Luchando por tu Amor | Novela Cristiana

Epílogo: El Amor Nunca Deja de Ser

—¡Es que ya no puedo soportarlo más! —decía la joven mujer mientras que se apoyaba del costado de su silla.

Mira hacia su costado y fulmina con la mirada al hombre que estaba sentado a su lado. Este hombre lucía vencido y triste. Estaba apenado mientras que bajaba la cabeza, ya que no sabía más que hacer con esta situación que estaba enfrentando. Buscaba las mil formas de recuperar a la mujer que más amaba, por lo que por eso estaba allí delante de unos extraños que escuchaban sus problemas matrimoniales. Miles de preguntas se tenía para sí mismo mientras su mujer se quejaba de todo sus defectos.

—Srta. Maldonado. —llama el señor de cincuenta y siete años lleno de experiencia sobre el tema. —¿Cómo usted se siente, no respecto a su marido sino hacia tu persona?

La mujer de veintiocho años sin entender la pregunta mira a la compañera sentada al lado del señor que le había preguntado tal pregunta que la había confundido.

Pues, no creía que su vida personal íntima con ella misma tenía que ver con su vida matrimonial, eso era lo que pensaba.

Mas al ver a la señora, tenderle una mirada de comprensión le hacía tener paz.

Sabía que ambos consejeros estaban casados y se imaginaba que su matrimonio había sido la mejor experiencia desde un principio a fin. Sin embargo, su deducción estaba muy lejos de la verdad.

—Pues... —comienza a hablar titubeaba la mujer sin entender su nerviosismo. —Yo..., ¿Qué tiene que ver esto con mi relación con Mike? —pregunta a la defensiva.

Mientras que la señora con cariño le responde:

—Tiene que ver todo, hija.

Aquel señor mira a su amada esposa y le tiende una mirada de dulzura.

Sus ojos azules vuelven a la pareja que no parecían estar de acuerdo con nada.

Estaban a punto del divorcio y al ser recomendados a ver a unos de los mejores consejeros matrimoniales en la ciudad de San Juan; Puerto Rico, por lo que no dudaron en ir desde lejos para verlos.

Michael Maldonado estaba por darse por vencido, por lo que el último intento era buscar terapia matrimonial antes de decir adiós a su matrimonio de tres años.

—Quizás no puedan entender lo que suceda en sus vidas hasta que se den cuenta que haya algo en su interior que llevan cargando por mucho tiempo. —explica la consejera mientras se levantaba del asiento y mientras hablaba caminaba de un lado hacia otro. —Las heridas del alma, puede compararse de cierta forma como una raíz dañina que puede afectar al fruto cultivado, pues esa raíz, que puede ser raíz amarga afectará a todo un cultivo. Pues, aquella amargura se irá esparciendo por doquier. Así pasa mismo pasa cuando no se trata con las heridas tratadas. ¿No es así querido, mi amado?

Aquel señor sentado delante de aquella pareja asiente mientras alza su vista hacia su esposa amada que se posaba detrás de él y posa sus manos arrugadas en sus hombros.

—Así es mi amada Zoe.  asiente con la cabeza mientras se reincorpora en su asiento y mira a la pareja.

—Jóvenes, el matrimonio no es del todo sencillo. Es como un árbol que se cultiva, se debe dar cuidado y sobre todo se debe tener paciencia. En el momento en el que el árbol este grande y frondoso habrá épocas en el que estará seco sin ningún fruto, pero habrá momentos buenos y otros no tan buenos. Sin embargo, cada día se encontrarán con la lucha por el amor, el amor es mucho más que un sentimiento. Si ustedes se casaron basándose en las emociones o en el deseo que puedan sentir por el otro, pues quiero avisarles de antemano que todo lo que se requiere por las emociones tarde o temprano acabará.

Aquella mujer sin saber que decir, mira hacia su esposo que estaba apenado ante las palabras sabias de ambos consejeros.

—Pero, si están aquí significa que quieren luchar por el amor y nosotros como testimonio vivo de un matrimonio que estaba a punto de quebrarse por la Gracia de Dios estamos aquí delante de ustedes para ayudarles. Primero quiero que entiendan que el amor nunca deja de ser, porque si ese fuera el caso el amor perdería su esencia. —explicó Zoe Beltrán motivando al joven matrimonio.

No será el último matrimonio en el que ambos consejeros ayudaban a luchar en contra de las adversidades personales y emocionales; así como uno de muchos, su testimonio motivó a los matrimonios a fortalecerse y a acercase a Aquel que Restaura todo.

Zoe y Elías a través de su preparación tras los años habían sido testimonio de la Bondad de Dios.

Motivando a otros matrimonios, dando seminarios y conferencia sobre la familia y educando a nuevos matrimonios a como crecer como familia y como personas individualmente para que no haya problemas que a la larga afecte a su familia.

Los Beltrán eran una familia ejemplar que a pesar de sus miles de defectos que tenían por trabajar, se enfocaban en fomentar a otros para que tengan una familia sana.

Fueron muy distintos que su familia antepasada porque vivieron bajo el diseño de Dios.

Los niños Ruth y Joshua de igual forma crecieron en el ámbito de una familia sana, por lo que al ellos tener su familia propia de igual forma comenzaron a formar familias sanas sustentadas en Cristo, que era roca que sostenía los hogares.

Mientras que el más joven de los Beltrán era uno de los jóvenes más apasionados por el arte de la música. Joseph Beltrán a su corta edad; cantaba para el Señor en el que llevó su pasión por Dios y la música a lejos de otros continentes. De igual forma mostró el amor de Dios tras tener a unos padres que le amaron enseñándole quién era Cristo para ellos.

Esta familia entendió que el amor nunca deja de ser.

Hicieron que el amor en sus generaciones corriera como una cadena.

Mostrando a las naciones el diseño de Dios a través de sus generaciones.

"Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti."
‭‭
Génesis‬ ‭17‬:‭6‬-‭7‬ ‭|