𝗖𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗲𝗿𝗼𝘀 𝗗𝗲 𝗗𝗼𝗿𝗺𝗶𝘁𝗼𝗿𝗶𝗼

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- Entonces cuando iba hacia la sala de maestro vi como la profesora Kim casi se come a besos al maestro Choi -mencionó Changmin, contando la escena que minutos antes había visto.

- Debiste tomar fotos -contestó esta vez Jungwon.

- ¿Y si me castigan? No quiero meterme en otro problema más, suficiente tengo con el castigo anterior.

La vez pasada, a nuestro querido Changmin se le ocurrió la grandiosa idea de asustar a los que recién ingresaban a la universidad, no fue la gran cosa, únicamente fue de dormitorio en dormitorio para lanzarle un plato lleno de crema batida a los nuevos, pero fue grata su sorpresa al ver que cuando se abrió una puerta, el director era el que salía de una habitación gracias a que fue a explicarle a un alumno sobre algunas cosas acompañado del subdirector.
El director Kim al sentir la crema batida sobre su rostro no lo dudo ni dos veces y le puso un castigo a Changmin, tenía que limpiar toda la cancha de fútbol americano y digamos que esta tiene de todo menos limpieza.

- Yo le hubiera tomado la foto -mencionó esta vez Sim.

- Yo también -se unió Nishimura.

Los cinco chicos se encontraban charlando animadamente por los corredores, esa tarde les había tocado salir de clases tarde y decidieron reunirse todos ya que pensaban ir a beber un poco a uno de los famosos bares que estaba cerca, Down Town, necesitaban relajarse un poco y que mejor que salir un rato a divertirse.

- H-Hola Jake -una chica se acercó tímidamente al contrario.

- Oh! Hola Yuna, ¿qué te trae por aquí?

- Solo vine a hacerte una pregunta.

- Jake, nosotros nos vamos adelantando, te vemos afuera de la universidad -informó Heeseung para luego empezar a caminar junto al resto de chicos.

- Dime en que te puedo ayudar -volteo a ver a la chica, prestandole toda su atención.

- ¿S-Sunghoon te dijo algo de mi carta? -preguntó con un nerviosismo bastante notorio, Jake pudo observar como los ojos de la pequeña chica se iluminaron en cuanto dijo el nombre del susodicho.

¿Cómo le decía amigablemente que Sunghoon había dicho que no le interesaba, que no la quería y que tiro la carta a la basura? No podía romperle el corazón, el sabía a la perfección que se sentía que alguien te rechazara y le dolía bastante ver a todas las personas que andaban detrás de Sunghoon deprimidas y con ganas de morir solo porque un bastardo les haya dicho que no.
No podía romper otro corazón, el amor te hace tonto y sabía que si le decía a la chica la verdad, de todas formas se sentiría mal al ser rechazada por su amor platónico.

- A-Ah... a Sunghoon le gusto tu carta, dice que esta muy agradecido -mencionó Jake con un notorio nerviosismo.

- ¿En serio?

Jake asintió tratando de darle ánimos.

- Ahora entiendo porque cuando fuí a darle otra carta me evito, yo creo que fue porque se puso nervioso -inquirió con las mejillas coloradas. Jaeyun quería pensar que la chica intentaba imaginar mil escenarios por los cuales la evito y no para rechazarla.

- S-Si, digo... Sunghoon recibe muchas cartas todos los días... ya sabes, muchas personas andan detrás de él para tener una relación y le es difícil escoger entre tantas personas, ¿por qué mejor no te le acercas para formar una relación amistosa? Si las cosas van bien, te podrías acercar más fácil.

- Tienes razón Jake. Muchas gracias -la pelinegra no lo dudo y se abalanzó al castaño para abrazarlo.

- No hay de que, pero recuerda, no le digas a Sunghoon que yo te estoy ayudando. Si se entera me matará.