🏨29- Revelación

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Tini

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Tini

Antes de media noche y aprovechando a que varios de los Hargreeves estaban celebrando, me dirigí a la habitación Búfalo en compañía de mi mejor amigo.

En la nota decía que no confiara en los Hargreeves, ¿Pero en cuales? Eso no lo especificaba ¿Los Umbrella o los Sparrows? O tal vez... en ninguno. Solo quería obtener respuestas, pero a la vez me daba muchisima intriga saber quien me mandó la nota y que era lo que quería de mi.

Esperamos un rato hasta que descubrimos que un cuadro que estaba en la pared, en realidad era una puerta. Gee la abrió con mucho cuidado y descubrimos una especie de pasillo muy extraño, como si fueran espejos, aun que más se asemejaba a un pasadizo  hacia otra dimensión; super tenebroso.

-¿Pero que haces?- me detuvo mi amigo al ver que me disponía a entrar.

-Creo que debemos llegar al otro lado.

-Ok, iremos- se puso delante de mi.- Pero yo iré primero.

Lo que descubrimos del otro lado nos pareció aun más extraño que ese pasadizo, había una replica exacta del Lobby del Hotel Oblivion pero éste estaba completamente vacio; o al menos eso pensábamos.

-Hola niña- esa voz que vino desde las sombras me sonó muy familiar, por algún motivo hizo que mis latidos se aceleraran y me sintiera en peligro.

-Acercate despacio o te juro que te disparo- respondió Gerard con voz firme apuntandolo con el arma.

Nunca hubiera imaginado que el hombre que nos estaría esperando fuera el Arzobispo que me crio en aquel Convento donde nací.

-¡Deme un solo motivo para no pedirle a mi amigo que le dispare ahora mismo!- exigi tratando de ocultar el pánico que sentí al volver a verlo.

-Tranquila mi niña, no te cité aquí para hacerte daño. Dejame contarte una historia muy interesante- se sentó en un sofá y comenzó a hablar con tanta tranquilidad que me hizo querer salir corriendo antes de que algo malo sucediera.

-Tenés 1 minuto antes de que mi amigo te dispare en medio de la frente- me puse detrás de Gerard y él tomó mi mano mientras comenzamos a escuchar.

-Cuando descubrí que la hermana Amanda te había dado a luz de esa manera tan aberrante, no paré hasta descubrir que era lo que realmente eras. Al investigar por varios años lo supe, no eras la única, había otras 25 mujeres que habían atravesado por lo mismo. Así fue como conocía Reginald Hargrevees, el multimillonario que adoptó a 7 de esos niños. Él me encargó una tarea especial al descubrir que ya me había encargado de tres niños de 12 años.

-"¿Encargado?"- pregunté.

-Claro, ustedes son antinaturales que no merecen convivir con el resto. Pero llegamos a un trato, yo le proporcioné las direcciones del resto de los 10 niños que pude encontrar, me dijo que 7 eran justo lo que necesitaba. Los trajimos aqui, para un experimento secreto que el excéntrico millonario nunca me reveló pero del cual ninguno de esos niños ha salido con vida.

-Se te acabó el tiempo, ve al punto antes de que comience a dispararte.

-Tranquilo niño bonito- se puso de pie y se acercó a la entrada, buscó un cuaderno como en el que anotan a loa huéspedes.- Marcus, Alphonso, Jayme, Fei, Christopher y otros 2 jóvenes como tú fueron la última opción para Hargreeves. Pero otra vez fracasó, así que dijo que no dudará en usar a los hijos que aun le quedan vivos para hacer su último intento.

-¿Intento de qué?- pregunté.

-No lo se, yo solo me deleito en retirar los cuerpos de los de tu tipo y no pregunto que es lo que hace con ellos. Pero tu eres mi debilidad, ¿Sabes? Por eso quise advertirte, alejate de ellos cuando Sr. Reginald aparezca porque se que lo hará muy pronto.

-¿Por qué debería creerle?

-Porque soy el único que siempre se interesó en ti- intentó acercarse pero Gee se interpuso apuntandolo en el pecho.

-¿Lo hago ya?- me miró esperando mi aprobación, pero no supe que responder.

Escuché el sonido de la bala al salir del cráneo de ese horrible hombre al cual le tenía tanto miedo y caer en el suelo. Fue espantoso pero muy gratificante a la vez, de pronto un gran sujeto con armadura comenzó a perseguirnos.

Corrimos mientras pedíamos ayuda, pero fue en vano. Justo antes de salir, una de las cuchillas alcanzó a mi amigo... cerré la puerta con dificultad  y salí corriendo en busca de ayuda.

-¡Cinco! Necesito a Cinco.

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Se me hizo largo...

Hotel Oblivion - Cinco Hargreeves y Tini StoesselWhere stories live. Discover now