25

787 104 47
                                    

- J-Jay

Sunghoon se sorprendió al ver que la persona quien tocó el timbre era su amigo, esperaba que viniera pero no esperaba que viniera, ¿lo entienden?

El silencio inundó el edificio, era como si toda la universidad se hubiera puesto de acuerdo para que cuando llegara Jay guardarán silencio para hacerlos sentir incómodos. Sus labios empezaron a temblar al observar que no le decía nada y solo se quedaba viéndolo fijamente con el rostro sereno.

Hoon iba a balbucear alguna tontería para romper el hielo, ni siquiera le dio tiempo de decir la primer palabra cuando se sobresalto al ver como el estadounidense le colocaba en su cara una paleta color azul en forma de corazón.

- Lo siento -se disculpó Jay, dejando de lado la seriedad para sonreír nervioso.

- Jay...

- Ya recapacite y me di cuenta que exagere las cosas.

Sunghoon no dudo ni dos veces y se abalanzó para poder abrazarlo fuertemente. El pecho de ambos jóvenes por primera vez en cinco meses se pudo liberar de esa carga que tanto habían aguantado y en su lugar, un lindo sentimiento de calidez invadió todo su ser.

- Tranquilo -susurró, acercándose para que nadie mas que Sunghoon lo escuchase- ya no me gusta tu chico -se separó.

- ¿En serio? ¿A qué se debe ese cambio?

- A que ese pequeño renacuajo -señaló a Jungwon que estaba parado detrás de él- me hizo entender que fuí un idiota.

- Es eso o ya caíste bajo sus encantos.

- También.

El pequeño Yang tenía su mirada perdida en el corredor pero al escuchar lo último, la sangre se le subió hasta las orejas, por primera vez en los tres años que conocía a Jay logró enamorarlo, ¡milagroooooo!

- ¿Nos invitas a pasar o nos quedaremos afuera lo que resta de la noche? -preguntó burlon al ver el rostro de Hoon sorprendido.

- Perdón -rapidamente se repuso- pasen.

Ambos chicos se adentraron al departamento, Jungwon realizó una pequeña reverencia hacia todos los presentes en modo de respeto mientras que Jay solo movió la cabeza saludando a todos. Si esos dos intentaban algo de seguro serían como el Yin y el Yang; dos fuerzas totalmente opuestas pero que se complementaban a la perfección, como Jake y Sunghoon.

- Por cierto, te traje esto -Park saco unas botellas de la bolsa y se las pasó al peliblanco.

- ¿Es en serio, ellos me hicieron álbumes de fotos, notitas y tú me regalas un six de cervezas? -expone, mirándolo divertido. Sinceramente no esperaba mucho de Jay.

- También te escribí una carta -señaló el papel, mal doblado con una letra horrible, vean el lado positivo, Jay Park nunca le había escrito una carta a alguien, Sunghoon se tenía que sentir afortunado por lograr que el enojon de su amigo expusiera sus sentimientos en esa bola de papel.

Jay se acercó a Jaeyun y se dieron un abrazo amistoso.

- Lo siento.

- Ya no importa, entiendo que seduzca a todos con mis encantos pero no te vuelvas a separar de Sunghoon.

- Bien, ahora que no hay más interrupciones proseguimos a abrir los regalos.

Todos se volvieron a poner cómodos observando como Jake seguía parado dispuesto a mostrar el resto de regalos.

- El sexto regalo es...

- Sim, ya me hartaste -escupió Nishimura sin ningún tipo de amabilidad, llevando la cerveza a sus labios para darle un trago-. ¿Cuantos regalos le vas a dar?

𝗖𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗲𝗿𝗼𝘀 𝗗𝗲 𝗗𝗼𝗿𝗺𝗶𝘁𝗼𝗿𝗶𝗼Where stories live. Discover now