Jisung era quizás el alfa perfecto.
Todo omega que lo mirara lo deseaba con facilidad: bien parecido, todo un caballero e inteligente. Todo lo que podría considerarse perfecto.
Pero Jisung no quería a cualquier omega o beta, desde que se presentó es...
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"¡No puede ser!"
A Minho casi se les resbalan los libros al suelo, todo era culpa del grito de Jisung y su escándalo.
Salió entre los estantes para mirarlo frunciendo el entrecejo, bastante tenía con tener que recordarle a los demás con que no alzará su voz como para tener al guardián armando escándalo. Hyunjin y Jeongin que estaban a un lado solo lo señalaron a Jisung mientras el solo tenía su cabeza contra el escritorio lamentándose.
"¿Se puede saber que sucede contigo?"
Cruzó sus brazos sobre su pecho mirándolo molesto. "Estas aquí para mantener el orden, no para hacerlo tu precisamente".
"Estoy triste".
"¿Ahora que sucedió?"
"He dejado las llaves de mi casa" lloriqueo frotando su cara. Hyunjin soltó a reír. "¡No es divertido!"
"Suerte donde dormir esta noche" siguió burlándose.
"¿No tienes una llave de repuesto? ¿O algún vecino" intervino el.
"Solo hay tres llaves: mamá tiene una, papá tiene la otra y la mía. Debo llamar alguno de ellos para que la manden, tardarán un día".
"Deberías buscar entonces donde dormir" se encogió de hombros. "Si solo es un día no creo que Hyunjin tenga problemas en recibirte".
"Realmente hoy no se podrá" Jeongin y Minho lo miraron curiosos. "Hoy no estaré en mi casa, así que será en otra ocasión".
"¿No hay alguien más, hyung?" habló Jeongin cerrando el libro.
Jisung miró hacia Minho con ojos suplicantes.
"¡Ni hablar!" salió corriendo entre los pasillos ocultándose, Jisung salió tras el.
"¡Ay vamos! Estoy en un momento de necesidad" suplicó juntando sus manos frente a él.
"Las bancas del parque son cómodas" gruñó tratando de alejarse pero Han no se detenía en perseguirlo.
"¿En serio dejarás que tu mayor pase frío y hambre en un parque?" dijo con dramatismo.
"Si".
"No puedes dejar que tu futuro alfa muera en la calle tan joven".
"Solo me dará más motivos para dejarte afuera".
"¡Vamos prometo comportarme!"
Minho gruñó viendo los pucheros de Jisung, extrañamente recordándole a un cachorro que le suplicaba a su dueño otra croqueta, de hecho si se ponía a pensar todo Han le recordaba a un cachorro inocente enamorado de su dueño.
Aquella aura romántica e inocente siempre lo desconcertada aunque no le molestaba, lo que le molestaba eran sus tontos chistes. Minho escapó de sus pucheros.
