazase con más fuerza.

De pronto...los brazos de Ayato...se sienten cálidos...pensó antes de cerrar los ojos sobre el hombro del pelirrojo.

-¡¿Porqué se lo ha dicho?! ¡es solo una niña! - bramó Subaru golpeando una de las paredes, haciéndola trizas.

-Se lo ha dicho demasiado pronto - dijo Laito llevando su mirada hacía Reiji con el ceño levemente fruncido y los brazos cruzados.

-Sí Sayumi elijé antes, antes podrá seguir él adelante con su plan - dijo esté con la mirada fija en la ventana, también con el ceño fruncido.

-Pero acordamos que no intentaríamos nada hasta que ella entrase en la pubertad - dijo Shu tumbado sobre el sofá del despacho de su hermano, con un brazo sobre su cabeza, toda la situación le había desvelado.

-Pero ella ya lo sabe...y se enfadará con nosotros - dijo Kanato en el suelo al lado de la puerta, con el mini Kanato entre las manos.

-Lo más seguro es que no nos vuelva a hablar...- masculló Subaru con la mirada fija en el suelo con los puños apretados.

La mesa permanecía en un profundo y punzante silencio, habitualmente no eran cenas animadas, ni alegres, pero la niña siempre trataba de hacerlos hablar de cualquier cosa, hoy, permanecía callada, comiendo lentamente de su plato, ante las "disimuladas", e insistentes miradas de los vampiros.

-Etto...¿Qu-qué tal el día, Yumi-chan? - preguntó Laito con una nerviosa sonrisa, ante la patada que le había dado Subaru por debajo de la mesa.

-Bien - contestó Sayumi sin alzar la mirada, terminando su plato - estaba bueno...- murmuró haciendo que Reiji dejase la cuchara a medio camino de su boca.

-Siempre dices "Arigato, estaba muy bueno" - dijo mirando fijamente a la niña, que le devolvió la mirada seria.

-Pues hoy solo estaba bueno - masculló antes de darle la espalda a Reiji, dejándolo de piedra.

-Reiji, no te vayas, Reiji

-Tú comida es la mejor, no quiso decir eso

Escuchó la niña decir a Ayato y Subaru, mientras zarandeaban de un lado a otro al moreno.

The Little SakamakiWhere stories live. Discover now