Cuando llegó dejó un plato repleto de lo que parecían bombones sobre la mesita antes de acomodarse a mi lado.

—La caja decía que los rellenos eran misteriosos por lo que no pude resistirme.

—Y si es algo peligroso como... ¿veneno?

—¿Por qué crees que quería probarlos contigo? Empieza tú.

Le di un golpe en el hombro y se rio mientras tomaba un bocadillo para cada uno y me daba el mío.

—El mío parece de frutilla con... ¿menta?

—Y el mío es cómo de café con limón —Arrugó los labios en un gesto que me hizo reír, pero terminó de comérselo—. Son raros pero adictivos.

—Tienes razón —Y terminé por tomar otro que parecía ser de coco y algo amargo.

Mientras comíamos los raros bombones ninguno habló, cosa que se me hizo extraña, normalmente Naruto no se retenía para hablar por más que tuviera la boca llena.

—¿Cómo estuvo la práctica? —Vi cómo sus hombros se tensaron un segundo antes de volver a relajarse y, aunque me miró con su clásica sonrisa, ya había notado el gesto. Ya sabía que, por más que intentara ocultármelo, algo lo estaba molestando.

—¡Genial! Todos estaban emocionados por el partido de mañana. Espero que estés en primera fila, quiero que veas bien como les pateamos el trasero.

—Sabes que no podría perdérmelo aunque quisiera... literalmente, soy porrista.

—Lo sé, pero me encanta engañarme creyendo que estás allí por mí.

Empujé su hombro con el mío y, mientras él tomaba otro bocadillo, el silencio que nos rodeaba me impulsaba a no dilatar más la verdad.

—Oye... ¿Sabes? Esta tarde...

Repentinamente se levantó sin dejarme terminar.

—Ya vuelvo, llevaré los bombones.

—Pe-pero todavía no los terminamos.

—Ya me cansaron, te traeré rollos de canela.

Fruncí mis cejas ligeramente. Eso había sido raro, pero resolví decírselo sí o sí cuando volviera.

Naruto volvió y depositó los rollos de canela en la mesita, delante de mí. El estómago se me había cerrado por completo, pero me incliné y tomé uno para tener algo entre las manos mientras hablaba.

—Naruto, hoy...

—¡Uf! ¿Viste la hora? Detective Kyubi está por comenzar.

Para mi completa sorpresa él encendió el televisor y subió el volumen.

De acuerdo, ya no lo estaba imaginando, deliberadamente trataba de evitar que hablara.

Me giré y lo enfrenté.

—Naruto.

—Chist, Hinata, está por comenzar.

Ya molesta, estiré mi mano para arrebatarle el control, pero él fue más rápido y lo movió. Ni siquiera me miraba, intenté quitárselo, pero lo llevó tan arriba que tuve que arrodillarme en el sofá para alcanzarlo.

—¡Hinata, espera!

—Ya casi...

Y cuando al fin lo tomé ambos caímos al suelo.

Por más que aterricé sobre Naruto me había dado en el codo con el borde de la mesa de café y dolía como el infierno.

—¡Hinata! ¿Estás bien?

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⏰ Last updated: Aug 05, 2022 ⏰

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Tu sonrisa de regalizWhere stories live. Discover now