Cinco Hargreeves regresa de 1963 con sus hermanos y encuentra un presente bastante aceptable y decide "retirarse".
Pero alguien está "cazando" a los de su especie y debe proteger a los últimos que quedan; ya que el mundo se está consumiendo a sí mis...
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Tini
-¿No tienes hambre?
-La verdad no, se me fue el apetito Gee.
-¿Estas preocupada por él, verdad?
-Si. Me dio tanta pena verlo irse así... sin despedirse de nadie y no me gustaría que pase sus últimos dias solo.
-¿Quieres que vayamos a buscarlo?
-No sabría donde... no se nada de él. A demás ¿Para qué? ¿Qué voy a decirle que no le haya dicho hace rato en el elevador?
-Podrías decirle que te gusta y que estas loquita por conocerlo- esbozó una amplia sonrisa para luego soltar una gran carcajada.
-¡Que idiota sos!- le di un suave golpe en el hombro- Pero tal vez no sería una mala idea, ya que el mundo se está yendo al carajo ¿No?
Acompañé a mi amigo a la parte trasera del hotel, donde había una piscina y sumergimos los pies en ella. Era una noche calida pero no lo suficiente como para nadar.
Mientras trataba de esquivar el humo del cigarrillo de Gerard, volteé la cabeza y me llevé una grata sorpresa. Vi a Cinco dirigiendose a la puerta, me puse de pie y le pegué un grito.
-¡Cinco!- Se volteó de inmediato y sus ojos se encontraron con los mios.
Solo me sonrió y se dispuso a entrar al hotel, caminé apresuradamente tras él y logré alcanzarlo antes de que se subiera al elevador.
-Volviste- dije algo agitada.
-Si. Tus estúpidas palabras no dejaron de resonar en mi cabeza... y decidí volver- noté que me esquivaba la mirada.
-Me alegra mucho, en serio te lo digo.
-¿Por qué?- levantó la cabeza mirándome fijo.
-Porque estaba preocupada por vos y saber que estarías allá afuera solo me hacía sentir mal.
-¿En serio te preocupaste por mi?
-Sip- dije casi apenada. Pero que mierda... no hay tiempo para las indirectas asi que decidí ser sincera con él.- Vos me importás Cinco.
-Al parecer tu también me importas, porque decidí regresar y hacer caso a lo que me dijiste.
Las puertas del elevador se abrieron y él estaba por subirse cuando decidí darle un pequeño abrazo antes de regresar con Gee.
-Buenas noches.
-Gracias, buenas noches para vos también- entró y las puertas se cerraron en frente de mi cara.
Caminé hacia afuera y noté que mi amigo había estado observando todo desde la piscina. Tenía una sonrisa pícara en el rostro, pero cuando me senté a su lado... no dijo nada.
-¿Nadamos?
-Ni en pedo... no hace tanto calor.
-¡Estamos en el fin del mundo Martina! Vamos...
-Tenés razón. ¿Por qué no?
Me lancé a los brazos de Gerard sin siquiera sacarme la ropa. El agua estaba más fría de lo que imaginaba y se me congeló el cuerpo por un par de segundos... pero después de eso pudimos disfrutar y pasar el rato.
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Gerard era la persona más importante en mi vida, no tenía padres ni hermanos ni ninguna clase de familia. Solo lo tenía a él y lo amo muchísimo, es como un hermano para mi.
Lo conocí mientras vagaba en las calles después que huí del convento a los 15 años. Él y unos amigos me ayudaron cuando no tenía a donde ir y desde entonces no nos hemos separado.
Y si el fin del mundo se acerca... me alegra acabar mis días junto a él.
__________⚘__________ No se diviertan demasiado... el fin del mundo está mas cerca de lo que creen.
