Cap. 4: Confianza

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Las finas cortinas que adornaban el cuarto se mecían con elegancia al compás del viento, el cual entraba por la ventana que se encontraba abierta y un agradable aroma inundaba la habitación. Provocando que la persona que descansaba en la cama comenzara a despertar de su profundo sueño.

Naruto lentamente comenzó abrir sus ojos, observando el techo blanco que se alzaba ante el. Cerro sus ojos para inhalar con lentitud y exhalar. Disfrutando de la esencia que le rodeaba, notando como todo su cuerpo se relajó al instante. Volvió a repetir la acción una vez más para finalmente abrir sus ojos, notando a los pies de la cama un hermoso jarrón de cristal con un enorme ramo de flores.

Lo observó por unos largos minutos tratando de identificar que flores yacían en su interior, sin notar la presencia del hombre que se encontraba sentado a su lado sosteniendo un libro.

—Tsubaki— Dijo sin despegar su vista del libro. Rápidamente Naruto giro su cabeza en la dirección que escucho la gruesa voz y le miro intrigante. Es él pensó.

Sasuke alzo su vista por encima del libro para mirar al rubio. La mirada azulina conecto con la negrura de la contraria, en donde Naruto se perdió en ellos, recordándole las frías noches de invierno que alguna vez tuvo la esperanza de volver a contemplar.

—Camelia floreciente— El primero en cortar el contacto visual fue Sasuke. Debía admitir que ese azul era el más puro que vio, más hermoso que el cielo y el mismísimo mar.—Simboliza la belleza y la juventud.

Naruto parpadeo varias veces antes de volver a mirar las flores con una pequeña sonrisa, mientras se enderezaba y quedaba sentado en la cama a la par que trato de mover sus orejas, pero al notar que eran cubiertas con algo similar a vendas de tela paro todo movimiento, dejándolas quietas.

—Las heridas no son profundas— Dijo tocando la venda con delicadeza que protegía una de las orejas del rubio— Sanaran rápido.

Y en ese preciso momento Naruto pudo admirar mejor a su salvador, un hombre delgado alto, de cabellos azabaches peinados hacia atrás un flequillo que caía a los dos lados de su cara hasta su barbilla, dándole un toque sensual. Ojos tan negros como el carbón, vestido con ropas elegantes y el cinturón de su arma en su cintura. Tenía un aura misteriosa, fría y aterradora.

Sasuke al ver que el chico rubio le inspeccionaba con la mirada de arriba hacia abajo, sonrió levemente, dejando de lado el libro que sostenía en su mano en la mesa que se encontraba al lado de la cama.
Para llamar la atención del chico poso su mano derecha en la mejilla contraria acariciándola con cariño, notando cosas que antes no había visto y una de esas eran las tres marcas que se hallan en cada mejilla, dándole un toque felino.

Se sorprendió por el repentino tacto en su mejilla y sin querer alejarse cerro sus ojos para disfrutar del agradable contacto. Inconscientemente meneo su cola recargando su peso en aquella mano, por muy extraño que pareciera, este hombre no le causaba temor a pesar de su apariencia; en realidad se sentía cómodo con él.
Abrió sus ojos lentamente ante sus pensamientos y observo el rostro del azabache, sonrojándose al instante por la cercanía del otro.

—¿Cual...? — Dudo por unos segundos— ¿...es tu nombre...? — Pregunto finalmente, a la vez que un pequeño calor inundaba su pecho.

Sasuke le miro con una sonrisa para finalmente retirar su mano y observar al rubio. Es hermoso

—Sasuke, mi nombre es Uchiha Sasuke— Naruto sonrió levemente sonrojado al escucharlo y un sentimiento que no supo identificar lo invadió, pero a la vez lo invadió uno más fuerte, uno que por desgracia conocía perfectamente.

Se quedo por unos segundos en silencio, mirando al azabache. Uchiha, ese apellido se encontraba muy presente en su mente y por un instante encogió sus piernas asustado ¿Estaba a salvo? pero él... Sasuke lo saco de allí. Quizás solo era una coincidencia, una vil coincidencia.

Mi KitzuneWhere stories live. Discover now